Capitulo 7. Stiles

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Stiles se dejó llevar por un deseo que hasta ese momento creía que no era correspondido.

Sintiendo como el corazón amenazaba con salirle del pecho.

Derek lo miraba como nunca lo había hecho antes, con una intensidad tan profunda que Stiles sentía que era capaz de ver a través de su alma, de desvelar todos sus secretos, un deseo palpable hacía que sus latidos compartieran una misma melodía.

El poco espacio que los separaba dentro del auto resultaba incómodo, inútil e innecesario teniendo en cuenta cuales eran sus planes.

Stiles se acercaba lentamente a Derek, cerrando sus ojos cuando solo faltaba unos pocos centímetros para tocar los labios de su compañero, se estaba dejando llevar por esta fuerza llamada deseo momento previo a que se produjera el contacto, listo para su primer beso con el hombre que se había alojado en su corazón de donde jamás se iría.

Puso en pausa sus pensamientos, se dejó llevar por mero instinto y por las cientos de señales que Derek le daba, talvez debió esperar a que fueran miles o millones de ellas antes de actuar.

No pudo evitar sentirse en un cuento de hadas, podía escuchar como el corazón cantaba de forma desafinada por la emoción, no era la primera vez que se veía envuelto en un momento como ese (si contaba todas las veces que lo imaginó en sus sueños), pero sí la primera donde todo estaba a su favor.

Excepto que no era así.

- Detente.

No esperaba que Derek hablara.

No esperaba que el ambiente romántico fuera eliminado.

Y muchos menos esperaba oír esa palabra.

Abrió los ojos de golpe, no creyendo lo que había escuchado, negándose incluso a considerarlo.

Se quedó con la boca abierta sin saber que hacer.

Sí tenía una mínima esperanza de haberlo escuchado mal eso ya no era posible.

Vio el rostro serio de Derek, ya no lo estaba mirando a él solo al paisaje que se extendía frente a ellos, como si quisiera estar en ese lugar o en cualquier otro menos ahí, en el Jeep junto al humano de la manada.

Fue verlo y no pudo reconocer un mínimo atisbo de la mirada tan cálida con la que lo observó hace unos segundos.

Eran dos personas completamente diferentes.

Volvía a tener la mandíbula apretada, volvía a fruncir el ceño y volvía a ser un ser cuya debilidad era expresar emociones más complejas que la inexpresividad.

Parecía el Derek que apenas había vuelto al pueblo después de estar ausente por cinco años desde el incendio que terminó con su familia.

Un chico constipado emocionalmente.

Un chico que no lo correspondía.

- Yo... - Stiles se interrumpió al no saber que decir, no sabía si debía pedir perdón o explicarse mejor.

No había cometido ningún error... ¿o sí? Talvez debía esperar antes de invadir su espacio personal, Derek siempre había sido quisquilloso en ese tema, pero supuso que ya habían superado esa barrera.

Talvez no era así.

Todo fue un error.

O la explicación era más fácil.

Derek no estaba enamorado de él y todo el mundo se había equivocado, eso tenía mucho más sentido después de todo como podía estarlo, él era un simple chico sin nada extravagante que ofrecer más que ataques de pánico y una baja estima que ocultaba con humor, mientras que el joven lobo era un hombre esculpido por dioses, de las más bellas obras de la creación.

Nuestro Momento - SterekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora