Him #01

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⟨Cuándo simplemente creí que el amor no era para mí, no podía dejar de pensar en Mingyu. Lo bonita que era su sonrisa, el color de sus ojos y cada pequeño detalle que tenía en su forma de reír o de hablar. ¿Era así cómo se sentía estar enamorado? Mi corazón no paraba de latir con rapidez por lo feliz que me encontraba. Nuevamente, me había enamorado y Mingyu puede ser el indicado que cambie mi forma de pensar en el amor.⟩

Wonwoo se despertó gracias al maldito despertador que le avisaba que tenía clases ese día. Se colocó la almohada sobre su rostro para callar el sonido que retumbaba en sus oídos.

Lo único que deseaba era dormir en ese momento y no despertar hasta el día siguiente. Tenía que ir a clases, estudiar, presentar un examen y luego tenía que ir a la cafetería a atender clientes molestos y a...

Mingyu.

Se levantó de golpe, trayendo consigo todos los recuerdos de lo que había sucedido en la noche. Había tenido una cita con Mingyu, se le había confesado y terminaron rompiendo el hielo con una conversación de temas triviales, pero lo que más tenía en su mente, era aquel precioso beso que le había dado.

Su rostro se puso rojo.

Quería morir de vergüenza en ese momento. Por un momento pensó que Mingyu lo besaría en los labios, pero en cambio sólo recibió un beso en su frente. Y bien, aunque no puede negarse que aquel acto causó un revuelo en su pecho y en su estómago.

¿Eso quería decir que estaba en una relación con Kim Mingyu?

Salió de la cama, buscó sus cosas mientras tomaba las prendas de Soonyoung para meterlas a lavar en lo que se bañaba y se arreglaba para tomar clases. Se bañó, se vistió de forma decente y preparó el desayuno como cada mañana.

—Buenos días~ —escuchó una segunda voz somnolienta en su departamento.

Wonwoo se giró para ver a su compañero de piso. Viendo cómo caminaba con lentitud, con rastro de sueño. Se sentó en la mesa, mientras apoyaba su cabeza en su brazo.

—No te ves muy animado —comentó Wonwoo con gracia—. Supongo que anoche te quedaste jugando videojuegos de nuevo, ¿no es así, Jihoon?

—Ni me lo recuerdes —dijo con fastidio—. Mi escuadrón es lo peor. ¡Son unos estúpidos! —refunfuñó—. No pudimos ganar una sola partida y no me iba a rendir hasta que lo hiciéramos —Wonwoo dejó salir una carcajada—. ¿Qué hay de ti? —Jihoon lo miró fijamente—. Parece que hoy estás más energético. ¿Sucedió algo anoche? Incluso llegaste tarde —Wonwoo se sonrojó al recordar, girando para volver a centrarse en la comida.

—Tuve una cita —murmuró, esperando que Jihoon no lo escuchará.

—¿Una cita? —Jihoon se sorprendió—. ¿De verdad? ¿Con quién? Espera, lo más importante, ¿por qué no me dijiste? —dijo con falsa ofensa. Wonwoo se encogió de hombros, apagó la estufa y sirvió en dos platos.

—Digamos que fue algo de último momento —dijo sin importancia.

—¿Y quién fue el afortunado? —Jihoon alzó una ceja, mirando a Wonwoo que colocaba los platos en la mesa y se sentaba.

—Kim Mingyu —respondió.

—¡¿El chico de la cafetería?! —exclamó Jihoon con emoción—. ¿Es el mismo que me dijiste que siempre conversa contigo cuando compra algo? —Wonwoo asintió un poco apenado—. Wow, no pensé que fuera gay.

—Ni yo —Wonwoo tomó sus palillos para comer—. De la nada, solamente me propuso salir a una cita al final de mi turno. Fuimos al parque Yeouido, ya sabes dónde todas las citas van, comimos algo y ya.

Him, me, us and her - Meanie Donde viven las historias. Descúbrelo ahora