Him, me, us and her - Meanie

Her #01

⟨Las personas continúan su vida, las personas solo están enfocadas en una sola cosa, y esa era su propia felicidad, sin saber que habían personas que estaban a punto de perderla o simplemente dejar de vivirla. Mientras unos lloran por la muerte de sus seres queridos, otros celebran el nacimiento de una nueva vida que llegó a hacerlos felices.

Y Mingyu era de esos pocos que su felicidad se estaba esfumando entre sus manos. Saber que la persona que más amó en este mundo la vio morir poco a poco, lo llenaba de rabia, de sufrimiento. Él nunca hizo algo malo para merecer eso. Era una persona que siempre cumplía con las normas, siempre era una buena persona que hacía buenas acciones.

¿Por qué la vida lo castigaba de ese modo?⟩

Mingyu caminaba por los pasillos del hospital. En su mano derecha tenías una caja de pastelillos junto con una bolsa de regalo y en su mano izquierda tenía dos vasos de café en un soporte de cartón, tenía una sonrisa en su rostro.

⟨El amor a primera vista lo consideraba algo tan banal. No podía creer en ello, pues no era posible que una persona tuviera una conexión con otra de tan solo mirarlo a los ojos. Sin embargo, Mingyu cayó en esa trampa en el primer momento que vio al chico de la cafetería a la que siempre iba.⟩

El día anterior, se había atrevido a besar a Wonwoo. El lindo chico que se enamoró de primera vista en aquella cafetería. Aún recuerda cuando se quedó sin palabras en el momento en que se encontró frente a él. Wonwoo fue demasiado paciente para tomar su orden el primer día. Porque Mingyu simplemente había dejado de pensar correctamente. Cometió muchos errores y quizá pensó que Wonwoo lo vería como un torpe al estar frente a él.

El segundo día que lo vio, estuvo nervioso y con su corazón latiendo fuertemente. Wonwoo todavía no lo reconocía, no lo culpaba, tenía cientos de clientes que se pasaban por ahí para tomar algo de café o comer pastelitos. Wonwoo no tenía porqué fijarse en Mingyu. Y justo cuando se resignó a ser un chico invisible, Wonwoo lo llamó por primera vez por su nombre.

—Mingyu, ¿cierto? —Wonwoo lo veía con una gran sonrisa. Mingyu estaba desconcertado de que lo llamara así tan pronto estuvo cerca de la barra.

—¿Sabes mi nombre? —preguntó incrédulo. Viendo a Wonwoo reír. Su risa era bonita. Él asintió a esa pregunta.

—Sí, perdona si me atrevo a llamarte por tu nombre —dijo un poco apenado—. Es imposible no notarte cuando vienes cada día, siempre a la misma hora —Wonwoo se encogió de hombros como si aquello no fuera tan importante.

Lo era para Mingyu.

—¿Y tu nombre? —se atrevió a preguntar a Mingyu, esta vez, dejando a Wonwoo sin palabras—. No es justo que tú sepas mi nombre, pero yo no el tuyo —Mingyu le sonrió, provocando de nuevo una risa suave en Wonwoo.

—Tienes razón. Soy Wonwoo —se presentó con una sonrisa—. ¿Puedes repetirme que vas a ordenar?

—Creo que sabes la respuesta —Mingyu le entregó su tarjeta con confianza. Wonwoo se sorprendió por ese hecho, y es que si que lo recordaba.

—¿Ice Americano? —preguntó Wonwoo mientras tecleaba la orden en la registradora. Mingyu solo asintió.

Wonwoo tomó su tarjeta y efectuó su cobro. Luego le entregó el recibo y le pasó la orden a Mingyu.

A partir de ese momento, Mingyu siempre llegaba a charlar con Wonwoo. Al principio eran conversaciones cortas, porque Wonwoo tenía más clientes. Después, conforme pasaban los días, Mingyu lograba quedarse más tiempo para sacarle información sobre sus gustos, su vida, sus rutinas y otras cosas. Dándose cuenta que Wonwoo le gustaba realmente.