Trazando una línea entre el pasado y el presente, sus vidas se entrelazan en un ballet de misterio y amor en medio de los confines del infierno. Alastor, un cazador convertido en demonio, encuentra a _____ un tesoro invaluable pero crean una conexió...
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Después de una noche intensa de entrenamiento, me tocaba pasar un rato en mi oficina. Había algunos asuntos pendientes, como nuevas propuestas para atraer más gente, actualizaciones de seguridad e investigar las últimas tecnologías, aunque conseguir acceso a ellas era una tarea complicada y costosa, solo para demonios de alto rango. Quizás sería buena idea encontrar a alguien con un intelecto para que construyera armas y cosas asi, un cerebrito. Sin embargo, el único cerebrito que encontré es Sir Pentious , pero ni drogada consideraría pedirle un favor.
Angel : ¡Ey, orejas! - Abrió la puerta sin tocar, columpiándose en ella. - Charlie me dio esta cosa para que se la entregues a Alastor.
___: Angel, estoy algo ocupada. ¿Podrías hacerme el favor de entregársela tú?
Angel: ¿Ocupada, eh? ¿Haciendo más de tus intrigantes búsquedas? Vamos, no seas tan dura, nena, es solo un recado.
___: ¿Por qué no lo entregas tú? Puede que Alastor aprecie más tu estilo. Además, pienso que Charlie te mandó, pero eres una perrita floja y no quieres buscarlo.
Angel :Alastor y yo no somos precisamente los mejores amigos. Y no, tonta, Charlie sí me mandó para que le entregues esta carta, pero si quieres desobedecerla, está bien, no me importa.
___: (mirando de reojo) Ok, ok, dame eso. Te juro que si es mentira, te daré una patada que hará que jamás vuelvas a usar tus genitales.
Angel: Ya te escuché, madre. Muévete, es urgente que la lleves.
Me levanté de mi asiento mirándolo con frialdad. Pasé a su lado, me extendió la carta, se la arrebaté de sus manos y salí por la puerta.
Angel: Oh, espera, no te vayas, me falta esto.
Antes de que pudiera voltear, sentí un golpe en mi trasero, haciendo que diera un saltito antes de taparme con las manos.
Angel: Hoy te ves muy bien, orejas.
___: ¡Imbécil! .- exclame mientras me iba por el pasillo.
Angel: (riendo) ¡Siempre tan seria! ¡Nos vemos luego, preciosa!
Con ese demonio por ahí, era mejor no subestimar sus travesuras. Si me dolió su nalgada, tiene la mano pesada. Seguí por el pasillo, doblé a la izquierda en ese cuadro extraño y llegué al vestíbulo, dirigiéndome hacia las escaleras. Espero que Alastor esté en su habitación. Es molesto que no tenga teléfono; podría simplemente enviarle un mensaje, pero no, todo tiene que ser a la antigua. Ya casi llegando a donde están nuestras habitaciones, escuché a alguien peleando y azotándose contra el suelo. Me asusté y fui al origen del sonido.
Niffty: ¡Urgh! ¡Angel!
___: ¿Niffty? ¿Por qué estás pegada contra una escoba?
Niffty: Angel me hizo esto,ayúdame, no puedo safarme.
