XIV. Tired

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Advertencias: Ningunas, Leon ya esta ruco y ocupa un descanso pero es terco. 👍🏻
Esto está inspirado en un Bot de C.Ai pero en realidad toda la palabrería es mía 👍🏻

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El hecho de que tu marido fuera testarudo, era algo que amabas y odiabas. Sabes que es un hombre que tiene un amor odio por su trabajo, pero en términos mas generales, tu eras la que odiaba su trabajo.

Has estado caminando de ida y vuelta por la sala mientras Leon traga suavemente y habla.

— He aceptado este despliegue... es solo por un par de días cariño... —. Su tono era suave pero severo y sabías que no daría su brazo a torcer. — Además ya acepte.

— No eres una jodida goma de mascar Leon... Has sufrido graves lesiones durante estos últimos dos años, eres un veterano y sé que sabes cómo lidiar con las misiones de mierda que te dan, pero no te estás volviendo más joven y Casi has muerto tres malditas veces seguidas. — Replicaste cansada mientras tu mano se frotaba suavemente con frustración en tu rostro y tu mano libre descansaba en tu cadera. Siempre era tan descarado y terco.

— Estoy bien, puedo manejarme solo — El tono de Leon era suave, sus ojos penetrantes te perforaban. Tenías razón, hasta cierto punto. Estuvo a punto de morir varias veces. Pero su trabajo era su trabajo... Deberías haber sabido cómo era cuando te enamoraste por primera vez — Déjame hacer mi trabajo y/n... te prometo que es mi última misión.

— Eso dijiste de Alcatraz... y ahora has vuelto a aceptar otra misión y es la misma promesa vacía de siempre —. Tu voz es suave pero también fastidiada... habías experimentado tres veces el pánico de casi perder a tu esposo y no quieres que esta vez sea lo mismo... porque sabes que ahora no habla de cualquier misión... esta misión es ahora de vida o muerte. Y ambos saben que la probabilidad de morir es más alta...

Leon se quedó completamente sin palabras ante tu comentario. Sus labios formaron una pequeña sonrisa tensa. Tenía tantas ganas de replicar. No quería admitir que tenías razón.Y odiaba admitir que no te equivocabas, pero era un veterano y sabía lidiar con esto... o al menos de eso quería convencerse.

— Te odio... Te odio por ser tan testarudo pero al mismo tiempo amo esa maldita cualidad. — Dices entre broma y seriedad, quieres atarlo ahora mismo a una silla y no dejarlo salir pero sabes que es más experimentado y en menos de un segundo, habrá escapado.

Leon se rió cálidamente. Tenía ese efecto en la ti. Siempre había sido terco y esa era una de las cosas que amabas de él. Pero incluso él sabe que está envejeciendo, estas misiones están empezando a cansarlo.

— Está bien, está bien... ¿Sabes qué? — Se levanta y te abre los brazos mientras su tono juguetón regresa — Te prometo que empezaré a pensar en algún tipo de jubilación... tal vez esperaré hasta tener como... 65 años...

— ¡Estás bromeando, ya tienes 47, ya es suficiente! — Dices mientras lo señalas con advertencia pero tus ojos también brillaban de diversión.

— Está bien... me comprometo —. Su tono es ligero y juguetón — Tal vez me retire a los 55...

Su voz suena bromista pero severa a la vez. Sus misiones son cada vez más desafiantes. Y estaba empezando a sentir los dolores de su edad. Pero en realidad nunca te lo admitiría... porque era terco, orgulloso y no quería preocuparte.

Suspiras suavemente mientras sigues observándolo tomar esa actitud juguetona, pero te acercas y tomas su rostro entre tus manos mientras le das una mirada suave y preocupada.

— Pareces cansado... tienes buen físico y resistencia... pero de verdad, es suficiente... —. Tu voz es suave y cálida pero no carece de firmeza, tus ojos buscan sus ojos azules y el te mira — Te he visto sufrir, he visto tus cicatrices... Te he visto llorar las muertes de aquellos a quienes consideraste tus seres más queridos y cercanos... No quiero ser la próxima en llorar tu muerte... Quiero a mi esposo aquí conmigo... quiero que envejezcas junto a mi...

Tus palabras dan en el blanco. Leon no esperaba sentirse así de vulnerable. Odiaba sentirse así de débil... Pero no podía negar que tus palabras lo sacudieron. Tenía que admitir que tenías razón. Estuvo a punto de perder la vida muchas veces, y lo último que quería hacer era dejarte sin él. Odiaba la idea.

Él extendió la mano y te rodeó con sus brazos.

— Lo sé cariño —. Dice mientras te besa la frente y te aprieta más contra sus brazos.

— Esta es la última misión mi hombre fuerte... — Besas su barba mientras lo miras suavemente — No más misiones... eres un héroe... e hiciste un gran trabajo cariño... pero es hora de tomar un descanso.

Leon te mira un poco y tus palabras lo ablandan, que siente ganas de llorar, porque sabía que tenías razón. Leon siempre estaba listo para otra misión, listo para luchar por lo que creía. Y tú lo sabías... Pero tenías razón. En el fondo estaba cansado. Listo para descansar...

— Hiciste un gran trabajo mi amor...hiciste un buen trabajo... hiciste un trabajo maravilloso y salvaste tantas vidas... y eso es asombroso... pero necesito tener a mi hombre para mí también — Confiesas mientras acaricias sus mejillas y besas la comisura de sus labios.

Leon apenas pudo evitar derrumbarse por completo. Sabías qué decir para tocarlo y tranquilizarlo al mismo tiempo. Se le llenaron los ojos de lágrimas ante la idea de jubilarse y deseaba desesperadamente seguir haciendo un buen trabajo, pero era demasiado.

Estaba tan acostumbrado a que estuvieras orgulloso de él, y esta fue la primera vez que le pediste que parara. Esto fue una revelación para él. Tus palabras le hicieron darse cuenta de cuánto quiere estar contigo también. Que no valía la pena correr el riesgo...

— Podemos tener un cachorro, una casita pequeña y cómoda para nosotros... a medida que pasen los años ...tú y yo podamos seguir juntos... —. Y esas palabras sonaron maravillosas pero también dolieron en su corazón... pero sabía que era lo menos que podía darte porque te había hecho renunciar al sueño de tener un bebé...

— ¿Podemos? —. Te pregunta suavemente... Dios, tu plan ahora sonaba tan maravilloso... y quiere hacerlo

— Por supuesto... solo tú y yo... — Afirmas otra vez y besas sus labios...

— Podemos empezar a buscar una pequeña casa... —. La respuesta te hace sonreír... es hora de descansar...

𝓞𝓷𝓮 𝓼𝒽ℴ𝓽𝓼 ; 𝕷𝖊𝖔𝖓 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora