𝓞𝓷𝓮 𝓼𝒽ℴ𝓽𝓼 ; 𝕷𝖊𝖔𝖓

II -I'm not her (1/2) (editado)

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Nunca fue fácil llevar una vida de casados... y ella lo sabía muy bien. Un suspiro cansado abandonó sus labios mientras se perdía en sus pensamientos, especialmente en los fracasos que estaban atravesando.

— Mierda — Murmura ella mientras el agua caliente sobrepasa el límite de la taza y quema su mano.

Estaba casada con Leon... desde hacía tres años y actualmente este matrimonio se estaba sintiendo distante, opaco y carente de la pasión y cariño que alguna vez existió. No era el primer matrimonio de Leon y ella lo sabía, también supo que si bien ella era la dueña de su corazón... en el fondo ambos sabían que Leon jamás soltaría el recuerdo de su primer amor y mujer, Ada Wong. Y aún así, el rubio tomó la palabra de que esto había sido superado y que eso no le impediría amarla como se debía...

Aunque esa promesa fue rápidamente rota. Primero empezaron pequeñas comparaciones, luego empezaron las pesadillas donde murmuraba su nombre y eso finalmente desencadenó el aislamiento emocional que para desgracia, paso desapercibido por su esposo.

Había perdido la cuenta de cuántas veces él había actuado como si todo estuviera bien... nunca supo si fue intencional o no, pero sus pequeñas frases al azar que involucraba cualquier detalle sobre aquella mujer era una estaca al corazón.

Fue por eso que se quedó helada al escuchar una voz familiar murmurar en voz baja por la sala de estar. Antes de unirse a ella en la cocina, claramente no notando todavía la tensión que había en ella.

— Buenos días cariño — Saluda mientras le da un beso en la mejilla como cada mañana. Mientras sigue paseándose por la cocina, sigue parloteando — Deberíamos ir a ese parque en Brooklyn, ya sabes, había un lugar en especial en el que iba cuando salía con...

Un golpe resonó en la cocina que lo hizo callarse... otra vez todo tiene que ver con ella...

— ¿Puedes parar por solo un maldito minuto? — Su voz tiembla consternando a su contrario.

El silencio que sigue es sofocante y ella solo puede sentir el nudo en la garganta listo para romperse. Quiere hablar pero ella le hace un gesto casi frívolo que le hace sentirse mal.

— Estoy hasta la mierda de esto... ¿crees que quiero ir a donde ibas cuando estabas casado con ella? ¿Crees que me hace feliz cada puta comparación que haces? — Todo se derrama como dagas sobre su corazón cuando cae en cuenta de lo que hizo. Sus labios se queda algo abiertos de la impresión pero no dice nada mientras la mira llorar. — Susurras su nombre por las noches, siempre gritas su nombre con miedo... ¡me dijiste que lo habías dejado atrás!

Aquel último reproche fue suficiente para hacerlo caminar hacia ella, y su pobre y patético corazón se hunde cuando ella rechaza su toque.

— Desperdicie toda una vida contigo... solo soy un reemplazo, ¿no? — Murmuro suavemente pero fue lo suficientemente fuerte para hacerlo escuchar y sentir su respiración entrecortarse.

— Cariño no... esto —Se ve interrumpido en cuanto ella pasa de largo, su mano se cierra en un puño y baja su brazo mientras maldice — Eres un imbécil...

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A partir de esa mañana, todo se volvió un círculo sin salida y sin nada. Leon puede sentir su corazón comprimirse en dolor cuando su preciosa mujer rechaza la idea de incluso verle el rostro. Y el hecho de tener misiones tan largas no ayudan en absoluto. Regresar por las madrugadas y ver que su rostro esta demacrado por las lágrimas y la tristeza le hacen sentirse una escoria. Aquello que juró proteger y amar, ahora se está volviendo algo cada vez más distante incluso si comparte una alianza dorada con ella.

Le hizo promesas que no pudo cumplir, la amaba, de verdad lo hacía... solo entonces se dio cuenta de lo que hizo... verla allí, acostada y acurrucada consigo misma como un modo de defensa contra el mundo y contra él, fue lo que bastó para conseguir hacerlo sentir sus ojos humedecerse.

— ¿Qué te hice, cariño? — Susurra suavemente mientras se arrodilla a la orilla de la cama y toma su mano suavemente.

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Fue una vista extraña... algo inquietante, si era sincera. No era usual verlo así, fue tan servicial con ella, le compró un ramo a su gusto de ella, considerando que Leon siempre armaba un ramo a considerar los gustos de Ada, ya que fue a la primer mujer que abiertamente le pidió un ramo de flores, y por consiguiente los ramos que ella recibía en cada fecha especial, eran los mismos...

— Lo siento tanto mi amor...  — Dice con una voz ligeramente temblorosa haciéndola mirarlo con mayor detenimiento.

Verlo allí, algo abatido, melancólico pero con un sincero arrepentimiento mientras sus manos algo callosas debido al trabajo le extendían un ramo de lirios y amancays, la hizo suavizar su mirada por un instante. Precioso y decorado torpemente, un signo de que había sido él el que hizo el ramo... fue la primera vez en mucho tiempo, que recibió algo basado en ella y no en alguien más.

Su mano cubrió suavemente boca mientras comenzaba a sollozar.

— No, no, no cariño... no llores — Dice rápidamente mientras deja el ramo suavemente en el piso y se arrodilla en sus piernas para besarle las rodillas con cariño y añoranza, no queriendo llorar. — No mereces esto... merecías más...

Ella le mira con ojos llorosos.

— Fue egoísta, fui un imbécil... por favor. No eres un reemplazo... nunca lo fuiste, eres el amor de mi vida — Su voz suena desesperada pero sincera mientras sus manos temblorosas tomaban su mano libre y la besaba suavemente. — Fuiste la más maravillosa luz en mi vida, y no tenía derecho a tratarte así... por favor perdóname, te lo compensaré... lo haré...

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