Body without soul.

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Angustia, muerte de la lectora. Leon aparece vagamente pero si aparece (Kheee?). 

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Casi dormida, ella lloraba, estaba asfixiada mientras intentaba borrar la angustia del corazón. Su mente se sentía pesada mientras se acurruca contra la suavidad de su bata. Sus manos se aferraron a la almohada mientras sollozaba con más fuerza. Esta no era la primera vez ni la última que le hacía esto.

Las preguntas se replantearon en su mente como cada noche. No lo entendía, si ella era una mujer buena y le complacía en todo, caso desviviéndose por él. Otra vez se quedó esperándolo en bata y él nunca llegó.

Al principio fue fácil, entendiendo un poco la mierda que pasaba en su trabajo, la pobre intentó justificar sus llegadas tarde a casa... aunque eso ya no le explico porque meses después llegaba borracho y lleno de marcas de claramente, otra mujer... eso tampoco le explicaba el por qué le hacía esto si ella lo amaba y de más. Bien sus padres le dijeron alguna vez "siempre hay alguien que ama más y es así, y ese alguien es el que pierde más"

Y no era fea, era muy bella. Eso no significa que ella tenia el corazón para pagarle con la misma que él le pagó.

Fue un maltrato emocional... lo amaba, pero siempre la maltrató de una manera emocional que cualquiera habría dado vuelta atrás. Pero ella no.

Sus ojos divagan por las flores que había comprado, el vestido que arrojó en cuanto cayó en cuenta de que Leon no llegaría otra vez, fue un nuevo puñal que si bien había vivido miles de veces, hoy en especial se sentía como una maldita espada en el estómago.

Solo quería dormir, así que ignoró sus pequeños sollozos, caminó hacia el baño, y no se molesto en verse al espejo y simplemente tomó aquel frasco de pastillas para dormir. Sus manos le temblaban al igual que los labios, fue una buena dosis... pudo sentir su mano algo pesada gracias a la pequeña montaña de medicamento que se metió de un jalón a la boca sin dudarlo. El agua de la llave le sabía a plástico pero no importaba y milagrosamente le ayudó a pasarse todo ese montón de pastillas.

Volvió a la cama sin saber que la mano se le había pasado en cuanto a la dosis.

Agonizó, eso fue seguro... sollozó por él, mientras gemía su nombre e intentaba tomar el teléfono para llamarlo.

— Leon... por favor — sollozó débilmente... pero fue inútil y su mano finalmente cayó en la orilla de la cama mientras ella dejó salir un último suspiro antes de caer en un sueño eterno.

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Había sido otra noche llena de sexo y alcohol. Entró en casa con una estúpida sonrisa, claramente borracho. Un fastidioso jadeo sale de sus labios al notar las flores y la cena intacta en la mesa del comedor. Se había perdido otro aniversario. No le prestó atención, a sabiendas que siempre compensaba a su chica.

Había marcas de labios en su cuello y pecho que lucía orgullosamente. Sin saber que un cuerpo sin alma estaba a solo unas escaleras de distancia.

Tarareando una canción en voz baja, se acercó a la habitación compartida, listo para ser recibido por los mismos reproches y llantos. En cambio, solo fue recibido por el silencio.

Fue extraño, creyó que estaba dormida y agradeció mentalmente por ello.

Se recargó en la puerta y habló.

— Mi amor, ya volví, tengo hambre — Dice a la forma femenina que parece estar dormida... sus orbes azules enfocan de manera confusa las pastillas que descansan sobre la mesa de noche. — ¿Qué haces con esas pastillas?

No hubo respuesta... y se acercó.

— ¿mi amor? — Dijo mientras más se acercaba, y la desesperación finalmente le revolvió el estómago y lo hizo correr hacia ella. — ¿mi amor? — Repitió más desesperado, le tomó el rostro suavemente solo para verlo pálido... la borrachera se le bajó en ese instante mientras la tomó en sus brazos. — ¡Mi amor...!

Sonó casi desgarrado mientras acariciaba su rostro...

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⏰ Última actualización: Sep 09 ⏰

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𝓞𝓷𝓮 𝓼𝒽ℴ𝓽𝓼 ; 𝕷𝖊𝖔𝖓 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora