Parte II
A partir de ese momento, lo único en lo que pude concentrarme fue en acelerar mis pisadas. Resbalé dos o tres veces, pero entre suspiros me limité a fingir que mis rodillas aún no comenzaban a sangrar. No me importó en absoluto la pesadez de las piernas o la falta de aliento, tampoco el cansancio que amenazó con alentar mi marcha: sabía que cada segundo era crucial, pues las consecuencias serían devastadoras si es que la historia llegaba a repetirse por segunda ocasión.
No paré al alcanzar la acera indicada y, avanzando a largas zancadas, me coloqué junto a la puerta en menos tiempo del contemplado. Aparté las piedras de la maceta, removiendo la tierra con rapidez hasta dar con la llave que haría el trabajo por mí. No me molesté en silenciar mi entrada y tan solo me abalancé hacia el extenso pasillo de las esculturas, atravesando el corredor lo más a prisa que pude para finalmente detenerme al pie de las escaleras.
Era impresionante pensar que, hacía unas semanas, ni siquiera me planteaba la idea de regresar. No quería saber nada sobre Lukas, nada que se atreviera a interferir conmigo porque sabía de antemano que él lo haría. Pero aquí estaba ahora, transformando mi mundo en otra realidad con el único propósito de tenerlo devuelta.
Por eso no fui capaz de esconder mi rostro culpable de Isabel, cuya repentina aparición me hizo alzar la vista hacia el segundo piso.
—¿Qué estás haciendo aquí tan temprano, corazón?
Algo sucedía dentro de esa mansión, e Isabel lo sabía. El miedo en sus ojos no era fácil de ocultar.
—Necesito... —vacilé—. Tengo un pendiente que atender.
Me apresuré a subir los escalones, pero pasar junto a ella bastó para que me sujetara del brazo con cierta firmeza.
—Vete ya, Yvonne —me dijo, casi suplicando que parara—. Será mejor que vuelvas a casa cuanto antes.
—Pero yo...
—No es horario para visitas.
—... necesito asegurarme de que Lukas está bien.
—¿Lukas? —Parpadeó varias veces, perpleja—. Espera, ¿tú ya sabías que...? —Negó con la cabeza para reformular la oración—: ¿Por qué estás aquí?
—Su hijo llamó a mi casa —improvisé, pues tampoco estaba dispuesta a contarle toda la verdad—. Dijo que deseaba hablar conmigo con urgencia.
—Oh, claro. —De pronto tuve la impresión de que buscaba la manera de restarle importancia a mi comentario—. Supongo que ha sido un error —fingió una sonrisa—, seguro debió tratarse de alguna broma telefónica o algo parecido.
—Él no suele bromear con este tipo de asuntos.
—Siempre hay una primera vez para todo, ¿no?
Mentir era extraño, muy extraño en ella.
—En fin, será mejor que vuelvas a casa —continuó repitiendo, empujándome por la espalda para animarme a bajar las escaleras—. Ni siquiera tiene caso que vengas esta tarde, ambos estaremos ocupados.
—Pero estoy segura de que él me necesita —reiteré.
—Tómate el día libre, corazón.
—No, en serio tiene que escucharme.
Estuve a punto de resignarme a confesar mi versión de los hechos cuando, de repente, fue el sonido de otra voz lo que me hizo cerrar la boca de golpe:
—¿Quisieran darse prisa? —decía alguien desde el fondo del pasillo—. Es solo un niño, no les hará daño.
![](https://img.wattpad.com/cover/359619771-288-k81570.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Mi secreto es inhumano
Romance[Libro 1] Escribir un diario es la mejor manera de desahogarse, al menos es así como Yvonne lo cree, pues ¿de qué otra manera podría conversar con alguien sin poner en riesgo sus secretos? Durante años, su vida ha girado en torno a libros, reglas y...