¹𝐒𝐓𝐀𝐘 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐌𝐄||𝐂.𝐇.[✔︎]

♧ 𝗦𝗧𝗔𝗬 𝗪𝗜𝗧𝗛 𝗠𝗘 𝟮𝟯

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𝗦𝗧𝗔𝗬 𝗪𝗜𝗧𝗛 𝗠𝗘 || 𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼 𝗵𝗮𝗿𝗴𝗿𝗲𝗲𝘃𝗲𝘀

𝟮𝟯

[𝗯𝘆 𝗰𝗲𝗹𝗲𝘀𝘁𝗲𝗵𝗮𝗿𝗴𝗿𝗲𝗲𝘃𝗲𝘀_]

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2004

________ Hargreeves:

Había pasado una semana y él aún no despertaba. Aquello me estaba poniendo muy nerviosa y preocupada.

No pude dormir bien en toda la noche, ni la noche anterior, ni en toda la semana. Necesitaba decirle lo que siento. Necesitaba saber que él estaba bien y que todavía podemos estar juntos. 

De repente, unos leves golpes en la puerta de mi habitación hicieron que mis pensamientos se detuvieran y volviera al presente.

—Hola— dijo Grace con una sonrisa —vengo a hacer una revisión, ¿está bien, cariño?

La miré y asentí varias veces.

—Claro— sonreí.

Ella me colocó unas pomadas, al igual que curó todas mis quemaduras.

—Listo querida— dijo Grace.

—Gracias, Grace— sonreí.

Ella sonrió de vuelta y se retiró de mi habitación.

Observé mis heridas y ya no se veían tan mal. Apreté mis labios.

Salí de mi habitación en busca de Pogo. Bajé a la enfermería y lo encontré hablando con Reginald.

—Está bien, señor Hargreeves— asintió Pogo.

Reginald se fue de ahí y dejó a Pogo solo. Yo me acerqué a él.

—Hola, Pogo— saludé con una pequeña sonrisa.

—Buenos días señorita Ocho— sonrió —¿cómo se siente?

—Me siento muy bien, gracias— confesé —¿cómo sigue Cinco? — pregunté con un poco de miedo.

—El joven Cinco está fuera de peligro— informó, haciendo que sintiera alivio —está descansando. Aún no despierta.

—¿Crees... que pueda esperarlo afuera? — inquirí con la esperanza de que me diera permiso.

Pogo lo pensó un poco.

—De acuerdo. Puede ir a la sala de espera— accedió.

—Muchas gracias, Pogo— sonreí y me dirigí afuera de su habitación.

Miré por la ventana y ahí estaba él. Respirando tranquilamente y débilmente a la vez. Su cuerpo se veía cansado. Estaba lleno de vendas. Había medicamentos por doquier.

Pero al menos estaba vivo.

Ahí había unos pequeños sillones. Me senté a esperar.

[♧]

—Aquí estás— sonrió Klaus y se sentó a mi lado.

—Hola— sonreí.

—¿Cómo está tu príncipe azul? — se burló.

Le di un codazo por llamarlo así.

—No es mi príncipe azul— me reí —y está bien, sólo necesita descansar.