¹𝐒𝐓𝐀𝐘 𝐖𝐈𝐓𝐇 𝐌𝐄||𝐂.𝐇.[✔︎]

♧ 𝗦𝗧𝗔𝗬 𝗪𝗜𝗧𝗛 𝗠𝗘 𝟭

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𝗦𝗧𝗔𝗬 𝗪𝗜𝗧𝗛 𝗠𝗘  || 𝗰𝗶𝗻𝗰𝗼 𝗵𝗮𝗿𝗴𝗿𝗲𝗲𝘃𝗲𝘀

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[𝗯𝘆 𝗰𝗲𝗹𝗲𝘀𝘁𝗲𝗵𝗮𝗿𝗴𝗿𝗲𝗲𝘃𝗲𝘀_]

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AÑOS ATRÁS
(1995)

Omnisciente:

Era una noche helada donde la lluvia azotaba a más no poder. Los truenos se oían y las gotas de lluvia caían con fuerza.

Una mujer estaba tranquilizando a su pequeña hija de seis años, quién estaba asustada debido a los truenos.

La pequeña niña nació el primero de octubre de 1989, de la nada, prácticamente. La pobre adolescente sufrió contracciones en casa de su abuela y dio luz a la pequeña niña.

Su abuela la corrió de la casa, dejando a la joven a su suerte con una pequeña hija en un mundo completamente desconocido.

La adolescente estaba preocupada, pues sabía que no tenía la estabilidad económica para poder mantenerla, y sólo era una chica de diecisiete años...

Sin embargo, ella la cuidaría como su más preciado tesoro. Jamás le guardó rencor o la odió. Mucho menos la culpó por arruinarle la vida. Es más, ella la veía como un milagro.

—Tranquila, pequeña— susurró la mujer de ahora veintitrés años mientras acobijaba a su hija.

—No me gustan los truenos, mamá— dijo la pequeña —me dan miedo.

—Hey. No tienes por qué tener miedo— sonrió su madre —aquí estoy.

Para la joven, su linda hija siempre fue su fortaleza, su mayor motivo para salir adelante y no rendirse ante los obstáculos de la vida.

La niña sonrió —te quiero, mamá.

La madre se sorprendió por aquello. Pero, luego sonrió y besó la frente de su hija.

—Yo más, mi cielo.

La niña sonrió aún más.

La madre se quitó su collar, que tenía una foto de ella y se la extendió a su hija —. Ten.

La niña lo aceptó y lo miró con curiosidad —¿qué es, mamá?

—Es un collar—respondió con simpleza.

—¿Para qué? —la pequeña miró confundida a su progenitora.

—Sí alguna vez tienes miedo, observa tu collar y yo estaré ahí, cuidándote— sonrió.

La pequeña asintió y con ayuda de su madre se colocó el collar.

—¡Jamás me lo quitaré! — exclamó emocionada.

La mujer le contó un cuento a su hija sobre las estrellas. Poco a poco, la pequeña fue cerrando sus ojos hasta quedar profundamente dormida.

La madre observaba a su hija como si fuera el tesoro más grande del universo, porque, para ella, así lo era. Su hija lo era todo para ella.

De repente, tocaron la puerta de su casa. La madre frunció el ceño con confusión. Ella fue hacia la puerta principal y la abrió.

—¿Hola? — preguntó.