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—Alejate, rubia—le ordenó Allison a Ashley, acercándose a ella de manera amenazante, haciendo que Lizzy comenzara a ponerse más nerviosa. La agarró del brazo, con intenciones de detener su andar.

—Allison, vámonos... Ya vamos tarde.—dijo en un susurro, temblando ligeramente al sentir la tensión aumentar entre ellas.

La pelirroja la miro de reojo, para después después mirar a Ashley, dándole una mirada completamente de desprecio.

—¡Cállate de una vez, maldita mojigata!—le grito la rubia a Lizzy, haciendo que Allison intentará acercarse a ella enojada, siendo detenida nuevamente por la ojiazul.

—¡No le hables así!—siseó furiosa con los dientes apretados, dándole un pequeño empujón a la chica, que retrocedió indignada.

—Maldita idio...—Ashley se abalanzo contra el cuero de la pelirroja, con intenciones de empujarla igual, pero Allison fue más rápida al agarrarla del brazo, dándole la vuelta sobre su propio eje, empujándola, esquivando su ataque.—Carajo. ¿Quien te crees para darme órdenes?

Dijo Ashley furiosa, haciendo enfurecer también a Allison, quien se volvió a acercar a ella.

—Pudrete, Ashley—respondió la chica, con una pequeña sonrisa divertida.—No quiero que te vuelvas a acercar a Lizzy. ¿Entendido?

La mencionada trago saliva nerviosa, aún con su agarre en su brazo. Ella veía el intercambio con nervios, temiendo a qué la situación se agendará, así que decidió intervenir.

—Ya no importa. Déjala.—pidió en un hilo de voz.—Estoy segura de que pueden hablar sin gritarse.

Allison volteo a verla, arrugando sus cejas con desconcierto.

—¿Cómo puedes defenderla después de todo lo que te ha hecho?—espectó Allison con confusion e impotencia, haciendo a la ojiazul bajar la mirada.

Ashley río amargamente, cruzandose de brazos.

—Eso no te debería de importante, lesbiana reprimida.

Allison la miro de nuevo, con su cuerpo completamente tenso. Se acercó de manera rápida, empujando con fuerza su cuerpo, haciendo que callera de trasero al piso. Lizzy chillo sorprendida, intentando agarrar nuevamente a la chica del brazo, pero ella fue más rápida al esquivarla.

Ashley soltó una maldición en el piso, mirándola con odio.

—¿Estás loca?—gritó Ashley, horrorizada por la escena violenta. No toleraba la violencia. No podía hacerlo cuando ella vivía en ella todos los días.—¡Detente!

Allison se volteó hacia Lizzy, con la respiración acelerada.

—Si tú no te defiendes, lo haré yo.—dijo con firmeza. Lizzy se acercó a ella, poniedose a su frente y del cuerpo de Ashley, que aún seguía tirada en el suelo.

—Deja las cosas así, por favor.

La chica suplicó. Ashley se levantó del suelo con rapidez, acercándose a ella de forma agresiva. Allison al percatarse de sus intenciones, empujó a Lizzy a un lado, haciendo que perdiera el equilibrio y cayera al piso, desatando el caos. Ashley levantó la mano con intenciones de golpear a Allison, pero ella fue más rápida al agarrarle la mano, haciéndole una llave como minutos atrás, con la única diferencia de que la mantuvo ahí y no la dejo caer. La empujo y estrelló su cuerpo contra la pared de los baños.

Todo lo que se podía escuchar eran los gritos de las tres chicas, cada una pidiendo algo diferente. Mientras Lizzy pedía que se detuvieran, Ashley pedía que la soltara y Allison repetía las mismas maldiciones en su oído.

Un Año Y Tres Meses Donde viven las historias. Descúbrelo ahora