Capítulo 4: Los guardianes.

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Rapunzel habia despertado muy adolorida, el sol iluminaba sus sonrosadas mejillas mientras que el viento agitaba su vestido rosa con olanes.

-¿Donde estoy?- se preguntó a si misma al tiempo que examinaba el bosque, curiosamente, era el mismo en el que lloró cuando tuvo una crisis bipolar el día que dejó su torre.

Las permanentemente frías rocas no habían cambiado en nada, como si hubiera sido ayer que un hombre irrumpió en su cuarto y la asesinó cruelmente, aunque no sentía dolor,las cicatrices estaban ahí, frescas y sangrando,  por un momento le extrañó que una noche ella estaba tirada en su cama y al día siguiente amanecía en un bosque como a 1 legua (4,435 km) de su palacio y su reino, probablemente habría corrido un rato y dormido, probablemente solo fue un sueño y estaba acampando un fin de semana con Eugene,Pascal y Maximus, o probablemente el sospechoso la había asesinado y para no levantar sospechas la llevó al bosque.

Y ella esperaba que la opción una estuviese descartada.

Con los ojos semi cerrados, Rapunzel se levantó del pasto fesco y húmedo con un ligero dolor de cabeza, su cabello castaño se había vuelto rubio como el maíz otra vez y largo como antes, pero lo ignoraba, en aquel momento debía llegar a Corona y terminar sus labores de reina.

-Pascal....- lamentablemente su camaleón no había resucitado con ella.

-¡¿PASCAL?!, ¡¿DÓNDE HAS IDO?!- gritó víctima del pánico mientras  rebuscaba en el pasto.

-VUELVE AQUÍ!- agregó levantándose y corriendo para ver si no estaba en los frondosos arboles camuflajeandose por hacer travesuras o algo así.

Finalmente, Rapunzel había llegado a la conclusión de que el no estaba, así que no podia hacer nada al respecto mas que ir a ocuparse, si Pascal no estaba tal vez estaba en el palacio durmiendo, con tantas responsabilidades el camaleón no estaba involucrado, así que podía irse de vacaciones cuando quisiera y volver, ya que siempre lo hacía.

-Ok, no te preocupes Punz- se susurró mientras buscaba la salida de los arboles-Volveré a Corona, me cambiaré la ropa, y voy a hacer algo, tengo hambre, asi que voy a comer algo, ¿Habrán comprado nabos?, debo asegurarme de que haya nabos-

Acto seguido, la muchacha corrió eligiendo un camino al azar mientras su rubio cabello se arrastraba lentamente y se ensuciaba con ramas o lodo.


-Te juro que si Jack no viene en 5 minutos, le voy a estrangular el higado!- grió Norte mientras agarraba par de espadas en sus gigantescas manos y bajaba las escaleras.

-Cálmate Norte!, ¡Seguro está con Jamie!, Tú y yo sabemos cuanto quiere a ese pequeño- dijo Hada siguiendolo rapidamente con sus haditas.

-Lo sé, pero les he puesto un límite de 4 minutos con 6 segundos y mira- señaló  enfadado y nervioso a el reloj principal que estaba ubicado frente al globo terráqueo.

-Son las 3 con 4 minutos y 7,8,9,10,11,12,13,14,15.....-

-Si- interrumpió Jack, quien los esperaba en el centro, donde la luna enseñaba a los guardianes mientras jugaba con su cayado esbozando una sonrisa, Norte inmediatamente enrojeció , ¿En serio se atrevía a tomarse el tema a la ligera?, era un chiquillo  maleducado, si no tuviese 320 años y estuviesen en el año 2015 del siglo 21, el gordito alegre semi neurótico le hubiese propinado unas nalgadas frente a  Hada y los elfos.

-Jack, deja de jugar con eso y deja que hombre de la luna nos muestre a los nuevos compañeros- exigió Norte mientras se paraba junto al peliblanco.

De repente, un rayo de luz azul celeste iluminó el circulo de en medio, a continuación, un cristal ascendió del suelo cegando a todos.

Segundos después desapareció dejando a la vista 4 jóvenes, un chico con armadura café,alborotado cabello castaño y ojos verdes, quien se veía manchado por una especie de polvo negro como carbón y multiples cicatrices, tal vez era una especie de minero de la edad media, pero su mirada era dominante, asi que podría ser un principe muerto en algun accidente que implicara fuego o explosivos, una chica de melena rizada y pelirroja, con unos vivos ojos azules y un arco,vistiendo un vestido desgastado vestido que combinaba con su demacrado aspecto fisico, demostraba tener un caracter fuerte y ser divergente, si el iba a trabajar con ella, mas le valía no enfadarla, despues de esta, una chica hermosa como afrodita que parecía vestir una extraña toga que cubría su cuerpo dejando a la vista  su silueta, pero pudo ver que tenía cabello blanco, ojos azules y enormes, y una hermosa sonrisa, esta comenzaba a interesarle, y no porque fuera guapa,Jack sentía que esta chica  tenía algo especial. Finalmente, había una chica muy delgada, que el peliblanco podría llegar a la conclusión que esta sufría algun desorden alimenticio, igual o incluso mas bella que la anterior, tenía cabello rubio y largo, ojos azul esmeralda cubiertos por largas pestañas, y unos labios en forma de corazon, traía puesta una corona, y un vestido rosa manchado de sangre, pero su expresión no decía lo mismo que su aspecto, sus facciones la hacian parecer alegre, creativa, llena de emociones que no sabía que hacer con ellas, pero se veía triste, como un payaso llorando.

-¿Quien es esa chica?- preguntó Jack intrigado, tanto así que Norte al notar su tono desesperado rió.

-¿Que?, ¿La conoces?-

-En los 320 años que llevo de muerto y 3 que llevo de guardián, no, nunca la he visto- Norte dudó, pero Jack decía la verdad.

Hada se sonrojó y sonrió,no sentía celos, el espíritu del invierno había dejado de interesarle, algo que le convenía de más de ahora en adelante.

-Si-

-Ella...-El gordito alegre tomó una pausa para recordar-Es la reina Elsa de Arendelle-

-¿Porque necesitamos nuevos guardianes?-

-No lo sé- interrumpió el hada.

De repente, Jack tuvo un mal presentimiento, algo que no iba bien, si la luna estaba eligiendo nuevos guardianes, eso daba a la conclusión de que tal vez Pitch estaba merodeando por ahí, o peor, Damon, su hijo mayor, solo le había visto unas veces rondando por casa de Jamie cuando este vigilaba a su niño favorito, era un chico alto, tenía un tono de piel parecido al de la sal pero grisáceo a la vez, tenía ojos rojos como la sangre, los cuales siempre estaban encendidos, y un largo cabello negro que lo hacía parecer muy aterrador al igual que atractivo, la ultima vez que lo vió fue intrigando a una joven que parecía ser su hermana, pero no hizo nada al respecto, Jack no quería tener nada que ver con los familiares de Pitch.

-Damon, el es la razón- finalizó Jack Frost mirando a Norte a los ojos.

-Si, Jack, la luna ya no puede con el, hay varios niños traumados por la intensidad de su poder-

-¿Que clase de pesadillas especificamente?-

-No, no son pesadillas, su misma prescencia provoca un horrible mal presentimiento en ellos-

-Eso...-Jack tomó una pausa para pensar, si Pitch era poderoso, probablemente un descendiente suyo lo era más, tal vez en cuanto mas joven era el dueño de aquel poder, mas potente sería, era un teoría excesivamente lógica. Finalmente, Jack se aclaró la garganta y se erguió, mostrando seguridad.-Debemos ir por ellos, necesito saber su ubicación- A continuación, caminó hacia la mesa principal donde se encontraban la consola de Norte.

-¿Que harás?- preguntó Hada mirando a su amigo.

El peliblanco apretó unos botones y tocó repetidamente la pantalla para que el ordenador magico los localizara en el globo terráqueo.

-Si algo no toleraré es que un hijo de Pitch venga y dañe a los niños, necesitaré a Sandman-

La consola tintineó encontrando algo, entonces el globo dio un brusco giro y dejó a la vista 6 estrellas rojas en diferentes partes del continente europeo señalando que eran los guardianes que no estaban en el Polo Norte, ahí debían estar los guardianes, el espíritu del invierno corrio hacia un yeti que tenía un Iphone 6 en sus manos y se lo arrebató para tomar una foto al globo, aunque al principio la peluda criatura forcejeó un poco.

-Norte, debo irme- finalizó.

Norte le agarró del brazo antes de  que diera vuelo.

-No-

-Si, lo haré- se soltó de su padre adoptivo.

-¡Jack!.-

-Hada, ya tranquila, lo conocemos bien, no va a hacer caso-

Hada suspiró y tomó asiento en en suelo mientras veía la luna con cansancio.

El anciano la acompaño para ver hacia la misma dirección, en serio, ese asunto los estaba acabando lentamente, otro Pitch era otro problema, mas trabajo, secuestros, incluso muertes, esas eran las consecuencias.


Jack agradecía la compañía de Sandman, era reconfortante ignorando que este fuera el espíritu del sueño.

-Bueno, debemos ir por el vikingo, esta en una isla perdída llamada....- sacó el IPhone de su sudadera de algodón y vio la pantalla- Berk-

Sandman hizo sus famosas señales de brillo.

×No llegaremos, por algo le dicen perdida×

-Tienes razón, la torre eiffel se ve mejor en fotos-

El hombrecito hizo un mohín con los labios.

-¿Que?- Sin duda, Jack era un imbécil.





The Big Five: La ultima esperanza**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora