Maratón x3

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Capitulo 9: Esperando por Hipo
Que dia tan hermoso, Mérida era metida en un costal, llevada a un lugar cuya temperatura no superaba los 6 grados bajo cero, obligada a usar ropa extraña y fea reemplazando su vestido, y soportando a una rubia peluda que forcejeaba con los yetis para que no lo durmieran.
Habría preferido que su madre volviera a darle clases de princesa a seguir en aquel frigorífico gigante.
-Estoy Aburrido!- gritó Olaf examinando la ropa que Norte le había dejado a Elsa y Rapunzel.
Unos jeans de mezclilla azul, una musculosa blanca, y zapatillas azules.
En cuanto a Rapunzel, solamente había un vestido corto hasta los muslos blanco de corte clásico y estampado de azaleas, un sombrero blanco y un collar.
-Olaf, basta- espetó Elsa.
Merida parecía ignorarla desde la ventana, donde esperaba a Hipo, Jack era un lento, ese flacucho le estaba arruinando todo el día, desde el secuestro hasta la tardanza.
-Quiero jugar con Rapunzel!-
-No Olaf, si se asoció con Weaseldown no es de fiar-
-Por favor!- 
-No-
Sus voces comenzaban a retumbarle en la cabeza, No, si,no,si,no, su discusión comenzaba a dejarla sin paciencia.
-"¡Callen sus congeladas trompas! "- Apretó los puños causando un poco de viento.
-Existe la libertad- interrumpió Rapunzel saliendo del baño con una toalla blanca enredada en su cuerpo y el cabello recogido en una trenza gruesa y adornada con flores, Elsa comenzaba a marearse.
No articuló palabra y agarró su vestido yéndose al vestidor.
-¿Si?- 
La reina reventó como una berenjena en un microondas.
Abrió sus puños y el suelo del cuarto se convirtió en una pista de hielo.
-¿No?-
-Olaf!- Olaf hizo un puchero al oír a su madre gritar.
Merida contuvo la risa mirando el cielo para que no la atacaran.

-¿Y esa tal Freyja es linda?- preguntó Jack caminando con Hipo en el taller, pues Norte le pidió darle un recorrido por ahí, el vikingo se sintió más tranquilo por el ambiente de aquel lugar, le recordaba a las casas lujosas de Berk y el  chocolate caliente era idéntico al que Astrid hacia, su nerviosismo e inseguridad habían disminuido un 50%, pero era cuestión de conocer más a Jack y los demás.
-Si, pero no creo que la vuelva a ver, es una sirena muy simpática-
Jack le dedicó una sonrisa pícara y un ligero codazo en el abdomen.
-¿Conque te gusta no?- 
Hipo decidió ignorar a su nuevo amigo.
-¿Y Mérida?-el peliblanco lo miró desconcertado-La guardiana que dijiste me ayudaría a mandar el Otoño-
El espíritu no respondió nada y agarró el antebrazo del vikingo llevándolo volando a la habitación de las chicas.
-¿Que demonios haces?-
-Te enseñaré a los diablos-
Capítulo 10: juntos.
Hipo abrió la puerta de la alcoba, y ahí estaban, una joven pelirroja vistiendo ropa extraña, una joven rubia con el cabello muy largo y una chica peliblanca acompañada de un muñeco de nieve.
-Te dejo solo-
-Eso será imposible-
-Ya no te estreses, no te van a hacer algo malo ¿Verdad chicas?-
-Si, que no se me acerque- dijo Elsa desarrugando sus jeans, Hipo tomó nota: #NoToquesALaReina
-No- dijo Mérida examinándolo.
-Si me trata bien probablemente nada- sonrió Rapunzel.

Jack ya había echo el trabajo limpio, y Norte estaba desmayado en el sillón.
-¿Viste lo que hiciste?- preguntó débilmente su padre mientras un yeti le tendía una taza de té.
-Lo siento, Norte, pero hice lo correcto-
-Casi se me salen los ojos de sus cuencas- protestó Norte dándole un sorbo al té, Jack era un descarado, iba a causarle un infarto de seguro.
-Loco- agregó.
Pero Jack estaba que explotaba en carcajadas, se había divertido un montón, tanto así que había tardado días en volver, estaba oloroso y sudado, estar en 4 climas diferentes le había dado una especie de fiebre y un agotamiento tremendo.
-Norte, Jack sólo te quiso echar una mano- Defendió Hada
-Si, me echó una palmada en la cara!-
Jack no logró contenerse más, y una enorme risa salió de sus cuerdas vocales.
Pero otra risa se unió a hacer coros, esta era grave y espantosa, no pertenecía al espíritu invernal.
De repente, un tornado de oscuridad comenzó a rondar por todo el taller.
Norte se levantó inmediatamente y sacó sus espadas.
"Damon" Pensó Jack, a continuación, se puso en su posición de ataque con el cayado apuntando a todos lados, buscando al hijo de Pitch.
-¡Buenos días!- gritó euforicamente el chico que Jack había nombrado.
-¡¿Que haces aquí?!- gritó Jack en respuesta.
-Si no lo sabes, preguntale a mi padre!-
-¿Quien? ¿El coco?- se burló conejo, cuya presencia había sido ignorada.
-¡CALLATE MALDITO CANGURO!-
-He venido a darles la bienvenida a esos guardianes nuevos- Damon sonrió dejando a la vista sus colmillos.
Para su buena suerte, ellos estaban presenciando el espectáculo desde el balcón, alarmados, corrieron hacia su alcoba, cerrando la puerta con llave.

The Big Five: La ultima esperanza**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora