Capítulo 6

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Tristán Halle.

04 de enero.

Me quedo en la entrada del área de postres y me quedo viendo como uno de los trabajadores le explica donde está cada cosa a la chica nueva. Su largo cabello negro esta peinado en una trenza y puesto como si fuera un moño, veo como tiene sujeto su fleco con dos ganchos en cada lado, ahora sin ningún mechón ocultando nada de su rostro puedo ver mejor cada parte de su rostro, así como los dos pequeños hoyuelos que tiene cada que sonríe.

Alguien chasquea los dedos enfrente de mis ojos sacándome de mis pensamientos.

-Deja de verla tanto.

Siento que mis mejillas se sonrojan de vergüenza.

-No la miraba...solo supervisaba.

-Si, como no y a mi solo me gustan las mujeres.

Miro mal a Andrés el cual solo se ríe y voltea a ver a Kristal.

-¿Ya pensaste qué postre pedirle? Recuerda que andamos buscando alguien que haga variedad de postres, por mucho que te guste la chica...

-No me gusta.

-Como digas, lo que decía es que si no da con lo que andamos buscando entonces no podrá quedarse, al igual que los otros, se que no quieres despedirlos porque después encontrar trabajo es difícil, pero si ellos no ponen de su parte en aprender más, ya es culpa de ellos, no se puede pasar toda la vida ofreciendo solo pastel de chocolate o brownies, la gente ya quiere comer nuevos postres, quieren variedad y lo sabes.

Suspiro pesadamente, se que tiene razón, aunque trato de mostrarme como un jefe serio y tratar de que vean el trabajo serio y busquen más opciones para aprender otras cosas, fracaso en eso.

-Esta bien, tienes mi palabra.

El palmea mi hombro y luego llama a Kristal, ella se acerca con una sonrisa amistosa.

-Quiero que prepares dos postres, pueden ser cupcake o un pastel o lo que tú quieras, pero debe uno debe tener mango y el otro fresas.

Ella asiente, me sostiene la mirada, desabotona la parte del cuello de su traje y rasca el lugar en donde tiene un lunar ,y mi mente viaja 10 años atrás, ahora veo a una chica de 15 años con unos profundos ojos celestes y su cabello amarrado en una cola alta, mirando al cielo, mientras yo la veo a ella, logro ver un pequeño lunar en su cuello.

-¿Estás bien, Tristan?

Salgo de mis pensamientos, la veo sin saber qué decir.

-Yo he...si, solo me recordé de algo, búscame en la cocina después que tengas los postres.

Salgo casi corriendo para alejarme de ella, debo estar lejos aunque sea por un rato, solo es un lunar, solo es otra similitud a ella.

Pero...ya son muchas...

....

Muevo la sartén para tratar de que se cocinen bien los champiñones, estoy aplicando unas especies y la pasta, salto del susto al ver una cabeza al lado de mi brazo, suelto el sartén haciendo un ruido escandaloso, ella también salta del susto.

-Por Dios mujer, no vuelvas hacer eso.

-Lo siento, lo siento, es que me concentre tanto en ver cómo cocinabas.

-Casi tiro la comida y si eso pasaba a ti te hubiera puesto a volver a cocinar.

Sus mejillas se sonrojan levemente.

 Cuidando De Ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora