Cuidando De Ti

Capítulo 20

Kristal Evans

Veo con cansancio a mi papá, él sigue ignorándome con los brazos cruzados. Sé que todavía está molesto por lo de Tristan. Lo siento en la forma en que suspira pesadamente, con los brazos cruzados y la mirada fija en algún punto lejano.

-Papi... —vuelvo a insistir, apoyando mi cabeza en su hombro.

-No quiero hablar contigo.

-Ya estás hablando conmigo —le digo, recordándole sus propias palabras.

-Pues desde ahora no hablaré contigo —responde, tercamente. Tiene esa mirada ofendida que me hace pensar en un niño pequeño haciendo un berrinche.

-¿No estás muy viejo para hacer berrinches? —le pregunto, provocándolo.

Él me lanza una mirada que podría derretir hielo.

-Estoy en mi mejor edad —dice, casi indignado—. Tener 53 años no es estar viejo, niña maleducada.

-¿No dijiste que no ibas a hablar conmigo? —le recuerdo.

-Me insultaste, obviamente me iba a defender.

No puedo evitar sonreír ante lo predecible que es. Me acerco y lo abrazo, apoyando mi cabeza en su pecho. Es mi forma de intentar suavizar la situación, porque sé que lo que voy a decir no será fácil para él.

-Papi... solo dale una oportunidad, la última —le susurro.

Siento cómo suspira, como si estuviera liberando todo el peso que lleva encima. Me abraza con fuerza, colocando su mentón sobre mi cabeza. Sé que está luchando internamente con todo lo que siente. No es fácil para él. Tristan le rompió el corazón, no solo a mí, sino a él también, cuando un padre ama tanto a su hija, que siente el dolor de su hija si le rompieron el corazón, y sé que él lo sintió, cuando tenía 16 años y Tris me rompió el corazón, no quería comer, no quería levantarme de la cama, pero papá estuvo ahí, me daba de comer como si fuera una niña pequeña, me peinaba y miraba películas conmigo, papá volvió a reparar mi corazón y lo hizo aún más fuerte.

-No es fácil para mí —dice finalmente, su voz ronca—. Confié en él una vez y me decepcionó. Le rompió el corazón a uno de mis tesoros más grandes. ¿Qué me asegura que no va a volver a hacerlo?

Lo sé. Esa es la misma pregunta que me hago todos los días. Pero cuando estoy con Tristan, esos pensamientos se desvanecen. Me siento segura en sus brazos, como si el pasado no pudiera alcanzarnos. Pero no puedo ignorar lo que sucedió antes.

-Nada te lo asegura, papi —admito, levantando la vista para mirarlo—. Pero la vida me está dando otra oportunidad con el chico que tanto quise de adolescente. No sé si me hará daño otra vez, pero no quiero quedarme con la duda de qué hubiera pasado si no tomamos esta segunda oportunidad. Aparte, si lo vieras. Ya no es tan tímido, es más seguro de sí mismo, se enfrenta a su mamá, ya no se deja llevar por lo que dice su mamá.

-Solo porque por culpa de sus padres es que te lastimó le daré otra oportunidad, pero él ya es adulto, tiene que saber lo que hace y si vuelve a lastimarte, usaré todo mi poder para separarte de él Kristal Jade Evans.

Hago una mueca al escuchar mi segundo nombre, él se ríe al ver mi cara.

-Es un bonito nombre, Jade.

-Lo que tú digas, Talón.

Ahora es el turno de él de hacer una nueva al escuchar su segundo nombre.