Capítulo 19

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Tristan Hale.

Asomamos la cabeza con lentitud, tratando de ver lo más posible, pero tratando de no ser descubiertos.

-No empujen.

Andrés se menea como que fuera gusano, Caleb casi está encima mío, agarro a César de la camisa cuando estaba a punto de caer.

Si fuéramos espías, seríamos los peores.

Aún así, seguimos viendo a Alessandro con Ariana.

-César, Tris...

Ambos solo hacemos un pequeño ruido para que sepa que escuchamos.

-Sus primas están lindas, ¿puedo intentar salir con una?

Ambos giramos la cabeza con lentitud y miramos fijamente a Caleb, él da una sonrisita divertida.

-Miren que Eros ya se adelantó, se la pasa coqueteando con la pelinegra de ojos dorados.

-¡No es cierto!

Eros lo fulmina con la mirada.

-Perdón que lo diga, muy su prima. Pero ella si me cae mal, fui a disculparme con ella por haberla abrazado de sorpresa aquel día ¿y saben que me dijo?

César tose para intentar disimular su risa, por la mirada que tiene, creo que sabe que pudo haberle dicho nuestra prima a Eros.

-No, ¿qué te dijo? —pregunté, tratando de mantener la compostura, aunque ya me estaba imaginando el desastre que pudo haber sido esa interacción.

Eros cruzó los brazos, con el ceño fruncido.

-Me dijo que la próxima vez que la tocara sin su permiso, me haría probar lo que es estar en el suelo con una llave de judo. —Su tono era de pura indignación.

César soltó una carcajada, incapaz de contenerse más.

-¿De verdad, Eros? ¿No te dijo que también te rompería el brazo?

-¡Exacto! —Eros señaló a César como si acabara de confirmar su punto—. ¡Esa! Esa es la amenaza que me lanzó.

-Honestamente, te la ganaste. Aurora odia que la abracen, ni siquiera a sus hermanas deja que la abracen por más de 5 segundos —murmuró César, asomándose de nuevo para ver a Alessandro. Ahí estaba él, nervioso pero haciéndose el cool delante de Ariana, la cual parecía... bueno, no parecía estar muy interesada, pero al menos no lo había pateado todavía.

Andrés se inclinó un poco más, tanto que casi lo pierdo de vista.

-¿Creen que Alessandro todavía tiene chances con ella? —preguntó en un susurro dramático.

-Cero. —respondimos todos al unísono.

-Vamos, chicos, un poco de fe. —Andrés chasqueó la lengua—. Tal vez es cuestión de encontrar el momento adecuado para decirle lo que siente.

-O de correr por su vida —agregó Caleb, acomodándose mejor sobre mí. Lo empujé un poco, intentando sacarme a todos de encima, pero fue inútil.

-Esto es ridículo —gruñí, pero la curiosidad me mantenía ahí, observando la escena.

De repente, Ariana soltó una risa que nos dejó a todos paralizados. Alessandro parecía haber dicho algo gracioso. Lo siguiente que vi fue que ella se inclinó un poco más hacia él.

 Cuidando De Ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora