Capítulo 16

194 13 4
                                    

Tristan Hale

Me quedo inmóvil y sin saber que decir mientras veo a todas estas personas, personas que literalmente vendrían siendo mis primos.

Por fin tengo la oportunidad de ver a César junto a más de uno de sus hermanos, y he de decir que los 9 son casi idénticos, todos con cabello castaño, uno que otro más alto y algún otro lunar en el rostro, pero lo que llama más la atención es que cada uno tiene un color distinto de ojos.

Volteo a ver a los demás nonillizos y es exactamente lo mismo solo que con diferentes colores de cabello, algunos tiene un cabello rubio casi blanco, otros son de cabello rubio dorado, otros son pelirrojos y otros pelinegros. Y es la misma cosa entre ellos, entre cada grupo de nonillizos, tienen distintos colores de ojos.

-Bien, ya sabes el trato, Tris. Ellos vinieron a conocerte, a cambio tú no dirás nada de nosotros.

Me duele tener que guardar este secreto a mi nueva familia, la familia que siempre quise tener y que solo espero no perder por guardar este secreto.

-Tienen mi palabra, pero...¿enserio no quieren conocer a sus padres?

Una de las mujeres de cabello rubio dorado da un paso adelante, sus grandes ojos son de un azul tan fuerte que casi parece morado.

-Claro que quisiéramos conocerlos, pero a la vez no queremos. Ya tuvimos demasiado con toda nuestra familia materna, y todavía que nuestras madres trataron de hacernos creer que otros hombres eran nuestros padres, éramos unos niños cuando nos enteramos de la verdad, dichos tipos que no nos querían, solo hacían querernos frente a ella.

-Pero eso no significa que ellos serán así, ellos son sus verdaderos padres.

-Lo son, pero no queremos convivir con ellos, sentimos que otra decepción y esta vez dada por nuestros verdaderos padres, ya no lo aguantaremos. Al igual que con nuestros hermanos mayores, sentíamos que ellos eran todo lo que teníamos y después nos dieron la espalda, no queremos conocer a nuestros otros hermanos y pasar por lo mismo.

Me quedo asimilando sus palabras, todo lo que puedo escuchar en sus palabras son miedo, tienen miedo de ser rechazados otra vez.

-Si ellos los andan buscando con tanto esmero es porque quieren hacer las cosas bien con ustedes.

-Seamos sinceros, Tristan. Ellos no saben de nuestra existencia, tienen la duda de qué tal vez tuvieron hijos con nuestras madres. Ellos buscan a nuestras madres para remediar el daño que se hizo, no nos quieren a nosotros, y mientras no sepan de nuestra existencia mucho que mejor para nosotros. Venimos aquí por dos razones, conocerte, porque después de todo tú no nos has hecho nada y has sido apoyo para César, y la otra razón es para que guardarás el secreto, aún no sabemos cómo a César se le escapó contártelo.

Todos voltean a ver al susodicho con una mirada asesina.

-Lo siento, se me escapó de las manos.

Me recargó contra la mesa mientras paso mis ojos por cada uno, en total tengo 90 personas en esta sala.

Volteo a ver a César, sintiendo un pequeño malestar por la pregunta que haré.

-¿Nunca me lo hubieras contado? ¿Ni a mí o a los demás?

Su mirada me lo dice todo.

 Cuidando De Ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora