2. Cocinando Complicidades.

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El bullicio del mercado nos envolvió, y Junghoon, rompiendo la barrera del silencio, dijo con una sonrisa. —A veces, simplemente necesitamos desconectar y disfrutar de las cosas simples. —Sus palabras resonaron en mi interior, y por un momento, sentí la distancia entre nosotros disolverse.


Mientras paseábamos por los pasillos, una pequeña memoria se coló en mis pensamientos. —Sabes, Junghoon, estaba totalmente "desconectando" en la cafetería hasta que llegaste para molestarme. —le solté con una sonrisa traviesa.

Junghoon arqueó una ceja con una mezcla de incredulidad y diversión. —¿"Desconectando"? ¿Eso es lo que llamas leer libros y perderte en tus pensamientos? —bromeó, provocando risas cómplices.

Asentí con complicidad, disfrutando del tono que la conversación estaba tomando. —Sí, pero admito que tu interrupción fue más entretenida que mis propios pensamientos. Quizás debería agradecerte por sacarme de mi mundo de "desconexión". —agregué, mientras continuábamos explorando.

Continuamos mientras cargábamos algunas cosas dentro del carro, el murmullo de compradores creaban un fondo animado. La seriedad en los ojos de Junghoon me indicaba que venía otra de sus charlas de hermano mayor, a lo que suspiro pesado.

—Jungkook, quiero que sepas que, a pesar de las diferencias, confío en ti. Pero también sé que tienes que poner de tu parte. —dijo, entonando gravedad de sus palabras.

—Así es, lo entiendo. —respondí, desinteresado pero decidido a demostrar mi compromiso.

El mercado, con sus colores y olores, parecía un escenario totalmente apropiado para mi hermano poder hacer esta conversación, definitivamente un lugar donde nuestras palabras podían tomar forma.

Justo cuando Hoon estaba a punto de profundizar en sus consejos, la distracción inesperada cambió por completo la situación. Mientras se agachaba para recoger los productos dispersos, tropezó y estuvo a punto de caer dentro del carrito de la otra persona.

—¡Lo siento! —exclamó, balanceándose y agarrándose del carrito para mantener el equilibrio.

El incidente, aunque inicialmente desconcertante, resultó cómico, y me vi obligado a contener una risa mientras intentaba ayudar a recoger los productos.


Con las compras pagadas y las bolsas en nuestras manos, Junghoon escudriñó el entorno con una expresión avergonzada. —Creo que ya es hora de irnos, ¿no crees? —dijo, apresurando el paso y arrastrándome a seguirlo.

Intenté contener una sonrisa ante recordar el incidente cómico, pero él parecía ansioso por abandonar ese lugar de vergüenza. —Vamos, Jungkook, antes de que causemos más estragos.
—añadió, tirando de mi brazo para apurar el paso.

El sitio quedaba atrás mientras nos dirigíamos hacia el vehículo. —No te preocupes tanto, fue solo un pequeño percance. —traté de consolarlo, pero siguió apresurándome, incapaz de dejar atrás la vergüenza.

—No deberías llamar a eso un "percance". En ese "percance", se fue la poca dignidad que me quedaba. —reprochó con una mirada divertida mientras nos movíamos rápidamente.

A pesar de mis intentos de restar importancia al episodio, Hoon seguía apresurándonos, incapaz de dejarlo atrás, pero también reflexioné sobre cómo, a pesar de las tensiones, la risa compartida y los momentos incómodos a veces eran la mejor medicina.


La casa de Junghoon se llenó con un perfume tentador de ingredientes frescos mientras cocinábamos. Los sonidos suaves de los cuchillos cortando y la sartén chisporroteando crearon una sinfonía casera. Entre anécdotas de nuestra infancia, traté de distraerme de las preocupaciones que pesaban en mi mente, mi hermano, con su habilidad culinaria evidente, tomó el liderazgo.


—Jungkook, debo decirte que mamá y papá vendrán a cenar también. —anunció, y lo que dijo me hizo prestar atención de inmediato.

—¿Por qué me lo dices ahora? —pregunté, sintiendo la ansiedad crecer dentro de mí.

Él solo suspiró, eligiendo sus palabras con cuidado. —Es un pendiente que necesitamos abordar, especialmente con una persona, sabes cómo ha sido últimamente, y necesito que estés tranquilo, para que todo salga bien.

Asentí, aunque la incertidumbre me carcomía.
—Entiendo, pero sabes que no siempre puedo controlar cómo reacciona papá ante las cosas.

—Lo sé, pero esta vez, trata de mantenerte en calma, es imperativa su aceptación, especialmente ahora que se preocupan por el futuro de la empresa.
—explicó, su mirada buscando la mía.

Junghoon continuó compartiendo detalles sobre la importancia de la reunión, las expectativas y la necesidad de abordar las tensiones acumuladas, aunque la preocupación persistía en mi interior.







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Éter Invernal. #1 JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora