capítulo 2

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Al día siguiente la mañana, cuando el sol se elevó. Nitra se levantó temprano para iniciar otro día de caza, levanto a su hija, para que se quedará con los demás cachorros. A Nitra no le gustaba dejar sola a Nilh pero no tenía muchas opciones, debía rendir en el Reino si no quería ser echada o que se generan rumores en la manada, más de lo que habían.

Cuando la leona blanca llegó con los demás cachorros todos la miraron mal. Cuando Nitra y las demás leonas se fueron, Nilh se quedó admirando el agua, a ella encantaba el agua, pero le daba vergüenza meterse con los otros, así que se quedaba cerca de las leonas que las cuidaban.

—ahi volvió la niña rara— se acercó Bora para molestarla con otras dos niñas que la seguían y atrás de ellas Kiara que solo las seguía.

—hola— dijo un poco desanimada

—que pasa?— dijo Tiffu sarcástica empujando a Zuri. Nilh solo quedó callada.

—le comió la lengua el ratón— rio Zuri burlándose.

—creo que ya sabes cuál es tu lugar la mandada— dijo Bora. —hay que alejarnos chicas no valla a ser que nos contagie lo blanco— se dió vuelta y volvió al agua y las otras las siguieron menos Kiara.

—perdon de nuevo— murmuró lo suficiente para que solo Nilh escuchará. Y siguió a Bora.

La leona que cuidaba a los niños caminaba de un lado a otro nerviosa, buscaba con su mirada y contaba a los niños: le faltaba 1. Y no era cualquier niño, era Kopa. Llamo a los príncipes para que se acercaron, ambos obedecieron.

—su majestad, ¿dónde está el principe Kopa?— dijo tratando con respeto a los niños.

—nose— respondió Kiara sin darle importancia.

—creo que lo ví que estaba con alguien— dijo Kion rascándose la oreja con una de sus patas traceras.

—¿con alguien?... ¿Quien era?— dijo mientras trataba de mostrarse no nerviosa.

—nose no la conozco— volvió a decir. La leona sintió como el mundo se le caía.

—¿como era entonces?...— dijo un poco más brusca y nerviosa.

—era una tigre creo— dijo tratando de ayudar, pero era solo un niño y tampoco le había puesto mucha atención.

—talvez fue a ver a su amiga— dijo Kiara metiéndose.

—¿su amiga?— dijo la leona confundida.

—pero creo que se llama Vitani— la leona sintió como su corazón se paralizó al escuchar el nombre, justo esto le tenía que haber pasado a ella. Era la "hija" de Scar, con comillas porque eso era lo que decía Zira, ellos estaban en la manada, pero trataban de no juntarse con ellos.

Envío a qué uno de los animales valla a buscar a Zazu y le dijera al rey. Caminaba de un lado al otro intentando mantener la calma. Pero se hacía cada vez más difícil. El rey iba a matarla.

Enviaron a rastrillar todo las praderas pero no sé encontraron rastros de el principe. Por sospechas la manda de Scar fueron desterrados de las tierras del reino. Y se asentaron en el cementerio de elefantes que se expandió y se convirtió en las lejanias.

Simba decidió que sus hijos los cuidaría Zazu o Timón y Pumba, no los dejaría que estén solos. Kiara ahora era la heredera al trono y no dejaría que le pasará nada.

Los días pasaron y jamás encontraron a Kopa, y las esperanzas cada vez se hacían más pequeñas que el estuviera con vida. Había algunos que decían que fue raptado por roba-cachorros, pero nadie sabía con exactitud.

Nitra se sentía insegura dejando a Nilh pero no tenia opción porque no podía llevarla a las cazas. Así que los niños algunos días se quedaron el la Roca de Rey y no los llevaron al manantial.

Ahora los desterrados eran una amenazada para el Reino y Simba lo sabía.

Nilh no quería quedarse con los demás niños, no le gustaba como la trataban se quedaba apegada a su madre, pero no podía estarlo siempre. Un día como un día cualquiera Nitra se fue a las caza con las demás leonas. Cómo ya era costumbre, las demás cachorritas vinieron a molestarla, Nilh salió enojada de la Roca. Decían los de siempre "niña rara" "enfermita" "nos va a contagiar". Nilh ya arta decidió en ir a buscar a su madre, lo que no era buena idea sabiendo lo que hace poco había pasado con Kopa.

Se dirigió a las praderas tratando se esconderse de Zazu que patrullaba. No había ido casi nunca a las praderas, pero no iba a ser tan difícil llegar, pensó. Cuando en el cielo vio un pájaro blanco con ojos saltones, jamás había visto algo como eso, y cuando aleteo una de sus alas se callo una pluma que Nilh la tomo. Y corrió siguiendo al pájaro.

Que casualidad podría ser la vida que ese pájaro se dirigió dónde estaba Nitra. Y se paró en frente de ella. Nilh los quedó observando de lejos, aún su madre no se percataba de que ella estaba ahí.

—rei..— Nitra interrumpió al pájaro con un "silencio", miro arriba y se aseguró de que no haya ninguna leona escuchándolos.

—¿que estás haciendo aquí?— reclamo la leona. —¿como me encontraron?—

—no importa como te encontré lo importante es que lo hice— dijo contento el pájaro. —tu vas a salvar al reino—

—claro que no— reclamo Nitra enojada.

—eres nuestra última esperanza— dijo el ave, tratando de convencerla. —te necesitamos—

—hice una nueva vida aquí no la voy a dejar— dijo Nitra regresando. Cuando se escuchó un ruido. —vete ahora— dijo enojada.

—voy a regresar para que hablemos— dijo y alzó vuelo. Nitra se acercó dónde escuchó el ruido y vio a Nilh. Que empezó a hacer preguntas curiosas.

—Nilh ¿que estás haciendo?— dijo algo molesta. —¿no vez lo que acaba de pasar con el principe Kopa?—

—¿que era eso mamá?— dijo curiosa refiriéndose al ave ignorando las preguntas de su madre.

—¿tu escuchaste todo... eso?— Dijo Nitra algo alarmada, cuestionando a su hija, estaba deseando que dijera que no.

—emm... Algo— dijo sin darle mucha importancia, rascándose una de su oreja con su pata trasera. —¿quien era él?— siguió cuestionando

—es... un viejo amigo— dijo empezando a caminar a hacía la roca para dejar a Nilh quien solo la siguió y tomo la pluma en su boca.

—¿que estás haciendo aquí? deberías estar con los demás cachorros— dijo tratando de verse enojada y cambiando el tema.

—es que todos dicen que soy rara, y ya me cansé— dijo enojada, y luego se puso en frente de su mamá para que se detuviera, que solo lo hizo, y le mostró la pluma dejándola en su patas —mira era del ave con los ojos saltones— dijo contenta mirando con más detalle la pluma—se parece a mi— Nitra suspiro. —¿puedo quedarmela?—

—esta bien—accedió sin dar más vueltas al asunto —hablaré más tarde con las otra leonas para que hablen con sus hijas y no te molesten mas— dijo Nitra y siguio caminando y Nilh la siguió por detrás con la pluma en su boca.

Nilh ahora tenía un nuevo amigo "plumita" que la acompañaría en sus momentos de aburrimiento, decidió que si los demás no querían ser sus amigos ella crearía a los suyos.

Al otro día Nitra hablo con las demás leonas y con Nala sobre como trataban a Nilh, todas prometieron hablar con sus hijos y hasta la reina. Nitra creyó que la situación terminaría con eso, pero en contrario siguió Ahora los demás leones en especial Bora, les decían "ve y dile a tu mamá" o cosas por el estilo, el acoso siguió.

Nitra dijo que los ignore, pero eso era complicado, más cuando se enteraron de su amiga plumita, ahora tenían más motivos porque hacerle bullying. Nilh se sentía sola, pero al menos tenía a su madre que parecía que estaría con ella para siempre, bueno... es lo que ella creía.

Nilh la Leoncita Blanca [reescrito]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora