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Peter se enteró de que había un nuevo inquilino por accidente, y enterarse de cosas por accidente no era muy común para Peter.

Peter tenía audición mejorada y juraba por todo lo que conocía que jamás escuchó —tampoco vio, que era todavía más raro— a personas de mudanza trabajando recientemente.

May le dijo que ocurrió mientras él estaba en la escuela y tardó menos de tres horas, por lo que naturalmente no se había enterado.

Ella tampoco encontró muy necesario informarle de ese hecho, aparentemente.

Lo vio por primera vez en la lavandería comunitaria, estaba tarareando una canción que Peter jamás había escuchado, era joven y bastante guapo, parecía apenas de su edad.

También estaba cargando a un bebé contra su pecho.

—Pareces un osito de invierno, duermes tan feliz... te deseo buenas noches, buenas noches. Descansa, Teddy —después, dejó un besito en la frente del bebé.

Peter sintió como su sangre se concentraba en sus mejillas, su corazón martilleó con fuerza mientras sus oídos captaban con impresión como los latidos de su nuevo vecino y de su hijo estaban armoniosamente sincronizados.

Sintió que se había enamorado, un poquito.

Su vecino pareció notarlo en ese momento, Peter se sintió un poco extraño al notar como los latidos del chico se aceleraban y ya no coincidían del todo con los de su hijo, pero algo dentro de él se sintió bastante conforme por provocar esa reacción.

—Lo siento, es un poco espeluznante que me haya quedado aquí de pie... pero tú hijo es bastante lindo- no me refiero a eso, quiero decir- te sienta bien ser padre, no soy un pedófilo.

Su vecino parpadeó un par de veces antes de reírse suavemente, como tratando de no molestar al pequeño que recién se había dormido.

—Soy Harry Potter —ofreció.

—Peter Parker—murmuró, rascándose con nerviosismo la nuca.

—Oh, ¿eres el sobrino de la enfermera May?

—Oh, sí, soy él.

Winter bear [spidermagic]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora