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Noto como me tiemblan las manos y a mis latidos zumbando en mis oídos mientras presiono el acelerador. Cuando miro por el espejo retrovisor, veo la camioneta de Dominic siguiéndome el paso.

Incluso puedo ver su imagen tras el volante. Podría decir que está igual de nervioso que yo. Y es que debido a mis nervios, intento soltar el acelador para que el momento nunca llegue. Pero resulta en vano cuando la estancia de mis abuelos aparece frente a mi campo de visión, a lo lejos en el horizonte, pero cada vez acercándose más.

Al llegar, Malcom está en el portón y lo abre de par en par para que pueda entrar mi coche, seguido de la camioneta de Dominic. Me estaciono junto al corral y respiro profundamente mirando a través del parabrisas. Es real. No era una alucinación mía.

Aron está aquí. En Wyoming. Frente a mi coche.

Me siento tibia cuando bajo de mi coche y mirando hacia atrás, mi mirada se encuentra con la de Dominic cuando él hace lo mismo. Se aproxima a mí y juntos caminamos en silencio hacia donde se encuentra Aron, con el resto de la familia. Pero noto como Dom se queda atrás cuando al verme, el hombre al que he engañado me sonríe y se acerca.

Él intenta besarme, pero le gano a su movimiento y logro evitar su boca con un abrazo. Le rodeo los hombros y me siento ahora me siento totalmente fría. No hay ningún sentimiento bueno que me afecte justo ahora.

No son los brazos correctos.

—Por Dios, Lonnie. ¿Dónde estabas? –pregunta, apartándose de mí. Su mirada viaja a lo que está detrás de mí y el corazón me duele. —Hola, ¿cómo estás? Soy Aron.

Estira su mano hacia mis espaldas y cierro mis ojos con fuerza durante un suspiro cuando escucho su voz, llena de incomodidad:

—Dominic. Un gusto.

Trago saliva y miro aquellos ojos verdes cuando Dom pasa por nuestro lado, intentando alejarse de nosotros para no levantar sospechas, y cuando miro a Davon, él me regala una expresión perdida.

Entonces sé que no soy la única que todavía no cree toda esta situación. Esto es un verdadero problema.

—Qué bueno que ahora estemos todos juntos. –comenta la inocente Maira. —Deberíamos hacer una cena entre todos para relajar los nervios de la boda.

Aron se da la vuelta y le sonríe mientras yo siento como sujeta mi mano.

—Claro que estoy en eso.

Mientras todos parecen estar contentos con esta inesperada visita, yo solo observo a Aron, como si se tratara de una extraña persona en mi vida, sin comprender qué está ocurriendo en realidad.

—¿Qué estás haciendo aquí? Creí que tenías reuniones y...

—Bueno si, pero me he dado cuenta de que me necesitas aquí y le pedí unos días a Matt para venir contigo a la boda.

Ese es el tema, ya no lo necesito aquí. Ya no soy suya, nunca he sido suya completamente.

—Tu abuela ya me ha dado una habitación y todo. –comenta con una sonrisa. —¿Por qué tus cosas no están aquí?

Su puta mierda...

No debería decirle aquí mismo frente a todo el mundo que le he puesto los cuernos con el hombre que nunca he sacado de mi corazón y armar un revuelo antes de la boda de Davon. Eso la arruinaría y no quiero ser la culpable de ello. Ya son demasiadas estupideces como para agregar una más.

Quizás pueda hablar con él luego de la boda y dejar en claro qué es lo que quiero.

—He estado en la hacienda de Dominic estos días. Aquí no habría mucho espacio de todas formas ya que mi madre también llegará y otras personas de la familia. Así que...

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