Indomable

16

Cuando llego a casa de mis abuelos, Dominic me mantiene prisionera dentro de su camioneta durante unos minutos, y con la lengua un tanto acalambrada, cruzo el portón y camino hacia la estancia cuando me deja en libertad.

Saludo a mi abuela y le prometo darme una ducha rápida para poder ayudarla con la preparación de la cena. Camino hacia la habitación y busco una muda de ropa limpia. Pero antes de encerrarme en el baño, el móvil suena en la mesita de noche.

Es increíble que hasta hace unas semanas atrás no podía soltarlo y ahora ni siquiera me percato de su existencia. Lo tomo y veo la llamada entrante de Kelly.

La echo muchísimo de menos y quiero volver a verla, a pesar de que no quiero marcharme de aquí.

—Holaaa. –saluda emocionada cuando la recepción me permite contestar. —Esto de la distancia ya me tiene un poco podrida. ¿Tú no te aburres sin mí?

—Claro que te extraño, Kelly. Aunque estar aquí no es para nada aburrido. —digo, y sin darme cuenta sonrío.

—¿Y eso por qué? ¿Tu vaquero ocupa bien tu tiempo?

—Exactamente. –respondo —Kelly... me he enamorado de él.

Esa es la confesión que he tenido atorada en el pecho, siento que la he tenido guardada allí durante siglos y que solo ahora que lo he dicho puedo respirar con tranquilidad.

Es la realidad. Me he enamorado de él.

—Vaya, ¿y ya se lo has dicho? –pregunta Kelly con curiosidad, y se la escucha sorprendida. Y no la culpo en absoluto.

Me quedo callada durante unos segundos y ella insiste, pensando que se ha ido la señal.

—No, todavía no. Es que no sé si deba.

—¿Por qué no?

—Porque voy a irme cuando el verano acabe, y creo que he estado ignorando esta idea de amarlo por miedo a lo que sucederá cuando eso ocurra. –suspiro. —¿Cómo está todo en la ciudad? –pregunto para cambiar el tema. —Necesito el chisme citadino.

Kelly se ríe. —Disfruta del amor tanto como puedas, Lonnie. Porque es lo único que hace tus días diferentes.

Suelta aquellas palabras y luego responde un sin fin de historias. Una ex compañera del instituto está embarazada; ha habido un robo en la tienda de la esquina de su casa y otras cosas que olvido rápidamente. Dejamos la llamada a los pocos minutos gracias a que la línea se interrumpe. Recojo la ropa y me meto en la ducha para repasar sus palabras en mi cabeza una y otra vez.

Sé que las cosas no tienen vuelta atrás. Jamás las han tenido.

••••

La tarde cae en la hacienda y me doy una ducha para esperar mi siguiente clase de manejo con Dominic.

Lo cierto es que la última me ha gustado mucho y el hecho de que Dominic sea mi profesor me gusta aun más. Él enseña con paciencia y carisma, y espero pasármela igual de bien hoy.

Me pongo unos shorts de mezclilla viejos que tengo y una camiseta color lila antes de recogerme el cabello para evitar que me cause más calor. Cargo una botella con agua y salgo al porche para sentarme en la escalera y esperarlo.