El Café Del Amor

Capítulo 9

ELIZABETH:

Odio tener que trabajar un día lluvioso, estos días lo único que se me apetece es dormir todo el día y luego cuando me despierte ponerme a jugar en los charcos de agua, no me importa que me llamen infantil, amo la lluvia pero cuando es mi día de descanso.

Pero no se puede, lastimosamente.

-No tienes que acompañarme si no quieres, Vane- Digo observando la lluvia desde la ventana mientras me ponía las botas y buscaba mi bufanda.

-Ay, por favor, ni siquiera está lloviendo tan fuerte.- Dice pero luego resuena un trueno. -Bueno… para eso están las sombrillas ¿no?-

Suelto una pequeña risa por su ocurrencia y salimos del departamento poniéndonos las capuchas y con una sombrilla para las dos.

Íbamos caminando rápidamente cuando en un semáforo escuchamos el sonido de la bocina de un carro, haciéndonos voltear y grande fue nuestra sorpresa al ver la cara de Carlos asomarse por la ventanilla.

-¡Hola! ¿Les gustaría que las llevemos? No creo que sea buena idea caminar bajo la lluvia a menos que quieran tener un resfriado.- Nos dice mirándonos amablemente, con Charles mirándonos en el asiento del conductor.

Vane y yo nos miramos por un momento, indecisas.

-¿Y si son secuestradores?- Le susurro a Vane.

-Bueno, fuimos a unas cuantas clases de defensa personal, ¿no? Simplemente les damos un rodillazo en las bolas y salimos corriendo.- Susurra de vuelta encogiéndose de hombros empezando a caminar hacia el carro conmigo siguiéndola mientras cierro la sombrilla.

Lentamente entramos al carro mientras murmuramos a la vez un “permiso”. quedando yo detrás de Charles y Vane detrás de Carlos.

-Van camino a la cafetería, ¿verdad?- Charles pregunta mirándome desde el espejo retrovisor.

-Sí, así es.- Respondo mirándolo con una pequeña sonrisa.

-Voy a poner algo de música, ¿les gusta Taylor Swift, señoritas?- Carlos dice, buscando música en su celular.

Vane y yo nos miramos con sonrisas cómplices.

-¿Bromeas? Nos encanta Taylor Swift.- Vane le responde con una sonrisa emocionada mientras se apoya contra el espaldar del asiento de copiloto, quedando cerca de Carlos.

-¿En serio?- Pregunta el pelinegro, Vane y yo asentimos. -¡Eso es asombroso!

Y de esa manera se rompió el hielo y los tres nos enfrascamos en una conversación sobre Taylor a la cual Charles no se incluía.

-¿Tú no escuchas su música?- Le pregunto solamente al conductor mientras me apoyo contra su asiento quedando nuestras caras cerca mientras Vane y Carlos hablan sonriendo al lado nuestro,

-No, la verdad no, aunque a veces Carlos pone sus canciones en el carro.- Dice volteandome a ver durante un momento antes de devolver su mirada hacia la carretera empapada por la lluvia.

-Deberías escucharla, te podría gustar.- Le digo suavemente cuando nos detenemos en un semáforo.

-Sí, tal vez lo haga.- Murmura mirándome intensamente con sus profundos ojos verdes.

Sonrío y luego vuelvo a prestarle mi atención a la otra conversación  de Carlos y Vanessa hasta que finalmente llegamos a la cafetería y observé como ¿intercambiaban números? Vaya, y decía que no era nada.

Nos bajamos del carro y nos despedimos con una sonrisa antes de correr hacia el local para evitar mojarnos más.

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