El Café Del Amor

Capitulo 5

ELIZABETH:

Por fin, es hora del almuerzo.

Abrí la puerta del apartamento e inmediatamente escucho como Mandarina empieza a maullar y a frotarse en mis piernas y de un momento a otro siento como ella se aferra a mi pie, sin soltarme.

-Mandarina, no, no hagas eso, me voy a caer.- Digo aunque ella hace caso omiso y sigue maullando, sin soltar mi pie.

Lentamente me dirigí a la cocina, con mi gata atrapada en mi pierna, y al hacerlo, tomo algo de su comida y se lo sirvo en su tacita. -Ven, come.- La aliento y finalmente suelta mi pie y empieza a comer.

Me lavo las manos y preparo algo para comer mientras escucho música. Al fin terminé de cocinar y comí rápidamente, no podía darme el lujo de demorar tanto ya que tenía que volver a trabajar.

Me despido de Mandarina, quien se queja maullando fuertemente, y salgo de nuevo, poniéndome un abrigo y cubriéndome la cabeza con la capucha ya que había empezado a llover.

El resto del día, el clima siguió de la misma manera, llovía, salía un poco el sol y de la nada empezaba a llover fuertemente, por lo que no hubo mucha gente en la cafetería y por eso conseguí salir más temprano y me dirigí a comprar el helado de chocolate antes de ir con Vane.

-Como soy la mejor amiga del mundo mundial, traje pizza.- Mi amiga me dice apenas entramos a la casa, con Mandarina frotandose en nuestras piernas.

Comimos mientras hablábamos sobre todo lo que había pasado esta última semana, ya que el fin de semana ella tuvo que irse por unos problemas familiares.

-Oh, se me había olvidado contarte, ¿sabes quienes están en Londres?- Ella dice, mientras mordía su pedazo de pizza.

-No, ¿quiénes?- Pregunté acariciando a mi gata quien se encontraba en mi regazo.

-Charles Cooper y Carlos Brown, son jóvenes empresarios y además de tener mucho dinero están guapísimos.- Dice sacando su celular, mostrándome una foto de ellos.- Dicen que están aquí para cerrar unos negocios.

-Oye, yo los conozco.- Respondo mirando detalladamente la foto.

-¿Qué? ¿Cómo? ¿Son tan guapos como en la foto?-

-Oh, sí, supongo, ellos fueron a la cafetería, yo los atendí.-

-Eso es genial, tal vez mañana me pase por ahí casualmente.- Dice riendo mientras me da un pequeño codazo a modo de broma, haciéndome soltar una carcajada.

-Bueno, señorita, ¿y qué es lo que sabes de ellos?- Digo comiendome otro pedazo de pizza.

-Carlos Brown, tiene 27 años, es Londres, trabaja en la empresa familiar y, lo más importante, es soltero.-

-¿Lo más importante?- Pregunto alzando una ceja por la prioridad de Vane.

-Obvio, es lo más importante. Bueno, Charles Cooper, también tiene 27 años, es originario de Mónaco pero se crió en Londres e igualmente trabaja en la empresa familiar, ambos son socios y también está soltero. No me preguntes cómo sé todo eso.-

-De acuerdo… que interesante, supongo.- Dije encogiendome de hombros.

-Bueno, mañana iré contigo a la cafetería, ¿de acuerdo?- Dice con una sonrisa traviesa.

Asiento y seguimos conversando y luego vimos películas, hasta que finalmente nos quedamos profundamente dormidas en la sala donde estábamos.

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