I

1.4K 88 33
                                    

19.11.10

Otra vez llega tarde. 

Ayer me dijo que me llevaría a Tokio después de clases, aprovechando que Tsumiki inició sus cursos de natación e inglés. Pero como de costumbre, ya ha pasado un buen rato desde mi horario de salida y no hay rastro de él. Por suerte tengo a Shiro acompañándome, aún así se me hace molesto que después de todo este tiempo siga siendo irresponsable.

No sé cuánto habrá pasado pero me ha parecido una eternidad desde que salí de clase hasta que el auto negro por fin se detiene frente a mí.

El cristal de la parte trasera desciende lentamente revelando esa sonrisa tan molesta que tiene, como si no fuera suficiente que llega tarde, además parece burlarse de mí.

—¿Qué hay con esa cara? —pregunta y no puedo evitar fruncir más el ceño—. Sube o te hago irte caminando a Tokio.

Abre la puerta, bajando y quitándome la mochila. Shiro se adelanta y yo le sigo, acomodándome. Cuando Gojo-sensei sube, revisa mi cinturón de seguridad. Es un poco molesto que aún siga chequeándolo como si tuviera cinco años.

—Te preguntarás por qué te llevo a Tokio hoy, ¿no?

Era cierto que no era uno de los días que habíamos acordado para entrenar en Tokio y se me hizo extraño, pero realmente no me importan las razones. Lo miro unos segundos, y tiene esa expresión que hace cuando va a contarme algo aunque no lo haya pedido.

—Hay alguien a quien quiero presentarte.

Aunque continúa hablando, no le presto demasiada atención. Cuando llegamos a la escuela, me guía hacia las habitaciones, y al detenerse frente a la puerta, mete la mano a su bolsillo para extenderme unos pañuelos.

—Ten, los necesitarás.

Le observo confundido y tras tomarlos toco un poco mi nariz sin comprender bien por qué me dio aquello, pero antes que preguntar prefiero simplemente guardarlos en mi bolsillo.

Da unos golpecitos y tras unos segundos, la puerta se abre, pero Gojo-sensei tapa toda mi visual y la verdad, no tengo mucho interés en a quién quiere presentarme esta vez.

Mueve sus manos y gesticula de una manera ridícula, mientras da una breve introducción para finalmente dar un paso al costado, extendiendo ambos brazos para presentarme. No puedo evitar mirarle con desgano, ganándome un pequeño golpe en el brazo de su parte mientras me indica que mire al frente.

Me sorprende ver a una niña de mi edad, casi tan confundida como yo con la situación, pero siento que mi rostro se relaja con solo mirarla. Ladea un poco su cabeza, y su largo cabello se desliza hacia el costado. No puedo evitar fijarme en aquella cicatriz en su sien y que lleva algunas vendas en sus muñecas y tobillos. No sé si es la manera en que el sol pega en su rostro o cómo su mirada me parece gentil, pero se ve muy diferente a otras niñas que he conocido.

—Megumi Fushiguro —pronuncio y bajo rápido la vista, aunque me gustaría continuar viéndola a los ojos.

—Akemi Hinode —responde con un tono es dulce y sereno.

No entiendo bien las razones por las cuales Gojo-sensei me querría presentar a aquella niña, y lo primero que cruza mi mente es:

Moonlight || Megumi FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora