Capítulo Quince

545 80 14
                                    

Intentaba correr lo más rápido que podía, debía agradecer que incluso siendo alguien menor era lo suficientemente rápido como para que las personas a su alrededor no se dieran cuenta de que estaba solo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Intentaba correr lo más rápido que podía, debía agradecer que incluso siendo alguien menor era lo suficientemente rápido como para que las personas a su alrededor no se dieran cuenta de que estaba solo

Sin hacer mucho ruido abrió aquella puerta un poco vieja haciendo que frunciera el ceño

Con cuidado se escabulló intentando buscar algo, vio una puerta entre cerrada y con sigilo entro viendo a un gran grupo de hombres junto con algunos perros maltratados

No hizo ningún ruido, solo se escondió detrás de la puerta asomando más de una vez su cabecita, había visto suficientes series de policías y aquellas personas se veían sospechosas

Debía saber que planeaban

- ¿Hoy mismo? ¿El jefe está de acuerdo con eso?

- Que si idiota, hoy mismo estos perros deben llevar las bombas, el jefe ya quiere que comience la operación y si tenemos suerte incluso nos dará un aumento

El menor frunció el ceño un poco confundido hecho otra mirada para esta vez ver a los hombres e intentar recordar sus caras

- Por eso el jefe nos dio a todos estos perros, aunque no están bien entrenados, lo importante es que lleven las bombas entre sus pelajes

Apretó la vieja puerta de madera, una pequeña vena se dibujó en su frente mientras apretaba los labios

- Inhumanos...- Pensó apretando con más fuerza la puerta haciendo que se rompiera, miro horrorizado el pesado de madera en sus manos sintiendo un leve dolor

- ¿¡Qué fue eso?!

Hablo uno de hombres, esta vez encapuchado, apurado, se alejó de la puerta corriendo e intentar alejarse, pero entonces sintió como agarraron su camisa alzándolo

- ¿Un niño? ¿¡Quién carajo dejó entrar a un niño?!

Grito el encapuchado mirando a los demás que era un poco más jóvenes que él, por alguna razón dedujo que era el líder

Se intentó mover con fuerza intentando liberarse del hombre, pero le era casi imposible, no estaba ni siquiera lo suficientemente cerca del hombre como para darle una patada

De repente un ladrido hizo que mirara hacia la puerta mirando a aquel perro de cabellera rojiza oscuro acercándose hasta el hombre para mover su brazo haciendo que lo soltara y cayera al suelo golpeándose un poco fuerte

Fue entonces cuando todos los hombres y jóvenes comenzaron a agarrar cualquier objeto, tubos, palos y bates

El canino se colocó enfrente del ojiszafiro protegiéndolo, el menor miro a los mayores y a la puerta que se encontraba semiabierta Volvió a mirar a los hombres y después a la puerta, suspiro y miro al canino como si le leyera la mente, el perro comenzó a correr hacia la puerta haciendo que algunos gritaran ordenando que los capturaran

Quirky familyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora