"Rey de los asesinos" así era llamado un apodo que su compañero le solía llamar, un demonio que no dudaba en matar a todo a aquel que su organización se lo pedía, eran considerados como el perfecto dúo, jamás fallaban en sus misiones y nunca expresa...
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El sonido de personas hablando de asuntos importantes como empresa, dinero e incluso presumiendo sus joyas era algo que ya estaba acostumbrado, sus vacíos ojos zafiros miraban a su alrededor
Vestía de un elegante traje negro, su cabellera bien peina junto a una trenza que su compañero solía hacer y una cinta negra junto a un elegante sombrero
Intentaba ignorar el hecho de que había dos jóvenes damas que hablaban emocionada con él intentando llamar su atención, pero el rubio estaba concentrado en algo o mejor dicho
Alguien
No tan lejos de él se encontraba la figura de un hombre con cabellera pelinegra largo amarrado con una cola de caballo, tenía un elegante traje blanco y una corbata negra, el hombre se encontraba alado de quien sería su víctima
Un hombre de la mafia, mafia que molestaba mucho a su organización y si no fuera por él ahora mismo ambos hombres no se encontraran ahí
Rimbaud Arthur se llamaba su compañero y a diferencia de él, él se encontraba al lado derecho de mafioso, después de todo no era de esperarse que alguien como él le llamara la atención a su compañero, vio como el pelinegro comenzó a alejarse un poco de quien es su víctima
Para después el sonido de una bomba se hiciera presente asustando a todos los presentes que comenzaba a agacharse, dio una sonrisa y sacó la pistola que tenía, comenzó a disparar
Muchos se alteraron e intentaron huir, pero era imposible, el sonido de la bomba provenía desde afuera y el olor a quemado asustaban a muchos
El rubio intentó ignorar los gritos de todo acercándose y esquivando las balas que tenía por delante, escondiéndose detrás de una mesa mientras recarga su arma - ¡Malditos que creen que hacen, arruinaron mi fiesta!
Se logró oír los gritos de la esposa del hombre, saco un poco su cabeza dándose cuenta de que había más personas resguardadas y no era de esperarse la mitad de los presentes para no decir todos tenían que ver con la mafia Razón suficiente como para no sentir pena de matar a todos
- ¡Acércate y lo mataré!
Grito el hombre teniendo de rehén a su compañero quien solo miraba sin ninguna expresión al hombre mafioso
- Tienes a un pésimo rehén
El hombre miró confundido al rubio para después sentir un fuerte golpe en su estómago haciendo que el arma que tenía apuntando la cabeza del pelinegro cayera y el joven espía pudiera agarrarlo
No dudo en jalar el gatillo dos veces dejando al hombre muerto en el suelo, los guardias comenzó a atacar siendo esquivadas
Otro sonido de bomba asustó a los presentes e incluso a los guardias que dejaron de disparar por un minuto, minuto suficiente para que el dúo comenzara a matarlos sin ningún problema
