Sanji por fin se da cuenta de sus sentimientos por Usopp y planea demostrárselo, sin saber que casi toda su tripulación, si no es que toda, no está dé acuerdo con su plan.
Una historia donde Sanji quiere conquistar a Usopp y sus compañeros lo evita...
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Brook estaba muy alegre de volver con su tripulación, pasaron dos largos años sin ellos. Extraño cantar en compañía de ellos, verlos haciendo sus actividades, aunque él no tenga ojos, y sin duda lo más que extraño fueros sus "aventuras" con el cocinero de los sombreros de paja.
Cada que llegaban a una nueva isla, ellos se tomaban un tiempo para ir a ver señoritas. Siempre terminaban con moretones y chichones porque Nami los descubría o porque Brook le preguntaba a las demás si podía ver sus panties.
De solo recordar estos sucesos, las risas lo invadían. Al final del día muy pocas chicas, o es que ninguna, les correspondía, pero la compañía de nakama aligeraba el rechazo, por eso le preocupó mucho el hecho de que Sanii según se haya enamorado del pequeño Usopp, porque vio como es un Sanji enamorado y como se puede desenamorar en cuestión de segundos. No quería que ninguno de sus dos compañeros sufriera, especialmente Usopp, porque él pensaba que el cocinero solo tenía un enamoramiento pasajero y no iba a dejar que alguien jugara con los sentimientos del moreno.
Después de la incómoda y corta revelación que el rubio hizo frente a la tripulación, todos decidieron que no iban a dejar a sus dos compañeros solos, por nada en el mundo.
Así que ahora se dirigía en busca del rubio, se acercó con ligeros pasos a la cocina y se sorprendió al ver que en ella estaban los dos jóvenes que no tenían que estar juntos, Sanji tenía acorralado al pequeño Usopp contra la isla de la cocina.
Se aclaró su garganta y con torpes pasos entró. Los menores se separaron de manera rápida y tosca.
Sanji tosió disimuladamente para que toda la atención se fuera a él. Prendió su cigarrillo y miró a Brook con seriedad—¿Pasó algo, Brook?
El esqueleto salió de su transe y los miró divertido a ambos, no le gustaba la idea que Sanji jugara con Usopp, pero tenía que admitir que la situación era demasiado entretenida.
—Acabamos de llegar a una nueva isla—Aviso—Me preguntaba si a nuestro cocinero le gustaría ir a dar uno de nuestros paseos—Le intentó guiñar un ojo, aunque él no tuviera.
—¿D-De s-sus paseos?—Usopp se acercó a ellos con lentitud y con una postura nerviosa.
—Si mi querido Usopp, uno de nuestros paseos—Brook empezó a dar vueltas en su lugar al emocionarse por la mención de sus paseos.
—Brook, no creo que pue-
—¿Qué hacen en sus paseos?—Interrumpió el moreno al rubio.
—Usopp, no es nada...
—Bueno, usualmente le coqueteamos a algunas damiselas y las invitamos a salir—El músico explicó. Tal vez así no pasaría nada entre ellos. Vio como la expresión de Sanji pasaba de una sería a nerviosa y la de Usopp una temerosa a una lastimada que la cambió en cuestión de segundos.
