Sanji por fin se da cuenta de sus sentimientos por Usopp y planea demostrárselo, sin saber que casi toda su tripulación, si no es que toda, no está dé acuerdo con su plan.
Una historia donde Sanji quiere conquistar a Usopp y sus compañeros lo evita...
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Se removió incómodo, no se encontraba en una posición acogedora. Sintió el peso extra en su hombro moviéndose, por lo que se giró a verlo. Ahí residía Usopp, quien había mojado su camisa con sus lágrimas. Le echo un vistazo y lo vio destrozado, cosa que no le gusta.
Las lágrimas secas recorrían su rostro, sus ojos parecían tan hinchados como Luffy cuando comía, su cabello desparramado con algunos mechones en su frente lo hacían lucir más atormentado. El moreno se durmió con una mueca de angustia en su adorable rostro.
Odio verlo en ese estado y odio más al causante. Usopp era como su hermano pequeño, aunque no lo admitiera. Siempre buscaba su protección, que nadie pudiera dañarlo era una de sus prioridades y la situación de que alguien lo hubiera realizado ante sus narices, (no solo un extraño, sino su compañero de equipo, alguien en que pudiera confiar), no lo adoraba.
Se sentía enojado consigo mismo por no prever la situación. El sí se dio cuenta de la proximidad que crecía entre sus ambos compañeros e intentaba que no siguiera aumentando. Los interrumpía de manera muy grosera cuando los veía juntos, siempre intentando crear una pelea entre el cocinero y él, o incluso a veces usando su fuerza, como las veces que empujó al pervertido lejos de Usopp, pero al final no sirvió para nada, porque no sabe como lo hizo, pero el maldito ero-cook puso a la mayoría de la tripulación de su lado y ellos lo cubrieron para que se acercara a Usopp.
Y gracias a eso, todos se hallaban en una situación no muy favorable. La tripulación separada no era algo que les conviniera a ninguno de ellos y menos aún cuando uno de sus nakamas estaba tan triste como Usopp.
Sabía que esto iba a pasar en algún momento. Sanji iba a fallarle a Usopp. Puede entender más o menos, que no lo hizo con mala intención, porque hasta él intuye que el cocinero no abandonó la banda por gusto propio. Él fue testigo de muchas veces a la harta lealtad que el rubio tenía hacía Luffy, lo había visto pelear por sus sueños y por el de los demás, por lo que abandonara la tripulación de un día a otro no era algo lógico.
Aunque, inevitablemente, sentía una tremenda furia hacía al cocinero. ¿Y como podía no hacerlo? Él tenía a Usopp dormido en su hombro después de tanto llorar.
Le urgía que los demás volvieran con el cocinero, tenían cosas que aclarar.
(...)
El sentimiento de alivio e irritación recorría su cuerpo.
Por fin los demás llegaron, trayendo consigo al conocido cocinero.
No podía mentir que él también se alegraba por el reintegro del cocinero amoroso, aunque no lo dijera en voz alta. Él era una parte fundamental en la tripulación, alguien quien impulsaría a Luffy a lograr sus metas y realizar sus sueños, así que le era claro que lo necesitaban y que sus compañeros lo querían, pero eso no significaba que le permitiría acercarse al moreno.
