Usopp yacía acostado con su espalda recargada en un barril, tenía su libreta de dibujo apoyado en sus piernas dobladas. Trazaba sin mucho cuidado sobre la hoja blanca, observando el grafito manchar todo a su paso.
Quería aire fresco para aclarar sus dudas, últimamente le nublaban la mente y no le permitía tener su rendimiento habitual. Sus pensamientos lo carcomían por dentro, dejándole un peso doloroso en su pecho.
Esa noche se encontraba haciendo guardia, le rogó a Zoro que le permitiera ser la persona que llevara la vigía acabo, porque quería estar a solas, sin que el cocinero de vueltas en su alrededor.
Pero, fue para nada, porque últimamente Sanji lo evitaba, seguía siendo amable y cariñoso con él, pero no se comparaba a cómo era hace unos días. Lo relaciona con la charla que tuvo el rubio con su capitán, Luffy le dijo que hablaron de él y ya, se negó a darle más información. Incluso, trató de sobornarlo con carne, pero este la rechazó para su sorpresa.
Según él, no hizo nada para que la dolorosa indiferencia del cocinero estuviera en él, aunque tal vez era lo mejor. Con la distancia nueva, podía pensar bien sobre sus sentimientos. Sus sentimientos reales, no los que eran alterados por las acciones amables del cocinero.
Porque, para ser sinceros, él pensó que en realidad había superado al cocinero, pero desde la confesión que le hizo Luffy: "Sanji dijo que está enamorado de ti", su corazón no paraba de bailar en felicidad con cada mínimo tacto.
Había veces en las cuales temía que su corazón tomara control de cuerpo y le plantara un beso al cocinero, transmitiéndole sus sentimientos con sus labios bailando sobre el otro, sin necesidad de palabras, pero luego sus instintos cobardes se apoderaban de él. Le recordaban las palabras hirientes del pasado y las actitudes pasadas de Sanji.
Pasadas...
Si se dio cuenta del gran cambio en Sanji, era cobarde no estúpido, y odiaba a su corazón cuando se estremecía pensando que los cambios fueron por él, por Usopp, por el feo y debilucho Usopp.
No podía ser real, porque un caballero como Sanji, tan guapo y fuerte, se enamoraría de él. De un hombre, poco atractivo y cobarde.
No quería hacerse ilusiones, aunque ya era tarde para eso y lo sabe.
Solo recordar el vacío en su pecho y el desgarrador dolor que cargaba desde la mañana, por la actitud distanciada del cocinero, no podía seguir así...
Unas pisadas que él reconocía se hicieron oír, volteo sabiendo con quién se encontraría.
—¿Te desperté?—Pregunto Sanji, luciendo culpable. Traía consigo una manta azul y afelpada.
—No, claro que no—Se apresuró a hablar—¿Necesitabas algo, Sanji?—Interrogo mientras se abrazan así mismo, el frío por la noche era infernal.
—V-Venía a dejarte esta manta, creí que estabas dormido, entonces pensé que yo podría hacer la guardia por ti—Explicó, intentando no trabarse en las palabras.
Inevitablemente, una sonrisa se hizo presente en la cara de Usopp.
—No es necesario, Sanji. El gran capitán Usopp no siente cosas mundanas como el frío—Se señaló a sí mismo, dándose aires de grandeza.
Escucho la agradable risa del mayor y causándole un cosquilleo en su cuerpo.
—Si tú lo dices, capitán Usopp—Sanji le guiño un ojo, provocándole un gran sonrojo en su oscura piel y se dio la vuelta para irse.
—¡Espera!—Usopp grito, levantándose de su cómoda posición. Tenía que actuar ahora—No tienes que hacerlo, Sanji...
—¿Hacer qué?—Inquirió confundido, no tenía idea del rumbo que tomó la conversación.
—Conquistarme...—El moreno dejó salí el aire que no sabía que retenía, mientras que Sanji empezaba a retener su propia respiración.
—¿C-Conquistarte?—Sanji se sonrojó, era un poco difícil de ver por la oscuridad que lo rodeaba, pero el carmesí en sus mejillas fue notable para
Usopp.—Sí, Sanji—Suspiro—No tienes que conquistarme porque ya lo hiciste, hace mucho tiempo...—Ahora fue el turno de Usopp para sonrojarse, evitó mirar al cocinero a la cara, no se atrevía a ver la expresión que tenía.
—Usopp—Un montón de pensamientos inundaron su cabeza.
—Sanji...—Sintió como temblaba su voz—Yo quiero estar contigo.
Dio un corto paso para acercarse al contrario, al mismo tiempo que Sanji cortaba la distancia con un paso gigantesco y juntaba sus labios, sin dejarle decir otra palabra más.
Jadeo ante el repentino impacto, sin saber qué hacer, sus manos sudaron e intentó seguirle el beso con movimientos torpes. Sanji sonrió durante el beso, ya lo habían hecho antes, pero ahora se sentía diferente.
—Desde ahora no te desharás de mí, Usopp—Hablo Sanji después de separarse. Amigos hombres juntaron sus frentes y se regalaron una brillante sonrisa, que podía competir con el mismo sol.
—Soy yo quien debería de decir eso—Se burló.
∘❉∘
Al día siguiente, la tripulación veía con una sonrisita en sus caras a la parejita. No necesitaban que se los dijeran, ya todos sabían lo que pasó la noche anterior.
Estaban orgullosos de sus compañeros, podrían ser felices juntos y no esconderse más.
Por fin le damos final a esta historia 😉
ESTÁS LEYENDO
¡Conquistando a Usopp (y a la tripulación) - Sanuso
HumorSanji por fin se da cuenta de sus sentimientos por Usopp y planea demostrárselo, sin saber que casi toda su tripulación, si no es que toda, no está dé acuerdo con su plan. Una historia donde Sanji quiere conquistar a Usopp y sus compañeros lo evita...