Sanji por fin se da cuenta de sus sentimientos por Usopp y planea demostrárselo, sin saber que casi toda su tripulación, si no es que toda, no está dé acuerdo con su plan.
Una historia donde Sanji quiere conquistar a Usopp y sus compañeros lo evita...
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Expulsó por última vez el humo de su cigarrillo y lo apagó contra la barandilla del Sunny. Seguía viendo a su adorable moreno y a su capitán pescando.
No entendía como había llegado a este nivel, aun estando a distancia de Usopp su corazón latía violentamente con solo verlo y escuchar su escandalosa risa. Quiso acercarse para tomarlo entre sus brazos, posar sus manos en su estrecha cintura, descansar su cabeza en el hombro del propio e inhalar el aroma de shampoo de coco y pólvora que emanaba el menor.
Se quedó viéndolos a la distancia. Ambos jóvenes parecían que se divertían, ya había intentado acercarse, pero en su prueba, Luffy lo vio con una expresión seria, algo inusual en el, y distrajo a Usopp.
Quería estar con Usopp, sin esconderse. Ya lo hizo mucho en el pasado y no lo seguirá haciendo, el narizón no se merece eso. No importa que tenga que enfrentar, si tiene que dejar sus sueños, él estaría con Usopp. Por eso, hoy hablaría con su capitán.
Luffy no es alguien que entienda aunque le intentes explicar con peras y manzanas, pero iba a hacer que el azabache entendiera que ama a Usopp sobre cualquier cosa.
(...)
Cerró los ojos, disfrutando el sol contra su piel y la suave brisa del mar pegando contra su cara. Dejo salir una risa que invadió a su acompañante.
Observó a su alrededor y se encontró con casi todos sus nakamas riendo, tomando el sol y divirtiéndose, su pecho se llenó de un cálido abrazo. Le encantaban estos días, donde todos sus amigos disfrutaban y le regalaban la mejor melodía; sus risas.
Se preguntó dónde estaría el rubio, era el único que no lo vio en la cubierta. Lo más seguro es que esté cocinando una deliciosa comida para todos. Su estómago rugió por comida ante el pensamiento del almuerzo que estaría preparando Sanji.
Podría ir y molestarlo, aunque el cocinero no reaccionaría bien. Tal vez si manda a Usopp sería diferente, el rubio aceptaría encantado darle alimento al moreno, no importa si no es horario, el mayor se lo daría y no le reclamaría. Luffy lo sabía, no era tan tonto como los otros pensaban, él sabía lo que estaba pasando con Sanji y Usopp.
Incluso, diría que se dio cuenta desde que ambos se conocieron. Fue testigo del brillo que nació en los ojos del rubio cuando se enfocaron con los del moreno, recordó sentirse apenado por presenciarlo, el mundo siguió, pero ellos dos se detuvieron. Sinceramente, nunca ha sido capaz de experimentar un momento como ese, pero agradecía que vio el de sus amigos.
Desde ese momento la relación de Usopp y Sanji fue muy especial, él lo noto. No era como la suya y Zoro, tampoco era como la que tenía él con los nombrados, era una que trascendía el vínculo de amigos, en ese momento no lo entendió, ahora si lo hacía.
