"La sombra de un pasado perdido"

capitulo 5

Ella miraba por el cristal de la ventana del auto mientras veía deslizarse las gotas de lluvia por él, ya que estaban regresando a casa. Él nota que estaba muy distraída pensando mientras miraba a través de la ventana.

- Y dime, ¿en serio crees que es lindo?

- ¿Ah?, ¿quién?, Itzel pone la mirada en él mientras le pregunta algo confundida por su pregunta.

- Pues quién más, Irán.

- Ah, él, sí es muy buena persona, ¿por qué?

- Escúchame, él no es una buena persona, tengo demasiadas sospechas de él, aunque sería buena idea tenerlo cerca.

- Podría acercarme más a él, ser alguien de confianza.

- ¡No!, ni siquiera pienses hacer eso.

- ¿Por qué?

- Tu único trabajo aquí es tener contacto con tus antiguos colegas para darme puntos fijos de información, no necesito que estés con ese tipo.

- ¿Estás celoso?, Itzel se sintió un poco ilusionada al pensar que quizás estaría celoso.

- No, no lo estoy, no confundas las cosas. Solamente me preocupa por ti porque me siento culpable de que seas mi esposa y estar en boca de todos, pero solo es eso.

- Pe...perdón por lo que dije.

- Olvidemos eso.

- Entiendo.

Llegando a casa, David fue directo a su despacho mientras Itzel se sentía un poco mal por los comentarios en el coche. Sin embargo, no solo se sentía mal por eso, sino también por la sensación de estar sola en aquella fiesta. Esto la llevó a pensar en aquel tipo al que llamaban Irán. Él parecía ser una buena persona, por lo que Itzel no entendía por qué David no lo soportaba. Aunque esto lo confundió con celos, Itzel terminó durmiéndose mientras pensaba en aquello.

Por otro lado, David estaba en su despacho en casa. Estaba pensando en cómo se sintió al ver a Irán e Itzel juntos platicando. Su estómago se revolvía tan solo al recordarlo, aunque esto no le afectó tanto. Era solo una mala sensación.

"A la mañana siguiente, Itzel se levanta sin ganas de la cama y va directamente a la cocina, donde encuentra a Dani desayunando cereal.

-Buenos días, Itzel. Papá me dijo que estarías en casa todo el día hoy, y quería preguntarte si podríamos ir a la feria.

-Buenos días. Mmm, déjame pensarlo, Dani. Quizás no quiero ir.

-Entiendo. La cara del niño cambió de felicidad a decepción.

-Es mentira, alístate temprano para pasar todo el día juntos los dos.

-Gracias, Itzel, eres la mejor. Voy a limpiar mi cuarto para ir.

-Mientras tanto, yo me iré a bañar, Dani.

Luego de salir de casa, ambos llegaron a la feria, donde Dani la hizo subir de juego en juego mientras ella se quedaba sin energía. El niño parecía seguir queriendo jugar, hasta que Dani y Itzel sintieron hambre, por lo que decidieron ir a un restaurante.

-¿Dónde quieres ir a comer, Dani? ¿Conoces algún lugar que te guste?

-No, no sé dónde, aunque mi tía siempre me llevaba a comer a un puestito de hot dogs.

-¿Sabes dónde queda?

-He... no.

-Mmm, bueno, creo que me acordé del nombre de un restaurante. Déjame buscarlo en Internet y veremos la dirección. Mientras tanto, súbete al coche.