〔AU〕•°「El nuevo compañero」°• (Lukamos)

9- "Aún No".

「Aún no lo quiero, aún me cae mal y siento que es un niño en un cuerpo de un tipo de 18 años, pero disfruté estos días con él; descubrí que le gusta dar muchos abrazos, y estos me hacen bien a veces. Aunque también pienso en lo que dijo Toni, que Sergio hace todo esto porque le atraigo. ¿Y si tiene razón? Quizás por eso actúa como un infante. ¿Sergio tendrá un lado en el que actúe de su edad? Me da risa de tan sólo pensarlo. Volviendo al anterior tema, debería tratar de ver hasta dónde llega esto, y porqué Sergio hace esto y si es verdad lo que me dijeron.

Luka Modrić, 23/11/?」

«Hasta donde llegue esto» Se repitió en la cabeza de Luka. No podía creer en la decisión que tomó. ¿Y si Sergio se le declaraba? Le aterraba esa duda, no sabría qué decir. Las ideas de los posibles destinos de lo que estaba por hacer estaban martillando su cráneo.

ੈ˚28/11

Estos últimos días Ramos estuvo buscando cualquier excusa para juntarse con Modrić, y este aceptaba cada una, aunque la mayoría se terminaban descartando por pereza de ambos.

Ese día ocurrió algo que dejó a Luka atónito, algo que no pudo quitar de su cabeza por más que trate.

Ambos habían terminado sus lecciones del día, y en vez de ir para la habitación juntos como algunas veces, tomaron distintos caminos; Sergio fue hacia la habitación de Cristiano a pedir unos apuntes, y Luka fue hacia la cafetería con Kroos y Casemiro a beber una nueva bebida que estrenaron. Sergio quiso ir, pero su carrera universitaria importaba también.

Ramos llegó más temprano que Modrić a la habitación que compartían, y allí quedó esperándolo hasta que sintió la tarjeta de la puerta ser escaneada. Se acercó lo más rápido posible a la puerta mientras sus manos se agitaban. Al ver entrar al croata a la habitación, lo abrazó demasiado fuerte.

- Ay, Sergio, ¡Me aplastas! - Dijo mientras luchaba para respirar.

- ¡Te he echado de menos! - El sevillano aflojó sus abrazos y miraba a Luka con mucha alegría.

- Sergio, nos hemos visto hoy a la mañana.

- ¿Ya no puedo extrañar a mi amiguito con cara de conejito?

- ¿Qué no era una nutria? - Preguntó confundido y con una leve sonrisa algo burlona.

- Ah, ere' atento, ¿Eh? - Fue ahí cuando Ramos dio un beso en la mejilla del contrario.

El más bajo no sabía qué hacer, se quedó helado y con ganas de que la tierra lo trague.

- Y... Y- ¿Y eso? - Fue lo único que pudo decir con mucha vergüenza.

- Es un gesto de que sí extrañé a mi mini compañero de habitación.

Modrić pensó: "¿Mini? Yo no soy mini". Estaba por decírselo pero Ramos siguió dándole besos en la mejilla. Sintió acostumbrarse, hasta que sintió como uno de los besos tocó la comisura de sus labios.