- ¿Y a ti en qué te incumbe? ¡Eres un metiche!
- ¡Y tú un pesado!
Luka Modrić cambió de habitación y conoce a un grupo de jóvenes, En el cual uno de ellos le robaría el corazón sin que se de cuenta. ¿Logrará llevarse bien con todos?
· AU estudiantil...
Luego de una larga tarde de romance con Sergio (abrazos, besos, alguna que otra caricia, etc.), salí de la habitación a "tomar aire", algo raro en mí.
En lo que caminaba me di cuenta que me descuidé a mí mismo por una hora y ya tenía un novio; no cualquier novio, Sergio era mi novio. Era algo que me confundía de lo rápido que pasó, y algo que me gustaba, ya que para mí es el hombre más lindo que había visto alguna vez. Aparte, es atento, amable y amoroso.
Ya que tenía novio, quería ser el mejor novio posible. No quería que Sergio sufra, así que aproveché que salí de casa y fui por un regalo para él.
«¿Qué le gusta a Sergio? ¿Qué le puedo dar?»
«¡Le gustan los animales! Pero... Nah, no puedo meter a un cachorro o a un gato a la universidad.»
«También me ha dicho que le gustan los coches... ¿Le compraría un coche? Si tuviera el presupuesto, claro.»
«Eh... ¿Le gustarán las flores? Creo que le compraré algunas.»
Salí rápidamente en búsqueda de la floristería más cercana, y cuando llegué, me sorprendí con la gran cantidad de flores que había allí dentro (para donde estaba, creo que es bastante obvio), y eso significaba tomarme un largo rato en analizar cuáles eran las indicadas para Sergio.
Luego de aproximadamente diez minutos, opté por unas rosas blancas.
— Son diez euros, joven. — Dijo el encargado con seguridad mientras acomodaba el pin que traía su nombre en el uniforme, se llamaba James.
No le eché mucho el ojo si era costoso o no, pero era para él, para Sergio Ramos.
Saqué el billete arrugado de mi bolsillo y se lo entregué sin pensarlo dos veces.
A punto de salir me paró un chico tocándome la espalda, que se me hacía conocido de algún lado. Cuando dí la vuelta, empezó a hablar, preguntando una cosa tras otra.
Ya con hablar supe que era amigo de Sergio. Sabía de él porque habíamos hablado dos veces ahora que lo recordaba.
— Ehh... H- Hola, sólo vine a comprar esto por mi... por mi... ¡Por mi pareja! — Luego de responder eché mejor un vistazo y en sus manos cargaba un ramo de claveles rojos. — ¿Y esas flores que cargas tú? ¿Tú también tienes una pareja?
Me respondió avergonzado.
— E- ¡No! Bueno, estoy tratando de tener, y- vale, las flores son para el chico que me gusta.
— Whoa... ¿Y a quién es ese amigo?
¡Bravo para Luka Modrić, porque Sergio Ramos le contagió lo chismoso!
— Se llama Andrés, es un... gran amigo mío, y quería darle un pequeño detalle.
— Vale, te deseo suerte en eso, ¿Cómo era tu nombre?
— Xavi, dime Xavi.
Luego de hablar unos cortos minutos de hablar con ese tal Xavi, salí de la floristería. Para mi sorpresa, había empezado a llover y yo había ido caminando hacia allí, así que me costaría conseguir algún taxi.
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