- ¿Y a ti en qué te incumbe? ¡Eres un metiche!
- ¡Y tú un pesado!
Luka Modrić cambió de habitación y conoce a un grupo de jóvenes, En el cual uno de ellos le robaría el corazón sin que se de cuenta. ¿Logrará llevarse bien con todos?
· AU estudiantil...
tw: mención de temas delicados (intentos de suicidio, autolesiones y TCA).
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El cuaderno dañado fue levantado del suelo. Uno de los anillos que sostenía las hojas se había doblado, por lo que las hojas estaban algo sueltas. A Luka le preocupó bastante el hecho que él mismo hizo, y empezó a abrazar su cuaderno culpándose de ser un monstruo. Fue ahí cuando vio su brazo vendado por Sergio. Estaba a punto de rasguñarse, pero la venda le hizo recordar que su compañero se preocupaba por que él sane. Optó por salir del baño y guardar su cuaderno en el mismo lugar de siempre.
La única opción que le quedó hacer era acostarse a dormir. Pensaba en seguir esperando a Sergio, pero ya iban a ser las 12 y este aún no volvía de su juntada con sus amigos.
Durante la madrugada, Modrić despertó al sentir una mirada sobre él. Pensó que Ramos ya había llegado, y no se equivocaba, su compañero estaba mirándolo desde su cama. Hicieron contacto visual durante un rato. Luka estaba confuso de por qué el español lo miraba de esa manera, ya que este lo miraba de arriba a abajo con una expresión un tanto extraña.
— ¿Qué miras tanto? - Fue pronunciado desde la boca del croata.
El sevillano miraba el rostro de su compañero con deseo y admiración. Analizaba detalladamente las facciones de Luka, notó que este no tenía los atributos estereotípicos, pero que aún así era bello; lo distinto o marcado de feo, Luka lo hacía lindo.
— ¿Qué te pasa que no respondes?
— Perdón. Me gusta verte así, te ves lindo...
— ¿Ok? — Dijo Modrić con una voz somnolienta. — ¿Hace cuánto viniste?
— Creo que hace como... 30 minutos, y no puedo dormir...
El más bajo notó algo extraño en la voz de su compañero. Esta se escuchaba un tanto más feminizada y entrecortada.
— Sergio... ¿Has bebido?
— Eeeh... ¿Quizás un poquitito..?
— Ay Dios... — Estas palabras fueron acompañadas por un bostezo. —Tenía que ser Sergio Ramos y sus estupideces.
— Pero bien que te gusto yo y mis estupideces...
Luka abrió sus ojos como platos y devolvió su mirada a Sergio.
— Pff, vaya barbaridades dice el borrachito. — Dijo cubriéndose su rostro avergonzado. — Anda, deja de decir estupideces.
Sergio se acercó a la cama de Luka y lo tomó de la cintura.
— Me pides que pare porque te enamoras más... Igual tú tampoco eres feo, me pareces taaan lindo...
