La Universidad Nacional de Seúl, es la universidad más prestigiosa de Corea del Sur. Forma parte de la élite coreana de universidades SKY. Es aquí donde se encuentran los estudiantes privilegiados del país. Pero, ¿quién pensaría que en una de las mejores universidades de Seúl se llevaría a cabo uno de los mayores misterios de todo el país?
Christopher Chang y Mina Chang son uno de los matrimonios más famosos e importantes de todo el país. Dueños del hotel más importante de Seúl, el Four Seasons Hotel Seoul. Con millones de wones, el matrimonio podría conseguir lo que quisiera, ¿verdad? Pero sin importar todo el dinero del mundo, no les devolvería al chico que les dio la felicidad que tanto anhelaban.
Jay Chang, de 22 años, se encuentra en los mejores años de su vida. Con una herencia de millones de wones a sus pies, puede vivir la vida que todo adolescente desea. Pero el ingenuo Jay no esperaba que esa sería su última tarde en la prestigiosa Universidad Nacional de Seúl.
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Como todas las mañanas en la vida de un joven multimillonario, solo tenía que abrir los ojos, ponerse de pie, darse una ducha y bajar a desayunar en una enorme mesa donde todo lo que ansiaba comer ya se encontraba en el comedor. El joven Jay Chang no era la excepción.
—Buenos días, Mamá— Un risueño chico de estatura promedio, toma asiento en la silla que se encuentra a la vista de un hermoso jardín de la mansión.
—Buenos días, querido. ¿Dormiste bien?— Su madre, Mina, le sonríe como todos los días— .Hoy tu padre tiene una reunión muy importante con el CEO Zhang.
—Como siempre— susurró el joven para sí mismo.
—Cariño, sabes muy bien que tu padre tiene una vida muy ocupada. ¿Crees que es fácil para él no estar con su familia todos los días?
—Por favor mamá, papá siempre está ocupado en su empresa, siempre tiene cosas que hacer y nunca saca tiempo para su familia. Dime mamá, ¿cuándo Leeseo tuvo el accidente, alguna vez se tomó el tiempo de ir a verla al hospital?
—¡Basta ya de hablar de tu padre de esa forma, Jay! No tienes derecho a juzgar a tu padre cuando sabes que se parte la columna por los lujos que tienes hoy en día.
El joven se levanta enojado de la silla y suspira antes de decir sus últimas palabras en la mansión Chang.
—Sabes que mamá, ya no tengo hambre. Estoy harto de que en esta casa todos aparenten que todo es perfecto— Suspira—. Ten buen día, madre. Me iré a la universidad. Nos vemos después.
Jay sale de la sala del comedor, ciertamente enojado. Él no esperaba tener esa discusión con su madre, ya que no suelen pelear mucho debido a que tienen una relación muy unida de madre e hijo. De sus pantalones color azul oscuro saca las llaves de su auto, abre la puerta del coche y toma asiento en el puesto del conductor.
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Un enorme triángulo en forma de V invertida y L igualmente invertida es lo primero que se puede observar al llegar a la lujosa entrada de la universidad.
El joven millonario se dirige al estacionamiento de la universidad, donde estaciona su auto y toma sus pertenencias para iniciar un camino que lo llevará al enorme portón de la universidad. Cuando llega a este, lo primero que sus ojos observan son a miles de estudiantes, algunos sonriendo, grupos de amigos reunidos y uno que otro maestro.
Ignorando el ambiente de alegría, sus pasos se dirigen al ascensor. Camina unos cuantos pasos para luego presionar el botón número dos. Al llegar al piso número dos, nota que el pasillo está más vacío de lo normal, lo cual para él es un poco raro, ya que normalmente está muy lleno debido a que es el lugar donde se encuentran los clubes de la facultad de ciencias.
Al llegar al baño, entra a uno de los cubículos para hacer sus necesidades. Después de unos dos minutos, sale y se dirige al lavamanos. Al mirar por el espejo, puede observar a una persona con botas de construcción en uno de los cubículos. ¿Botas de construcción? Es sumamente extraño que un estudiante vaya así a la universidad.
Quería seguir mirando, pero fue interrumpido por el tono de llamada de su teléfono.
—Ey Jay, ¿dónde estás? Te estamos esperando en la cancha. Recuerda que hoy tenemos entrenamiento todo el día— al otro lado de la línea se puede escuchar la voz de su mejor amigo, Park Sunghoon—. ¿No lo olvidaste, verdad?
Jay Chang jamás pensó que ese día, en ese baño, sería la última vez que él podría volver a hablar, porque no sabía en qué momento, sin siquiera alcanzar a poder responder, la pregunta de Sunghoon, la persona que se encontraba en ese cubículo, movió la perilla de la puerta para salir. Quería gritar, en serio, quería gritar lo que sus ojos vieron reflejado en ese espejo. Ese baño sería lo último que vería ese día.
Una persona mucho más alta que él, con prendas negras cubirnediendo su rostro con una enorme capucha y sosteniendo un enorme cuchillo de carnicero en su mano derecha, se encuentra detrás de un Jay atemorizado. Sin permitirle hablar o reaccionar a tiempo, su mano, que sostiene el cuchillo, se dirige al cuello del joven millonario.
—Mira qué fácil es para mí poner mis manos en tu cuello.
Son las últimas palabras que Jay Chang escucha, porque es demasiado tarde cuando esta misteriosa persona pasa el afilado cuchillo por su delicado cuello, como si se tratara de un sushi, haciendo que la sangre salga disparada hacia el espejo.
Un fuerte sonido del cuerpo de Jay desplomándose en el suelo es lo que se escucha. Un joven se desangra tratando de poner sus manos en su cuello para detener la sangre, mientras una misteriosa persona solo lo observa, inclinando su cabeza a la derecha sin siquiera inmutarse, para luego proceder a quitarse la máscara, sorprendiendo al joven Jay, casi sin vida, con sus ojos sumamente abiertos.
Con su vista empañada por las lágrimas y su respiración sumamente débil, el recuerdo de la discusión que tuvo con su madre esa mañana sería la última vez que podría escuchar la voz de su progenitora. Él jamás pensó que este sería su último día. Así, él hubiera deseado no tener esa discusión con su madre y simplemente despedirse de ella como solo ella sabía, con una hermosa sonrisa y depositando un cariñoso beso en su frente.
Quién pensaría que la muerte del heredero Chang desataría uno de los misterios más grandes del país, destruyendo la tranquilidad de la prestigiosa Universidad Nacional de Seúl, llena de jóvenes adolescentes millonarios que solo esperaban diversión.
