Taerae y Gunwook llegaron al orfanato en el auto del peli morado. En el camino al orfanato, Gunwook le dio sus medicamentos a Taerae, lo cual al mayor le parecía extraño porque ya los había tomado a las 9 de esa misma mañana.
—Amor, ¿te pasa algo? Te noto pensativo— preguntó su novio al verlo tan pensativo.
—No es solo que se me hace raro lo de los medicamentos, sabes, ya no sufro ansiedad como antes y los chicos me dicen que estoy muy delgado.
—Tae, ya hemos hablado de esto— tomó las manos de su novio—. Los medicamentos te sirven para que la ansiedad desaparezca por completo. Puedes decir que ya no la sientes, pero después puede volver, ¿entiendes?— el pelimorado asintió—. Ves, es mejor, ya no pensemos más en eso.
Gunwook jaló a su novio para que caminaran hacia la puerta del orfanato, aún así Taerae no estaba convencido y peor aún con la carta de –J quería saber qué ocultaban su novio y Yujin.
Cuando llegaron a la puerta y tocaron el timbre, 15 segundos después una señora de mayor edad les abrió la puerta.
—Buenos días— sonrió la mujer—. ¿En qué les puedo ayudar el día de hoy?
—Hola, mi nombre es Kim Taerae— hizo una reverencia—. Él es mi novio, Park Gunwook. Estamos aquí porque queremos saber información sobre dos hermanos que estuvieron aquí en el orfanato.
—Claro, pasen— se apartó—. Sigan y me dicen más acerca de los hermanos.
La pareja entró al orfanato, observando a muchos niños que se veían felices. Taerae sintió felicidad al saber que los niños no estaban en las calles y estaban en un lugar como ese; él realmente quería formar una familia con Gunwook. La amable señora les trajo un delicioso café caliente con leche, y la pareja le agradeció.
—Bien, cuéntenme quiénes son esos hermanos que están buscando.
—Bueno, hace un par de años un chico murió en un incendio en el campamento Smile, donde mis amigos y yo asistimos, y ahora nos enteramos de que ese chico tenía dos hermanos. Realmente deseamos saber quiénes eran sus dos hermanos— dijo Taerare.
—Y ¿cómo se llamaba el chico que murió en el accidente?— preguntó la señora confundida.
—Lee Felix, ese era el nombre del chico que murió en el incendio.
La señora se levantó de su puesto y se fue a donde, al parecer, guardaban archivos de los niños que recibían en el lugar. Cinco minutos después, volvió con unos archivos.
—Lee Felix, sí tenía dos hermanos. Recuerdo que uno de ellos mencionó a su hermano fallecido. Es muy triste que falleciera a temprana edad— Taera se sintió triste al saber que ellos provocaron la muerte de Felix—. Los hermanos de Lee Felix se llaman Lee Chaeyeon y Lee Donghyuk.
Los chicos jamás habían escuchado esos nombres ni siquiera los habían escuchado en la universidad, era muy extraño.
—Disculpe— habló Gunwook—. ¿Cómo eran ellos? Es decir, después de la muerte de su hermano, ¿ellos cambiaron alguna actitud?
—Cuando los hermanos llegaron al orfanato, se les notaba muy tristes. Habían perdido a su hermano, su madre había fallecido después de la muerte de Felix y su padre los abandonó. Son unos niños que pasaron por pérdidas, es muy triste que tengan que vivir eso tan jóvenes.
Taera se sintió muy mal. Ellos habían prácticamente destruido a una familia por su arrogancia y soberbia, provocaron tristeza en dos hermanos inocentes.
—Pero tiempo después empezaron a comportarse de manera extraña. No socializaban con otros niños, solo eran ellos dos— pensó—. Incluso una vez llegaron a cortar a uno de los niños con una tijera. Lo peor no era eso, lo peor era esto.
La señora les mostró unos dibujos muy cuestionables: los dos hermanos sostenían un cuchillo y había seis jóvenes muertos. Oh, por supuesto, esto espantó a Taerae. Por otro lado, su novio no comprendía.
—¿Ellos planeaban asesinar a alguien a tan temprana edad?— preguntó el pelinegro, sorprendido.
—Cuando los mirabas a los ojos, solo se veía maldad, no había pizcas de bondad— dijo con tristeza—. Ellos decían que lo de su hermano no fue un accidente y que iban a vengarse de los responsables. Habían dicho que eran un grupo de seis amigos y que pagarían por la muerte de su hermano y por el daño que le causaron a su familia— Taerae dejó caer su teléfono por el asombro—. ¿Se encuentra bien, joven?
—Sí, estoy bien— mintió—. Muchas gracias por la información, nosotros ya nos tenemos que ir— se puso de pie—. Le dejaré mi número por si desea contarnos algo más acerca de los hermanos. Gracias.
La pareja se despidió de la amable señora y se dirigieron al auto.
—Pero ¿qué hemos hecho?— el peli morado rompió en llanto—. Le causamos daño a una familia tan buena.
Su novio no entendía muy bien lo que estaba tratando de decir, así que simplemente lo abrazó para que se tranquilizara. Cuando ya se sintió mejor, se dirigieron a la casa del peli morado.
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—Hola Matt, encontramos información de los hermanos.
—Perfecto, nos reuniremos lo más pronto posible— respondió su amigo al otro lado de la línea—. Bien, te dejo, patito. Cuídate, sí.
El peli morado se despidió de su mejor amigo y colgó la llamada, para luego sentarse en las piernas de su novio, quedando sus pies a cada lado de la cadera de Gunwook.
—Hace mucho tiempo que no tenemos un momento para nosotros— dijo el peli morado acariciando el cabello de su novio.
Era cierto, desde que empezaron las amenazas de –J, él y Gunwook no tenían intimidad. Realmente extrañaba ese contacto con su novio.
El menor asintió, empezando a acariciar la delgada figura de su novio. Gunwook realmente amaba a Taerae, pero le importaba más lo que pensaran los demás de su novio.
