𝐕𝐚𝐜𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐥𝐮𝐳𝐧𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬

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[Tres meses después]


Los cinco amigos decidieron tomar unas vacaciones por todo el estrés que habían tenido en todos estos meses.

Ricky le había pedido la cabaña prestada a su primo Hendery. Querían pasar un fin de semana como pequeñas vacaciones después de todo lo que habían vivido.

Los cinco estaban en el auto del rubio mientras conversaban entre ellos.

—Tarta, pero no es la comida; Mu, pero no el sonido de la vaca; Do, pero no la nota musical. ¿Qué es?— dijo el rubio mientras conducía.

—Mmm, malísimo— respondió el pelirrojo.

El sonido de notificación del teléfono de Taerae interrumpió el momento. El peli morado miró su teléfono viendo que eran mensajes de Gunwook.

—Oye, zorra, ¿qué te dije?— dijo el castaño sentado en los asientos traseros del auto junto a Yujin y Hao.

—Sí, nada de mensajes— respondió en voz baja—. Lo siento.

—Nada de mensajes y nada de chicos durante todo el fin de semana— les recordó el rubio observando por el espejo cómo Hao se mensajeaba en el teléfono con Hanbin.

—Wow, eso suena tan fabuloso— dijo el pelirrojo en tono sarcástico.

—Cierra la boca, Hao— el rubio sonrió.

—Tal vez esto es una mala idea, miren, no quiero que pasen su fin de semana aburridos— el peli morado miró a sus amigos.

—Estupendo, invitemos a los chicos— Hao dijo emocionado.

—Con eso no ayudas mucho, Hao— dijo el menor sonriendo—. Si Hanbin te engañara, yo no estaría haciendo chistes cada 5 minutos.

—Primero, Hanbin nunca me engañaría y segundo, solo es una broma, Tae, no quiero que pienses en eso todo el fin de semana— sonrió mirando al chico de pelo morado—. Piensa que este fin de semana es todo para ti.

—Ricky, ¿en la choza de tu primo hay electricidad?— preguntó el castaño.

—¿Por qué piensas en depilarte?— sonrió de lado.

—¿Cómo te atreves, rubio oxigenado?— sus amigos estallaron en risas.

Se la pasaron todo el camino hablando mal de los chicos. Este fin de semana era solo para ellos cinco.

—Bien, ya casi llegamos— Ricky miró hacia la ventana, notando que estaban cerca de la cabaña de su primo.

—El suspenso me está matando— el castaño torció los ojos recostándose en el hombro del menor.

Llegaron a la cabaña de Hendery, era hermosa, con una vista increíble: solo naturaleza y un enorme lago.

Se adentraron a la cabaña, el pelirrojo se tiró en el sofá, Yujin se sentó en el suelo y Matthew al lado de Hao. Por otro lado, Taerare le preguntó a Ricky dónde estaba el baño.

El peli morado se dirigió al baño, estando solo sacó su teléfono para ver los mensajes de Gunwook. Eran mensajes de que lo extrañaba, de que por favor volvieran, que lo amaba. Quería responder los mensajes, pero no había señal. Rendido, salió del baño y se sentó en el sofá con sus amigos. Ricky notó algo extraño.

—Déjame adivinar, no hay señal— Taerae lo miró sorprendido—. Ay, eres un horrible farsante, no le respondas los mensajes a Gunwook este fin de semana, es solo de nosotros, sin chicos. Si Hao puede resistir, tú también.

En ese momento, el pelirrojo se acercó a ellos gritando.

—Aquí no hay maldita señal— lo apuntó con su teléfono—. Dijiste que nada de chicos y de celulares.

—¿Por qué tanto problema? La gente ha pasado miles de años sin celulares— respondió el rubio con el ceño fruncido.

—Ya está bien, mejor vamos al lago— propuso el menor.

El grupo de amigos se dirigió al lago, nadaron todo el día, jugando entre ellos y haciendo chistes. Les alegraba que Yujin ya estuviera mejor después de lo de –J.

La noche llegó, todo fuera de la cabaña era oscuro. Ricky, Matthew y Taerae estaban sentados en el sofá; por otro lado, Hao y Yujin se sentaron en el suelo.

Comenzaron a jugar "¿Qué prefieres?" haciendo chistes muy cuestionables, pero toda la tranquilidad se acabó cuando se escuchó un ruido fuera de la cabaña.

—¿Qué fue eso?— preguntó el peli morado asustado.

—Relájate, Tae, debe ser un mapache— respondió el rubio.

Pero el ruido volvió a sonar y un tanto asustados, se pusieron de pie. Hao tomó una linterna.

—Bueno, voy a tener que ir a averiguarlo— sonrió, dejando la cerveza que estaba tomando en el suelo, y caminó hacia la puerta, abriéndola.

Se paró en el marco de la puerta, observando que solo era oscuridad en el bosque. Los demás chicos estaban detrás de él, agarrados de las manos. Era extraño que Hao no estuviera asustado.

—¡Hola!— alumbró hacia la oscuridad—. ¿Hay alguien ahí?— silencio—. ¡Oigan, asesinos en serie! Aquí hay cinco chicos calientes que no han tenido sexo en mucho, mucho tiempo.

—Hao, eso es muy peligroso— dijo el rubio, pero el pelirrojo le sonrió coqueto—. Es en serio, Hao.

Sin decir nada, se encaminó hacia la oscuridad del bosque.

Sus amigos asustados salieron de la cabaña, dándole la espalda a la puerta, pero esta se cerró, provocando que los cuatro pegaran un pequeño grito.

—Está cerrada— el castaño trató de abrir la puerta, pero no podía.

Asustados, los cuatro se tomaron de las manos cuando escucharon cómo algo se acercaba hacia ellos, soltaron un fuerte grito.

𝑷𝒓𝒆𝒕𝒕𝒚 𝑳𝒊𝒕𝒕𝒍𝒆 𝑳𝒊𝒂𝒓𝒔 | 𝒁𝑩1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora