𝐋𝐚 𝐬𝐚𝐥 𝐬𝐞 𝐞𝐧𝐜𝐮𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐡𝐞𝐫𝐢𝐝𝐚

356 121 155
                                    

[ Lunes 2:37 pm, Mansión Zhang ]


Zhang Hao se encontraba sentado en el salón de su mansión, con los pies apoyados en su mueble y estirado como si fuera una sirena del mar.

Se preguntaba: ¿Cómo fue que pasó toda esta situación? Primero lo del Señor Wen, segundo, un trabajo que no había presentado en su clase de química analítica, tercero, su secreto, su secreto más profundo y oscuro.

¿Cómo alguien tan joven tiene que pasar por situaciones de estrés como estas? Fue interrumpido por el sonido del timbre de la mansión. Se levantó de su cómoda posición para caminar hacia la puerta. Al llegar a esta, la abrió y vio a su mejor amigo, Ricky.

—Osito— Ricky se abalanzó sobre él para darle un fuerte abrazo—. Te extrañé tanto, o sea, no es como que estuviera en otro país, pero ya sabes, casi no nos vemos y seguro estabas teniendo sexo con Hanbin— sonrió de lado el rubio.

—Ric, cállate. También te extrañé mucho. ¿Cómo has estado?—  separándose del abrazo, caminaron hasta sentarse en el gran sofá donde estaba Hao anteriormente.

—Excelente, ya sabes, los bonitos siempre estamos bien— sonrió, provocando una pequeña risa en el pelirrojo—. Pero oye, ¿cómo estás con Hanbin? ¿Ya son novios?— preguntó Ricky con una gran sonrisa en su rostro.

—Ya sabes, solo es sexo, ese fue el acuerdo... ya sabes cómo me siento— el pelirrojo había perdido la sonrisa al hablar de Hanbin—. No es mutuo, yo lo arruiné enamorándome de Hanbin. Era solo sexo, pero Ric, él es tan atento y tan lindo conmigo que no pude evitar caer por él.

—Bebé, no te pongas así— miró a su mejor amigo tomando sus manos—. Estás asumiendo cosas que no son seguras, bebé. Hanbin te ama, él ha cambiado por ti, es gracias a ti. No asumas que no es mutuo, arriésgate y averígualo—  abrazó a su amigo.

Seguirían con su abrazo de amistad, si no fuera porque el timbre sonó por toda la mansión. Hao se separó del abrazo y corrió hasta la puerta para encontrarse con los tres restantes.

—¿Cómo estás, perra?— saludó Matthew abrazando al pelirrojo—. A todo esto, ¿dónde está el rubio mal teñido?— Los chicos no pudieron evitar soltar una carcajada estruendosa por el comentario de Matthew; al parecer, su amigo ya estaba de buen humor.

—Hola, Matthew, estoy bien, gracias por preguntar— Ricky se levantó de su puesto para dirigirse hacia donde estaban los chicos—. Los extrañé a todos, perras.

Era increíble cómo esta situación de mensajes amenazantes los volvió a unir, compartiendo un abrazo de cinco, como lo hacían cuando tenían 14 años. Se separaron del abrazo para dirigirse hacia el gran mueble de Hao.

—Y bien, creo que es obvio que todos recibimos un mensaje de J— Yujin fue el primero en hablar. Es irónico cómo, siendo el menor, es el más directo.

Los demás chicos se quedaron callados. Ninguno iba a revelar sus secretos, por algo estaban ahí. Ninguno quería que se revelara, porque arruinaría su amistad. Sabían que no sería lo mismo, eran unos perfectos mentirosos.

—Lo que es extraño es que este J sabe más de nosotros que nosotros mismos, pero ¿quién tiene una inicial que su nombre empiece por J?— dijo Ricky.

—Jay— pronunciaron todos al mismo tiempo, sorprendiéndose por pensar lo mismo.

—Él está muerto, es algo ilógico chicos— quien habló ahora fue Taerae, manteniendo un semblante serio.

—Claro que es ilógico, además ya pasó un año de su muerte. No tiene sentido que después de un año, que todos iniciamos con nuestra vida, esta persona quiera hacer esto— dijo Matthew, quien se encontraba sentado al lado de Hao.

—¿No es obvio?— habló Yujin, sorprendiendo a todos por la forma en la que lo dijo. Este tenía su semblante serio, resaltando las facciones en su rostro—. Esta persona sabe todo de nosotros, es obvio que ya nos investigó. Es más que lógico, nos está probando, está jugando con nuestra cordura.

—Pero ¿por qué? No hemos hecho nada malo— habló Hao, quien mantenía su cabeza baja.

—Hemos hecho cosas horribles, lo saben muy bien. No somos unos santos, chicos. Cada uno tiene secretos, ya sea de ahora o del pasado, pero todos aquí hemos cometido errores y eso es lo que nos está atormentando— dijo Ricky poniéndose de pie mientras miraba a sus amigos.

—Tienes razón, pero estamos aquí porque queremos saber quién es J... Jay era el único que conocíamos por esa inicial, pero está muerto— dijo Hao imitando la acción de su amigo al ponerse de pie.

—Sí, pero puede ser que el que está detrás de esto esté usando la inicial de Jay para que no sepamos su identidad. Además, es raro que solo seamos nosotros y qué casualidad que Jay era nuestro amigo— quien habló esta vez fue Yujin, quien también se puso de pie.

—No somos los únicos, Yujin... el grupo de Hanbin también recibió estos mensajes y ellos también eran cercanos a Jay— dijo Ricky, mirando a todos los chicos.

Taerae fue el más sorprendido, ya que su novio no le había comentado nada de esto, y Hao también se sorprendió de que Hanbin no le hubiera dicho nada.

—¿Qué?— Matthew se puso de pie—. Ellos también. Ahora sí es extraño, porque todos éramos cercanos a Jay, aunque... Sunghoon— dijo Matthew.

—¿Qué tiene que ver Sunghoon, Matt?— preguntó Taerae, mirando a su amigo con una expresión de confusión.

—Chicos, Jay y Sunghoon eran mejores amigos y se contaban todo— Matthew dio su opinión logrando captar la atención de sus amigos—. Puede ser que Sunghoon se esté vengando por Jay.

—Es estúpido, Matt. No le hicimos nada a Jay. Además, ¿por qué Sunghoon tendría algo en contra de nosotros? Jay era nuestro amigo, incluso él fue parte del grupo— habló Yujin, quien no le convencía el pensamiento de su amigo.

—Bien, tenemos que empezar a buscar sospechosos e investigar a cada uno. Propongo que nos infiltremos en la universidad esta noche para buscar información de los que nos conocen en la oficina del director— dijo Ricky, con sus manos en su cintura.

—No lograremos nada— habló el menor de los cinco—. Tenemos como sospechosos a Sunghoon y diría que también a Yeonjun— los chicos se miraron entre sí confundidos por lo que había dicho el menor—. No se sorprendan, él nos odia, en especial a Hao. Fueron novios y le tiene cierto resentimiento. No olvidemos también la vez que él y Jay tuvieron una pelea en los baños.

—Yujinie tiene algo de razón. Los que podrían estar detrás de esto son nuestros enemigos. Sunghoon puede pensar que somos culpables del asesinato de Jay. Yeonjun tiene historiales con Hao— Taerae se quedó callado antes de seguir hablando—. También puede ser alguien relacionado con nuestros padres que se esté desquitando con nosotros.

—Tienes razón— habló Yujin, captando la atención de sus amigos—. En estos casos, como dice Tae, nuestros padres tampoco son buenos samaritanos. Algún error del pasado debe hacer que ahora nosotros, como sus hijos, seamos su blanco perfecto para afectarlos a ellos, tomando en cuenta que somos hijos de personas reconocidas a nivel internacional.

El grupo de chicos universitarios se quedó mirando entre sí. Tenían un plan: se infiltrarían en la universidad por la noche para investigar los antecedentes de los sospechosos que habían escogido.

El sonido de la notificación de los teléfonos de todos los chicos los sorprendió, ya que sonaron todos al mismo tiempo.

—Es él— dijo Matthew con un tono de preocupación—. "Sigo aquí, perras"— continuó Matthew.

—"Y sé lo que hicieron en el campamento Smile"— continuó Ricky.

—"Estare aqui atormentándolos"— dijo Taerae.

—"Es temporada abierta de mentirosos"— continuó Yujin.

—"Y estoy de cacería"— finalizó Hao.

—"De J Para BabyGirlz"— hablaron todos a la vez, mirándose todos aterrados. Sabían su secreto más profundo.

Estaban jodidos, lo sabían. J sabía lo que hicieron el verano pasado, sabía todo lo que ellos hicieron en el campamento Smile. Ese secreto, su primer secreto, el cual juraron llevarse a la tumba, los iba a hundir muy pronto.

𝑷𝒓𝒆𝒕𝒕𝒚 𝑳𝒊𝒕𝒕𝒍𝒆 𝑳𝒊𝒂𝒓𝒔 | 𝒁𝑩1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora