𝐋𝐥𝐞𝐯𝐚𝐧𝐝𝐨 é𝐬𝐭𝐞 𝐚 𝐥𝐚 𝐭𝐮𝐦𝐛𝐚

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El grupo de amigos se encontraba desorientado, recordando lo que pasó en ese verano cuando tenían 14 años en el Campamento Smile.

Flashback.

Un joven Hao de 14 años se encontraba acostado en la litera de arriba que le habían asignado los instructores del campamento. Eran las nueve de la noche y él estaba aburrido, mientras miraba el techo de madera. Todas las cabañas del campamento eran tablas pegadas hechas a lo diablo. Eran niños millonarios; sus padres los habían mandado a ese campamento para que aprendieran el significado de humildad y respeto.

—Hao, ven, Jay tiene otra broma para el rubio— su amigo Matthew abrió la puerta de la cabaña—. Tienes que venir a ver cómo Jay quiere asustarlo.

Sin decir ni una palabra, Hao bajó de su litera corriendo con Matthew hacia la cabaña donde se encontraba su grupo de amigos afuera de la cabaña de Felix, quien se encontraba durmiendo.

Jay, ¿qué haces con eso?—  preguntó un Yujin preocupado al ver que Jay a su lado tenía un galón pequeño de gasolina—. ¿De dónde sacaste eso?

Yujinie, no te preocupes, esta noche nos vamos a divertir con Felix— dijo Jay con una sonrisa en su rostro.

Jay tomó el galón de gasolina y lo esparció por fuera de la cabaña donde Felix dormía. Al terminar, tomó un fósforo para prenderlo.

Dime que es una broma, Jay. Esto ya es muy pesado— dijo un joven Ricky, quien se encontraba detrás de Jay con preocupación.

Jay, Ricky tiene razón. Esto ya no cuenta como broma, es peligroso—  Taerae trató de hacerlo entrar en razón, caminando hasta estar a su lado—. Está bien que lo molestemos por ser un nerd, pero esto no está bien. Puede salir herido.

Quieren relajarse, solo prenderé esto y él saldrá corriendo hacia el lago, es solo una pequeña broma—. Sin decir nada más, prendió otro fósforo y lo lanzó a la cabaña, incendiándose esta de inmediato.

Las llamas se hicieron más grandes, los gritos de un joven chico dentro de la cabaña eran lo único que se escuchaba. Todos los chicos estaban asustados, excepto Jay, quien mostraba una gran sonrisa en su rostro.

El plan no salió como Jay esperaba. Felix nunca salió de la cabaña, se había quemado vivo, estaba muerto. Habían matado a un chico que no les había hecho nada. Todo en el campamento se volvió un caos. Llegaron los bomberos, apagaron el incendio y sacaron el cuerpo quemado de Felix. El grupo de los seis chicos estaban aterrados, no sabían cómo reaccionar. Se suponía que serían unas vacaciones de enseñanza. Jay se había dado cuenta de que su plan salió mal, pero no se arrepentía.

Jay, como líder del grupo de amigos, los llevó hasta el lago.

Nos iremos de este campamento ahora y nunca, bajo ninguna circunstancia, mencionaremos lo que pasó. ¿Está claro?— Jay lucía más asustado mientras miraba a sus amigos uno por uno.

Los chicos tenían la cabeza baja. Hao estaba llorando, no podía creer que había participado en esto.

Haremos un pacto y, como tal, nos lo llevaremos a la tumba, ¿de acuerdo?— Su voz sonaba agitada. Sus amigos dijeron que sí, excepto Hao, quien solo asintió con la cabeza.

Se acercó al pequeño pelirrojo—. ¡No asientas con la cabeza, di que sí!— tomó a Hao del cuello y lo arrinconó en un árbol—. Nos lo llevaremos a la tumba, quiero oírlo, Hao.

Jay, suéltalo, lo estás lastimando— Ricky tomó a Jay de los hombros para tratar de alejarlo de su amigo, pero falló en el intento.

De acuerdo, Jay, lo llevaremos a la tumba— Hao estaba asustado, sus ojos estaban rojos de tanto llorar, mirando fijamente a Jay a los ojos mientras este apretaba su cuello.

Jay lo soltó bruscamente, dándole una última mirada a sus amigos, y se alejó del lago. Los cuatro chicos restantes se acercaron a Hao para abrazarlo.

Habían asesinado a Felix, un homicidio involuntario. No tenían la intención de matar a Felix, pero fueron cómplices, callándose y ocultando el secreto, muriéndose por dentro de la culpa. Habían jurado jamás revelar el secreto del crimen de Felix, y así lo harían; se lo llevarían a la tumba como habían prometido.

Fin del Flashback.

Hao se encontraba de pie abrazando su delgado cuerpo con sus brazos, con la cabeza baja, mientras lloraba en silencio. Matthew estaba a su lado, temblando; solo recordar ese verano le ponía la piel de gallina.

—No quiero ir a la cárcel, chicos— dijo Matthew, agarrando el brazo de Ricky, quien se encontraba más desorientado que el resto.

—No vamos a ir a la cárcel, Matthew. Lo que hicimos pasó hace años, además fue Jay quien inició el incendio— dijo Yujin, quien miraba a sus amigos. Estaba asustado, claro, pero no le iba a dar el gusto a J.

—Homicidio involuntario. Jay no tenía intención de asesinar a Felix, todo salió mal, pero aún así fuimos testigos de su muerte. No le dijimos a nadie, callamos su asesinato por años, seguimos con nuestras vidas mientras su familia estaba sufriendo. De cualquier forma, somos culpables — habló Taerae, quien se sentó en el gran mueble de Hao.

—Jay era un hijo de puta— expresó Matthew enojado, mordiendo su labio inferior por los nervios.

—No. Todos lo somos— habló Hao después de estar callado en toda la conversación, ahogándose con sus lágrimas—. Todos somos unos hijos de puta, unos asesinos mentirosos que solo disfrutamos jodiéndole la vida a Felix. Él nunca nos hizo nada, no le hacía nada a nadie, pero nuestro deseo de lastimar a los vulnerables por ser hijos de millonarios, el poder que teníamos, nos llevó a ser cómplices de las torturas que sufría Felix. Nos dejamos llevar por Jay, un jodido manipulador experto... y sea como sea, la muerte de Felix nos va a atormentar por toda la vida, cargando la culpa en los hombros, porque lo que hicimos no tiene perdón— rompió en llanto, no aguantaba más, se sentía de la mierda.

Sus amigos estaban con la cabeza baja, excepto Yujin, quien miraba por la ventana recordando ese verano. Sospechaba que quien podía estar detrás de esto tenía que ser alguien que conocía a Felix.

—Seguimos siendo unos mentirosos... Lo que hicimos no tiene perdón, pero tenemos que descubrir quién está detrás de esto. Seguimos siendo familia, chicos— dijo Taerae, mirando a sus amigos, quienes se encontraban sumidos en sus pensamientos.

—Nos reuniremos en el auto de Hao esta noche a las 11:40 pm. A esa hora, la universidad estará vacía. Buscaremos la información que necesitamos, nos iremos y comenzaremos con la investigación... Si somos una familia a pesar de toda la mierda que hemos hecho— habló Yujin, parándose firmemente en el centro de la sala.

—Ya estamos jodidos, jodámonos en esto juntos. Averigüemos quién nos está haciendo esto— dijo Matthew, sonriendo con tristeza y abrazando a Yujin por los hombros.

—Nos lo llevaremos a la tumba— finalizó Ricky, tomando de la mano a Hao y a Taerare.

Juntos, todos en el medio de la sala de la mansión Zhang, juntaron sus manos y planeaban seguir juntos, sin importar los secretos que llegue a revelar –J.

Dándose un fuerte abrazo para tratar de calmar sus miedos, se separaron del abrazo y salieron de la mansión de su amigo para dirigirse a sus casas. Tenían planeado lo que harían en la noche; todo tenía que salir bien, o al menos eso era lo que pensaba el grupo de ingenuos universitarios.

𝑷𝒓𝒆𝒕𝒕𝒚 𝑳𝒊𝒕𝒕𝒍𝒆 𝑳𝒊𝒂𝒓𝒔 | 𝒁𝑩1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora