𝑷𝒓𝒆𝒕𝒕𝒚 𝑳𝒊𝒕𝒕𝒍𝒆 𝑳𝒊𝒂𝒓𝒔 | 𝒁𝑩1

𝐌𝐚𝐧𝐭é𝐧 𝐚 𝐭𝐮𝐬 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐨𝐬 𝐜𝐞𝐫𝐜𝐚

Su cabellera rubia platino, su delgada figura y su alta estatura, junto con las proporciones de su rostro, lo hacen ver como una persona irreal. Él sabía que su belleza le ayudaría a conseguir todo lo que quisiera sin tener que mover un dedo, mientras a muchas personas les costaba cualquier cosa. Ricky es uno de los modelos más solicitados, tanto en Corea como en China, su país natal.

Ricky se encontraba sentado en su camerino, listo para una sesión de fotos. Era muy importante tener esta sesión sin estrés, pero todo lo bueno tiene que salir mal: su novio, Kim Gyuvin, se encontraba con él, reclamándole por cosas que no tenían sentido alguno.

—No puedo creer que aceptaras posar casi desnudo como una puta para esta sección— Gyuvin le estaba reclamando, echando humo por los poros de la rabia.

—¡Basta!— le gritó el rubio—. ¿Quieres dejar de comportarte como un idiota, Gyuvin? Siempre es la misma mierda contigo. Te traigo a estos eventos para que me apoyes y lo único que haces es reclamarme por mi trabajo— se había levantado de la silla de su camerino para mirarlo a los ojos—. Solo quiero tu apoyo, pero lo único que recibo de parte de mi novio es que me trata como un cualquiera.

—Corazón, perdóname si... no estaba pensando bien lo que decía— se acercó al rubio acariciando sus mejillas suavemente—. Prometo controlar mi temperamento, cariño.

—Está bien... ahora déjame arreglarme para la sección—. Se acercó a Gyuvin, dándole un corto beso en los labios, para dirigirse a su asiento.

Un rato después de que su estilista terminara de maquillarlo, se preparó con su atuendo de modelaje para hacer su sesión de fotos. Era viernes por la noche, exactamente las 8:35 pm, y sabía que su novio seguía allí con él. Después de terminar la sesión, iba a sentarse cuando su novio se acercó a él.

—Qué bueno que no hiciste ninguna pose provocadora— se acercó Gyuvin a él, tomando su muñeca y arrastrándolo al baño.

—Gyuvin, ya hablamos de esto. Tienes que dejar de ser tan tóxico con mi trabajo. Sabes que tengo que hacer trabajos de la universidad y aparte lo del modelaje. Solo quiero estar con mi novio que me apoye, pero lo único que haces es reclamarme por estupideces.

—Así que yo soy el malo... Ricky, estoy harto de que siempre tengas esas sesiones casi desnudo. ¿O acaso son para conseguirte a algún otro hombre y por eso esas fotos de puta?— se sorprendió porque lo único que sintió fue su mejilla derecha ardiendo.

—Me tienes cansado, Gyuvin. Cansado— le hablo el rubio—. No puedo hacer mi maldito trabajo sin que mi maldito novio me esté reclamando hasta por respirar. Yo no estoy detrás de ti y de lo que haces. ¡Nunca me has visto preguntándote a dónde sales con tus amigos! Y tú siempre me hostigas por todo. Se supone que estamos en esta maldita relación para apoyarnos mutuamente, pero siempre soy yo el que da lo mejor de sí y solo eres un maldito inseguro.

Sin decir nada más, el rubio salió del baño y camino hasta su camerino, tomando sus cosas para irse del lugar. Era tarde, miró su teléfono y eran las 8:55 pm. Buscó las llaves de su auto, y cuando las encontró, entró en este y se sentó en el asiento del conductor.

Estaba llorando, no aguantaba más. Sabía que por enfrentarse a Gyuvin tendría problemas más tarde, pero le dolía, es su novio y siempre son discusiones. En el cumpleaños 22 de Jay, él y Gyuvin se conocieron en esa fiesta. Él estaba bailando y Gyuvin lo invitó a bailar. Él realmente se había enamorado del castaño apenas lo vio. Dos semanas después empezaron a salir, como era de esperarse, al principio todo fue amor y rosas, pero después todo se tornó más oscuro.

Cuando cumplieron 1 mes después de la muerte de Jay, todo empeoró. Gyuvin le reclamaba por todo: dónde estaba, con quién estaba, a qué hora se iría a dormir, y si estaba con sus amigos. La primera vez que Gyuvin le pegó fue en una discusión, cuando Ricky estaba hablando con un chico de su carrera para hacer un trabajo. Fue una mala idea del chico darle un abrazo para despedirse, cuando Gyuvin estaba en el auto observándolo. De un momento a otro, Gyuvin bajó del auto acercándose al chico para golpearlo hasta dejarlo inconsciente en el suelo.

Después de eso, llegaron a la casa de Ricky y, como era de esperarse, le hizo su reclamo. Recuerda ese día, Gyuvin estaba enojado, a tal punto que, por el enojo, lo agarró del cuello amenazándolo, diciéndole que no quería volver a verlo con ese tipo, o si no, mataría al pobre chico.

—Dios mío, ¿en qué me metí?— estaba llorando, recordando todo lo que había tenido que pasar con Gyuvin, pero a pesar de todo, lo ama y no puede dejarlo ir.

Estaba a punto de llamar a Hao, pero recibió un mensaje desconocido para él.

De: –J
Para: Ricky

"Debe ser difícil ocultarle a tu novio que te besaste con su amigo Heeseung, ¿no, Ricky? -J."

Junto al mensaje había una foto de él besando a Heeseung en la fiesta de despedida que hicieron para Jay hace un año. Estaba asustado, si Gyuvin se enteraba de esto, lo mataría. No lo dudaría en matarlo, no tenía otra opción, tenía que hablar con su mejor amigo, así que le marcó.

—Hao, por favor, ayúdame, osito — estaba temblando tratando de calmarse—. Alguien me envió un mensaje y sabe que besé a Heeseung en la despedida de Jay.

—¿Qué?— al otro lado de la línea se podía escuchar a su mejor amigo, quien parecía haber llorado por el tono de su voz—. A ver, espérate... ¿quién te envió ese mensaje, Ricky?

—No tiene nombre, solo es una inicial: J... Hao, sabe lo que hice y tiene una foto— No tuvo respuesta del otro lado de la línea; parece que su amigo estaba desorientado—. Hao, sé que no tiene sentido, pero estoy asustado. Por favor.

—Ri-ricky... Y-yo, ese mismo J, también me mandó un mensaje con un video... alguien sabe nuestros secretos.

—¿Qué... quieres decir que también te enviaron un mensaje? ¿Hao, Por qué no me lo dijiste?—  No tuvo ninguna respuesta, solo un sollozo—. Lo siento, tenemos que hablar para hacer algo. ¿Crees que los chicos hayan recibido estos mensajes?.

—No lo sé, Ric. Matthew va a clase pero actúa muy extraño. No come y no habla mucho. Sabes cómo es él, Yujin siempre es reservado, así que es difícil saber si le enviaron algún mensaje. Y Taerae, no lo he visto últimamente, se la pasa con Gunwook.

—Bien, el lunes nos reunimos con los chicos en tu casa y hablamos de esto. Alguien sabe nuestros secretos y los está usando para chantajearnos, o quién sabe— dijo el rubio, observando que su novio ya venía para su auto—. Hao, me tengo que ir. Te quiero, adiós—  Colgó la llamada, mirando cómo su novio entraba al auto sin decir nada.

—Conduce, voy a dormir en tu casa esta noche— No quería pelear con Gyuvin, así que simplemente asintió con la cabeza, sin saber que su novio también había recibido un mensaje.

Gyuvin se encontraba mirando fijamente a la ventana, pensando en ese mensaje. Estaba asustado, nadie sabía eso, solo Jay, pero él ya estaba muerto. Tomó su teléfono y observó el mensaje otra vez.

De: –J
Para: Gyuvin

"Querido, debes controlar tus celos. No queremos que mates a Ricky como hiciste con tu ex novio Beomgyu. -J."

Observó a Ricky de reojo. Su novio lucía más pálido de lo normal, le temblaban las manos y sus ojos reflejaban preocupación.

—Recibí un mensaje de alguien. No tiene nombre, solo es una inicial J— dijo Gyuvin, tomado por sorpresa, a Ricky, quien detuvo el auto enseguida—. Al parecer, sabe un secreto mío.

—Amor, también recibí un mensaje de ese tal J— Ricky estaba asustado, por supuesto que no le iba a decir a su novio de qué se trataba el mensaje—. Hao también recibió un mensaje de ese J. Creemos que Matt, Tae y Yujin también.

—Al parecer somos el blanco de alguien— este soltó una risa que puso nervioso a Ricky—. Hablaré con los chicos para ver si también recibieron estos mensajes.

Sin decir nada, ninguno de los dos, Ricky volvió a conducir para llegar a su casa. Sabían que estaban en problemas. Como el grupo que siempre fue unido, empezaban a ser amenazados un año después de la muerte de Jay y que justamente la persona detrás de estos mensajes tenga la inicial de su nombre.