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（𝟤𝟤－𝟣𝟤－𝟤𝟢𝟤𝟥）
Viernes, día de fiesta. Mia se encontraba muy feliz, tenía muchas ganas de bailar y tomar alcohol, su cuerpo ya lo pedía.
El día había empezado bastante normal para la morocha, había desayunado unas tostadas con mate. Después fue con Zoe a cambiarse para luego ir a la pileta, donde estaba Nico también.
—¿Jugamos a las sirenas?—preguntó la morocha emocionada.
—¿Cómo se juega a eso?—preguntó Nicolás confundido.
La rubia y la morocha le explicaron al chico brevemente cómo se jugaba. Los tres se pusieron a jugar hasta que llegaron Isabel y Sabrina.
—Che, ¿Pueden dejar de joder? queremos estar tranquilas—dijo Isabel.
—Sí, no hay problema—respondió Nico saliendo del agua.
Las dos chicas se miraron brevemente y fruncieron el ceño.
Raro; pensó Mia.
Mia y Zoe salieron del agua y fueron a tomar mate junto a Martín, Bauti y Alan.
La morocha se sentó al lado de Alan, el único lugar que había quedado libre.
—¿Qué onda morocha?—pregunto Alan.
A la morocha no le caía tan bien pero hacía el esfuerzo para no quedar mala onda.
—Todo bien, ¿Vos?—preguntó la chica chupando la bombilla del mate.
—Bien, bien—respondió el chico.
Alan pasó su brazo por los hombros de la chica. Acción que a la morocha le causó un poco de incomodidad.
—Voy al baño, ya vuelvo—dijo el chico.
La morocha asintió levemente y se acercó más al chino que estaba concentrado en una conversación con Bauti.
—Si queres apóyate acá—dijo Martin apuntando a su hombro.
