Kotori se levantó del asiento y bajó los escalones, dispuesta a confrontar a Shido.
–Sí, tienes razón, tengo que hablarte sobre... –comenzó a decir él.
De repente, ella le pegó una patada en la espinilla, cosa que le hizo gritar de dolor.
–¡Esto es por ponerte en peligro innecesariamente! –gritó ella enfadada.
Acto seguido le propinó una patada en la otra espinilla.
–¡Esto por enfrentarte a una AST sin estar preparado! –gritó.
Y finalmente le golpeó el estómago con otra patada.
–¡Y esto es por no decirme que Rinne es una espíritu! –rugió.
Shido se agarró el estómago mientras se doblaba de rodillas.
–Espera, ¿Rinne qué? –preguntó confundido.
Por toda respuesta, desde detrás de Kannazuki apareció Rinne, cabizbaja.
–Lo siento, Shido-san –dijo apenada–. Tuve que contárselo.
–¿Creías que no nos íbamos a dar cuenta? –preguntó enfadada Kotori–. Desde que esta mañana me contaste sobre la aparición de la espíritu, hice que los escáneres de Ratatoskr afinaran su búsqueda para detectar hasta la más ligera cantidad de energía espiritual en las proximidades del restaurante. Y resulta que detectaron una manifestación de esa energía en mitad de tu camino hacia el instituto.
Shido quedó mudo de asombro. Así que al alertar a Kotori de lo que iba a pasar había provocado un cambio en los eventos. Quizá no debió haber hablado tanto. Pero ya era tarde para lamentarse.
–Una vez lo detectamos, nuestras cámaras vigilaron, y durante un rato no captaron nada más que una cúpula casi imperceptible, tanto que nos costó muchísimo detectarla –prosiguió Kotori con un gesto duro–. Imagino que ya sabrás a quienes enfocaron cuando la cúpula desapareció.
Esto se complicaba. Subestimó los medios de Rataroskr. Y ahora Rinne se encontraba en una situación comprometida. Al menos no había logrado escuchar la conversación entre ellos.
Como pudo, se levantó.
–¿Y bien? ¿Qué tienes que decir al respecto? –le preguntó con seriedad mientras se cruzaba de brazos.
La situación era complicada. No podía contarle a Kotori que era en realidad una persona venida de otro mundo ocupando el cuerpo de Shido, ni la verdad acerca de por qué estaba así. Se esforzó para encontrar una historia que resultara creíble.
–En realidad yo no sabía que Rinne era una espíritu hasta esta misma mañana –respondió–. No apareció en mis sueños premonitorios.
Vio que Rinne abrió la boca con gesto de sorpresa, aunque nadie le prestó atención. En cambio, Kotori seguía impasible. Shido no se detuvo en su narración.
–Nos dirigíamos al instituto cuando aparecieron ante nosotros unas criaturas iguales a aquellas con las que me viste luchar –explicó–. En ese momento no sabía qué eran, pero se veían amenazantes. Nos rodearon dispuestos a atacarnos y Rinne usó sus poderes para crear esa barrera y que no fueran por más gente. Fue en ese momento cuando ella me contó qué era. Pero no tuve tiempo para procesarlo, ya que fue entonces cuando obtuve esto.
Shido hizo aparecer la llave espada, sorprendiendo a todos los presentes salvo a Rinne.
–E... Eso es... –tartamudeó Kotori.
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El Jugador y las Espíritus
FanfictionMichael, un jugador de videojuegos y fan de los animes y mangas, se despierta un día en el universo de Date a Live ¡como Itsuka Shido! Para sobrevivir deberá actuar como él con los conocimientos de que dispone de ese mundo, que no son demasiados. En...