¡Sorpresa!

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-¡Usopp, salva a Luffy!-, grito Zoro para luego sumergirse en el mar y salvar a su prometido. Despues de unos segundos, Zoro y Usopp salieron del mar con dos inconscientes azabaches, los cuales al estar fuera de las aguas marítimas reaccionaron, mientras al mismo tiempo sacaban toda el agua de mar que sus cuerpos consumieron. -¿Estás bien amor?- preguntó un Zoro preocupado, -si cariño, estoy bien, no te preocupes- Law le dedico una leve sonrisa a su prometido. -¡Eres un idiota! ¡¿Cómo se te ocurre lanzarte sobre Luffy, viendo que estaba sobre los barandales del Sunny?!- regaño el de cabellera verde a su futuro esposo que estaba acostado sobre sus piernas, dándole un, no tan fuerte, empujón en el hombro, -Lo siento amor, la furia nubló mi juicio- dijo Law, volteando sus ojos lejos de la preocupada y molesta mirada esmeralda. -Ya no importa, lo importante es que los dos están bien y fuera de peligro- dijo entre suspiros Zoro, -Ven, vamos a que te des un baño y a secarte, que aún estas empapado de aguas marinas, y no quiero que te enfermes o te debilites más-, el cazador de piratas ayudo al de ojos grises a levantarse, colocando el brazo de este sobre su nuca, para luego llevárselo a su habitación.

Ya dentro de la habitación de la pareja, Zoro llevó a Law a la bañera quitándole las ropas mojadas, dejando ver el bien formado cuerpo de su prometido quedando hipnotizado por éste, -Se que soy irresistible amor, pero se te caerá la mandíbula si sigues así, mejor vente a bañar conmigo ¿Sí? ¿Qué dices?- dijo Law con una sonrisa coqueta y voz seductora, sacando a Zoro de sus lujuriosos pensamientos, -Jajajaja buen intento, amor, pero no, así que deja de seducirme y termina de bañarte- soltó el espadachín, saliendo del baño para ir por una toalla para su prometido. Luego de ir por la toalla, entró nuevamente al baño, para empezar a secar el cabello negro con ésta, ya que, Law había finalizado su ducha, -bien, ahora levántate, es momento de secar tu ardiente cuerpo, cariño- ordenó Zoro con una sonrisa coqueta, a lo cual el azabache obedeció con una sonrisa pícara, el cazador de piratas tomó la segunda toalla y empezó a secar el bien formado cuerpo del de mirada grisácea, -Oye, si sigues tocándome así no podre resistirme, mi amor- dijo Law con tono coqueto, -ni siquiera lo pienses amor, por tu estupidez estás castigado- el tono serio de Zoro salía de sus labios. -¡¿Qué?! ¡No es justo!- replico Law. -¡Cállate¡ no hagas berrinche, y ven, terminaré de secar tu cabello- el cirujano no tuvo otra opción más que obedecer.

Zoro se sentó en el sofá y Law en el suelo frente a sus piernas, luego con una secadora, el de ojos esmeralda empezó a secar el cabello de su prometido. -¿En serio me vas a castigar?- la tristeza se reflejaba en el rostro del azabache, -deja de poner esa carita de cachorro regañado ¿Quieres?- el corazón de Zoro se apretujo y Law lo sabía, así que, volteo a ver a su prometido y lo vio fijamente, con una mirada que derretía, aún más, al enamorado corazón de nuestro querido espadachín. -¡Ah! te detesto, claro que no te castigare, ahora voltéate y deja de colocar esa carita manipuladora- Law volteo con una gran sonrisa triunfal, -eres de lo peor- dijo Zoro, -pero así me amas- finalizó El cirujano de la muerte con una sonrisa coqueta. Al acabar de secar el cabello del azabache, Zoro depósito un dulce beso en su cuello, -Bueno, querido, ya estás listo- una linda sonrisa se dibujó en el rostro del de cabellera verde, -gracias amor- Law volteo para tomar la mano de su prometido y depositar un dulce beso. -Ahora sí, vayamos por tus cosas- dijo Zoro a lo cual Law asintió, levantándose y tomando la mano de su amado, saliendo en dirección al Polar Tang.

Después de recoger todas las pertenencias de Law, la pareja salió del submarino para volver a su habitación. -¿Zoro, Law?- su paso fue detenido por la voz de la de cabellera naranja, quién los llamaba, -¿ahora qué quieres bruja?- pregunto Zoro, -¡Eres un...!- y ¡POM! un golpe directo en la cabeza de Zoro de parte de la chica. -¡Estas loca! solo yo puedo golpear a mi hermano!- grito Perona mientras abrazaba con fuerza al de mirada esmeralda, -¡¿Qué fue lo que dijiste?! ¡fantasma deprimente!- devolvió Nami, empezando así, otra pelea entre las dos chicas. -¡Oh vamos! no empiecen otra vez, señoritas- dijo una cansada Ikkaku, -Fufufu, que animadas son- sonrió suavemente Robin. -¿Que sucede? ¿nos necesitan para algo?- pregunto Law calmadamente, -así es, querido Law, las chicas y yo estuvimos hablando para dar algunas ideas de como debería ser su boda, así que, nos gustaría saber que opinan- dijo la arqueóloga entregándole el mismo portafolio naranja que anterior mente Nami le había mostrado a Zoro. Law lo tomo y empezó a checarlo junto a Zoro, -¿Ammm? las ideas están increíbles, pero no queremos una boda grande, preferimos que sea intima, con las personas más cercanas a nosotros- dijo Zoro suavemente pero nada convencido, -¡¿Una boda pequeña?! pero Zory, tú me dijiste que...- Perona no pudo terminar de decir lo que iba a expresar, ya que Zoro le tapó la boca con sus manos, -no sé de qué me hablas Perona- afirmaba el cazador de piratas, mientras dirigía una mirada a la chica como indicándole que parara y no dijera nada, a lo cual ella entendió.

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⏰ Última actualización: Mar 08 ⏰

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