—Gracias por acompañarme, princesa — le dije a Jace.
—¿Alguna vez dejarás de llamarme así?
—Lo dudo — sonreí.
—Pobre de mí — suspiró.
—Hasta mañana Jace.
—¿Te paso a recoger?
—Claro — sonreí.
Besó mi mejilla y se dio la vuelta para seguir su camino. Ordené un poco mi pelo y mi ropa y toqué la puerta.
Segundos después se abrió, dejando ver a Danny -ya sin maquillaje- y a una pequeña niña rubia -que supuse que era Skylynn- escondida tras las piernas de mi amigo.
—Hola Nick — sonrió Danny. Me dio un beso en la mejilla.
—Hola — le devolví la sonrisa.
—Saluda Sky.
—Hola — dijo aún detrás de Danny, aunque asomando la cabecita. Miré a Skylynn, y me di cuenta de que era la misma niña que estaba en la cafetería el día que conocí a Danny.
—Hola, ¿me das un abrazo? — le pregunté, agachándome hasta quedar a su altura.
Miró a su hermano como pidiendo permiso y él asintió. Se acercó a mí y me abrazó.
—¿Juegas conmigo a las muñecas? — me preguntó.
—¡Claro! Me encanta jugar a las muñecas.
Cogió mi mano y me arrastró hasta las escaleras, para subir y llevarme a su cuarto. Lo observé detenidamente: era el típico cuarto de una niña de cinco años. Las paredes eran rosadas, tenía varias fotos con Danny y otras con unos señores de mediana edad -sus padres, supongo-, dibujos colgados en el armario -la mayoría de caballos-, bastantes muñecas tiradas por todo el suelo de la habitación, una cama con las sábanas rosadas también y un gran espejo.
—Wow, qué cuarto tan bonito — dije mientras dejaba mi bolso sobre la cama.
—Gracias — sonrió la pequeña.
En ese momento entró Danny.
—Mira, esta es Lucy. Es mi favorita — me entregó una de las muñecas —. Esta es Ashley y es mala con Lucy porque Lucy es la novia de Brandon pero a Ashley le gusta Brandon y quiere que se separen para ser la novia de Brandon — me explicó casi sin respirar.
—Wow, todo un culebrón.
—Vete acostumbrándote — me dijo Danny con una sonrisa.
—Tú serás Ashley, yo Lucy y Danno será Brandon.
***
Estuvimos casi dos horas jugando y riendo. La verdad es que Sky era muy tierna, y me había encariñado con ella.
—Bueno, es hora de recoger, princesa — le dijo Danny a Sky.
—No Danno, un poco más — hizo un puchero.
—No, ya es tarde. A recoger.
Entre los tres recogimos todo lo que habíamos desordenado.
—Coge el pijama y espérame en el baño, enana.
—¡Vale! — gritó la pequeña. Abrió un cajón del armario y cogió el pijama, para luego salir corriendo de la habitación.
—¿Tienes que irte ya? — me preguntó Danny.
—No, puedo quedarme. Si quieres puedo bañar a Sky mientras tú haces la cena. O al revés.
—¿Harías eso por mí?
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Life is a party.
أدب المراهقينNick Morgan. Diecinueve años. Fiestas, chicos y sexo. Amor, desamor, amistad y decepción. Tras varios meses de frustración y desesperación, Nick decide irse de casa. Más de mil kilómetros de viaje desde Seattle hasta Sacramento; donde habrá más chic...