Los días acordados pasaron y Khalizy se encontró en la puerta de la familia Durin a la misma hora que llegó hace unos días.
A diferencia de la última vez, la puerta fue abierta por Thorin. Este se veía mejor que la última vez, no estaba tan pálido y tenía menos ojeras, una señal de que había logrado dormir un poco más.
O sea que Dis estaba mejorando.
— Buenas tardes —. Saludo Khalizy alegre, acomodando su canasta a su lado— Dije hace unos días que vendría.
El enano tenía una expresión de sorpresa en su rostro, relevando que no tenía la esperanza de volver a ver a la mujer pelirroja. Se recompuso y le devolvió el saludo para luego hacerse a un lado y dejarla pasar a la casa.
— Dis esta en mejor estado, pero sigue en cama.
Explicó mientras se dirigían a la habitación de la joven.
— No esperaría otra cosa. Estaba en un estado débil, así que su recuperación tomará tiempo. Pero con todo lo que le di, su mejora solo progresara.
Explicó animada, tratando de darle un poco de calma al enano sobre la situación de su amada hermana.
Al llegar a la habitación, Thorin tocó la puerta antes de entrar seguido de la pelirroja. Dis los recibió con una leve sonrisa decaída por su estado de salud.
Pero ante los ojos de Khalizy, se veía mejor, solo que todavía le faltaba un poco para estar completamente sana.
— ¿Cómo te encuentras Dis? —pregunto amable. Acercándose a la joven con una sonrisa en su rostro.
— Mejorando —le respondió amable— Solo que los remedios son horribles.
Khalizy asintió. Todavía recordaba cuando era pequeña, como corría por la casa con la esperanza de que sus padres no la atraparan y la obliguen a tomar el líquido morado.
— La mayoría de los medicamentos saben horrible. Parece que mientras más feo, mejor funciona —explicó amablemente mientras empezaban a chequear a la joven.
Estaba sanando aunque un poco decaída como era se esperar. Lo bueno es que estaba más consciente que la última vez que la visito. Lo cual permitió una conversación más fluida.
A pesar de que su atención esta en Dis, no podía ignorar la presencia del enano a sus espaldas. Sin importar de su silencio, su presencia se hacía notar por más que aguardaba silencio.
Esto la inquieto de un modo extraño. Nunca lo había sentido así, lo cual la puso levemente nerviosa. Una sensación que la acompaño cada vez que sus ojos fríos estaban sobre ella.
Termino de ver a Dis con una leve sonrisa.— Bueno si esto te alegra, hice unos pequeños panes con algunas hierbas que te ayudarán. También traje más del brebaje morado, sé que se toma rebajado en agua, pero es mejor que sobre a que falte.
ESTÁS LEYENDO
Mi Pelirroja -Thorin Oakenshield -
Любовные романыAntes de la historia tan conocida, de aventuras que permitirá recuperar una montaña repleta de oro, de las horripilantes garras de un dragón. Una historia, casi tranquila, se desarrollo varios años antes, en la cual un pequeño pueblo le dio la mano...