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IDENTIDADES

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IDENTIDADES..
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—¿PREFIERE salvar la vida de Alison Parker que la de ocho?

—Si, estoy segura.

Escuchó las noticias mientras reía y negaba tomando su vino malbec. Fue a la carpa bien vestida esperando tener los resultados de científica.

—Vamos que te quemaron viva, Raquel.

—Elegir la vida de Alison Parker frente a los ocho fue decisión suya, Pietro. —miró mal al coronel mientras Celine los miraba mientras tomaba su mate. —Me dijo que inteligencia asumiría las consecuencias. Así que salga ahí fuera y dígale a la prensa que fue usted y sus amigos del CNI.

—Es justo gordito. Dijiste que así sería, imagínate a la hija de Raquel escuchando todas las cosas que dicen de su mami. Es una niña inocente que no entiende pero mira si si ¿eh? No seas insensible.

—Inteligencia no puede hacer esas declaraciones. Pero esté tranquila. Presidencia está al tanto y tiene el apoyo de todo el gobierno.

Parecía que no entendía español y Celine quería hablar italiano.

—Hemos revisado las cámaras de tráfico y los comercios cercanos, pero nada. —habló del mendigo que había donde encontrado el auto. —Aunque hay una buena noticia. Han logrado aislar una huella dactilar del botón que encontraste en el Ibiza.

—Vamos la puta madre. —festejó Celine emocionada. Ella amaba descubrir quienes eran los atracadores o cuando le llegaban una ficha y leía sus antecedentes.

—Su dueño tiene antecedentes. Nos están enviando la ficha. —Celine ignoró todo para ir a ver si la ficha estaba en la entrada. Pero no. Todavía no ma mandaron.

—Salgan todos menos el inspector Rubio y la inspectora Montez. Y menos el CNI. —Todos salieron y ella habló. –¿Crees que fuese casualidad que el mendigo, llegase al desguace antes que nosotros?

—Obvio que no. Hasta pienso que es el profesor.

Divertida dijo la más joven.

—Esto es serio, Celine. Basta de tus jodidas bromas.

Montez se sintió mal, era la única manera de aliviar su tensión. Pero tendría que dejar de hacerlo. Después del atraco podía matarlo sin que nadie se de cuenta. Total era una agente.

Sacando sus pensamientos asesinos por el malhumor que tenía siguió prestando atención a su compañera.

—No, no fue casualidad.

—Hay un topo entre los otros.

—¿Y que vamos a hacer?

—Encontrarlo.

Escucharon el tono de la computadora.

—Ha llegado la ficha policial.

Celine fue a mirar y la abrió quedando en shock.

LOVERS OR ENEMYS |Andres de FonollosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora