Melanie García Jones, es una chica que ha vivido con su padrastro desde que tiene uso de razón, luego de que su madre falleciera la relación de ambos se reforzó haciendo que Gabriel, su padrastro, la acompañe en cada una de las etapas de su vida. Et...
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La semana pasó rápido y ahora estoy en una esquina viendo como la gente baila y algunos toman alcohol.
Lydia consiguió eligir algunas cosas para mi y terminé usando una de sus poleras apretadas y pequeñas, de esas que resaltan tu busto aunque no tengas, pero con uno de mis pantalones grandes y mis zapatillas.
He estado toda la noche vigilando a Scott, ya que Lydia y Jackson me abandonaron para besarse y ser hormonales, la suerte de algunos supongo, pero en lo que un chico se me acercó a invitarme a bailar perdí de vista a Scott, así que salí de la casa a buscarlo sin exito, pero vi a Derek irse con Allison.
—Eso es raro, muy raro.— dije extrañanda de que se vaya con una Argent.— Agh. No es mi problema, tengo los mios propios.
Bebí mi vaso al seco y volví a la fiesta, bailé un rato sola rechazando a un par de chicos, también bailé con Danny sabiendo que él si vale la pena. Cuando me aburrí comencé a buscar a mis mejores amigos para despedirme pero no encontré a ninguno, supongo que les ganaron las hormonas.
El alcohol no me afecta así que me subí a mi moto y comencé a dar vueltas por la cuidad y, como siempre, terminé en el bosque, pero no duré mucho ahí al notar que habían varios casadores rondando, salí corriendo de ahí y me largué en la moto. Llegué a casa con la respiración acelerada, así que agradecí a los dioses que papá aún no haya llegado.
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A la mañana siguiente las clases estuvieron aburridas e incluso me dormí en una, así que contenta acompañé a Lydia y Allison a ver las prácticas, agradeciendo tener una escusa para saltarme mi clase.
A Jackson le tocó usar el palo largo esta vez, así que me acomodé a ver al resto de jugadores sufrir, pero cuando llegó el turno de Scott presté aún más atención. Corrió hacia mi amigo y él le tacleó y lo tiró al suelo.
—Mi abuela puede moverse más rápido que tú,— le dijo sonriendo el entrenador a Scott pero su cara cambió a una seria.— ¡Y está muerta! ¿Crees que puedas correr más rapido que el cadaver de mi abuela?
