Melanie García Jones, es una chica que ha vivido con su padrastro desde que tiene uso de razón, luego de que su madre falleciera la relación de ambos se reforzó haciendo que Gabriel, su padrastro, la acompañe en cada una de las etapas de su vida. Et...
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Nos aseguramos de que el Alfa no estuviera cerca y salimos del salón para escapar de la preparatoria y del mismo Alfa.
—Por aquí.— guió Scott en susurros.
—No, no, no, no.— se negó Stiles también susurrando.— Hay muchas ventanas.
—Cada salón de este lugar tiene ventanas.— se quejó el cachorro.
—Entonces un lugar con menos ventanas.— propusó el de lunares.
—Los vestidores.— propusimos con Scott y corrimos hacia allá.
—Llama a tu papá.— pidió el cachorro.
—¿Y le digo qué?— preguntó Stiles.
—No sé, una fuga de gas, un incendio.— respondió Scott.— Si esa cosa ve este lugar lleno de policías se irá.
—¿Qué tal si no? ¿Qué tal si se convierte en una especie de terminator y mata a todos los policías? Incluido mi papá.— el rapado tiene razón.
—Pero tienen armas.— remarcó Scott.
—Sí, y a Derek le dispararon con una bala de Wolfsbane para tranquilizarlo, ¿Recuerdas?— invalidó el argumento de McCall.
—No lo llames, si esto se descontrola más será otra persona que deba proteger y se me hará más difícil.— negué siendo conciente de que soy quien más experiencia tiene.
—Entonces...debemos...— dudó el cachorro.— Debemos encontrar una salida y correr.
—No hay nada cerca a menos de un kilómetro y medio.— evidenció Stiles.
—¿Y el auto de Derek?— propuso Scott.
—Podría ser más rápido que el Alfa.— apoyé la idea del cachorro.
—Sí, podría ser.— coincidió Stiles.— Vamos afuera, nos llevamos las llaves y-y nos llevamos el auto.
—Y a él.— replicamos con el cachorro, lo volteé a ver confundida, ya van dos veces que pasa eso.
—Esperen.— pedí al mismo tiempo que Scott detenía a Stiles de tomar la manilla de la puerta.
—Creo que escuché algo.— avisó Scott y asentí de acuerdo.
—¡¿Cómo que escuchaste algo?!— se desesperó el de lunares.
—¡Silencio! ¡Silencio!— ciseó el beta.
—Hay que esconderse.— el par rápidamente me hizo caso metiéndose a los casilleros, les imité tratando de regular mis latidos y aguantando la respiración.
