『𝗗𝗮𝗲𝗺𝗼𝗻 𝗧𝗮𝗿𝗴𝗮𝗿𝘆𝗲𝗻 』ᵒᶰᵉ ˢʰᵒᵗˢ ⁺¹⁸

4. 𝑺𝒉𝒂𝒓𝒆𝒅 𝒇𝒖𝒕𝒖𝒓𝒆

Resumen: Como tantas otras noches, tu prometido Daemon se cuela en tus aposentos. Pero esta noche tiene otros planes para ti.

Advertencias: obscenidades; 18+

autor original: happilyhertale (tumblr)

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Cuando la luz de la última vela se apaga, te refugias en el acogedor abrazo de tu cama, acurrucado en el calor de tu manta. Escuchando los sonidos apagados de la noche, esperas pacientemente lo inevitable. Rápida y silenciosamente, la puerta oculta en la pared de tus aposentos se abre, una encantadora rutina que se despliega con cada noche que pasa. Tu mirada se vuelve hacia la entrada, una sonrisa curva tus labios cuando una figura de cabellos plateados se desliza con elegancia en la habitación.

Una ligera mordedura en el labio delata tu expectación, y tu sonrisa se amplía cuando tu prometido se acerca. Se quita el chaleco y los pantalones y se tumba en la cama contigo, envolviéndote inmediatamente en sus brazos. La suave presión de sus labios contra tu pelo, sus suaves besos y el familiar rumor que emana de su pecho crean una atmósfera íntima que jamás habrías soñado con tu futuro marido.

Sus dedos recorren tu figura con delicadeza, acariciando la suave extensión de tu piel. Para el mundo exterior, el príncipe pícaro puede parecer una figura sin tanta ternura. Pero dentro de tus aposentos se está produciendo una transformación: anhela darte ternura. Y domina a la perfección el arte de los mimos y las caricias, y cumple tu deseo de aplazar la entrega de tu virginidad por el momento.

Pero eso no significa que mantenga los dedos quietos. Daemon ya te ha llevado al éxtasis innumerables veces y te ha llevado al límite. Te ha hecho retorcerte y gemir y ha despertado en ti un deseo que te hace desear más y más.

Sus dedos se deslizan hacia el sur, pero esta vez la sensación es diferente. Sus dedos parecen más ávidos y se oye otro leve gruñido en su pecho mientras te amasa suavemente el trasero. "Amor... vamos, siéntate en mi cara", murmura de pronto en tu cuello mientras suaves besos acarician tu piel. Y nunca antes el rubor había subido tan rápido a tu cara.

"¿Qué...?", murmuras un poco incrédula y notas cómo una sonrisa se dibuja en sus labios.

"Siéntate en mi cara..." repite, agarrándote el trasero un poco más fuerte.

"Te he oído...", susurras, "pero... ¿tu cara?". El familiar calor en tu bajo vientre se extiende a pesar de tu irritación mientras te vienen a la mente recuerdos de las maravillas que Daemon puede hacer con su lengua.

Un leve gruñido vuelve a sonar y vibra en su pecho. "Espero que mi futura esposa tome asiento en mi cara con su elegante culo... para que pueda disfrutarla al máximo", murmura.

Te quedas sin palabras; ni siquiera un "qué" sale de tus labios. Y mientras el silencio se extiende por tus aposentos, Daemon echa lentamente la cabeza hacia atrás y vuelve la mirada hacia ti. Sus ojos púrpura se encuentran con los tuyos y sonríe, disfrutando del hecho de que te quedes sin respuesta. Su princesa, que nunca se queda sin palabras, se queda muda.

Respiras un poco agitada, tienes los labios ligeramente entreabiertos, pero sientes que sus manos te agarran de repente por las caderas y te hacen moverte ligeramente. Tu grito ahogado llena el aire de tu habitación, pero sigues su movimiento.

"Daemon..." dices en voz baja, pero sólo sientes sus manos agarrando la parte posterior de tus muslos mientras te sientas a horcajadas sobre él. Te sonríe, y aunque normalmente no te sacias de su sonrisa, sabes que se alegra de que estés tan tímida en este momento, y nada te gustaría más que hacerle sufrir ahora mismo.